La falta de flexibilidad de las economías de la eurozona son combustible para la inflación, dice un estudio de la Organización de Cooperación para la Economía y el Desarrollo, con sede en Paris. La OCDE culpa, en especial, la inflexibilidad de las regulaciones salariales en Alemania e Italia que no permiten reaccionar rápidamente a una debilitación de la oferta. Además, según la misma organización, los salarios en Francia, España e Irlanda han descendido más ligeramente que en Alemania. La organización acusa además, a las empresas que le sobrecargan los costos a los clientes y no los tienen en cuenta cuando hay que bajar los precios. La OCDE considera, por último, que en Alemania la ley de protección contra el despido es muy rígida y los subsidios al desempleo muy altos.