Una gran tormenta de granizo, acompañada de un tornado, sorprendió a miles de turistas en la penínsla griega de Calcídica, en el norte del país. Se interrumpió el suministro de energía eléctrica, muchos árboles cayeron, e incluso objetos pesados volaron por los aires.

Más de 60 personas resultaron heridas, sobre todo por tambores de basura y otros objetos pesados que fueron arrastrados por el viento, informó el jefe del centro de salud de la localidad de Moudania, Athanassios Kaltsas.

La tormenta resultó mortal para por lo menos seis turistas. Algunas de estas muertes se debieron a techos y árboles que se desplomaron. Los turistas provenían de Rumania, Rusia y la República Checa. La península de Calcídica es frecuentada sobre todo por visitantes de Europa del este.

"Jamas había visto vientos tan fuertes", dijo el director de Protección Civil local, Charalambos Stergiadis, a emisoras griegas. Más de 500 bomberos entraron en acción para ayudar a las personas afectadas. El gobierno decretó estado de emergencia. El ministerio de Defensa envió a soldados con equipo especial para socorrer a los damnificados.

Testigos afirman que el fenómeno meteorológico duró solo cerca de 10 minutos. Pero la fuerza de los vientos fue tal, que arrastró árboles y autos, y provocó deslaves. El director de Protección Civil, Charalambos Stergiadis, dijo que el temporal fue "un fenómeno sin precedente."

Meteorólogos griegos estiman que en realidad se trató de dos tornados que se fundieron antes de azotar con toda su fuerza la región. Se trata de un fenómeno muy inusual, que se produce solo en la cercanía del mar. Horas antes se habían registrado temperaturas muy altas, de hasta 40 grados. El calor al parecer evaporó grandes cantidades de agua de mar y propició la formación de los tornados.

No era posible predecir exactamente dónde se descargaría con todo su poder la tormenta de granizo. El fenómeno ocurrido en Grecia sucedió tras varios días con temperaturas muy altas. Otra tormenta azotó Italia, específicamente en lpayas de la Costa Adriática. Testigos reportaron bolas de granizo "tan grandes como naranjas."