Tras un exhaustivo registro de la zona de Withington, ciudad ubicada al norte de Inglaterra, la Policía británica dijo haber consumado un octavo arresto en el marco de la investigación del atentado suicida perpetrado en Manchester el lunes pasado (22.5.2017) a la salida de un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande. Además, el cuerpo policial indicó haber efectuado la detención de un otro sujeto, este jueves (25.05.2017) en el área metropolitana de Manchester, sin dar mayores detalles.

Hasta este miércoles (24.5.2017), seis hombres y una mujer habían sido detenidos con miras a ser interrogados sobre su presunta vinculación con el ataque, descrito por las autoridades como un acto terrorista. La mujer aludida, de la localidad de Blackley, fue liberada en la madrugada de este jueves.

El primer sospechoso fue arrestado el martes (23.5.2017). Al día siguiente fueron detenidos tres hombres en el sur de Manchester, donde vivía el presunto autor del ataque que dejó 22 víctimas mortales. Un quinto hombre fue arrestado en Wigan, en el noroeste de la ciudad, por llevar consigo un paquete tenido por "sospechoso”. Luego fue detenida la mujer del norte de Manchester que horas más tarde fue liberada. El séptimo sospechoso fue el primero en ser arrestado fuera de la urbe donde tuvo lugar el atentado, situada en el noroeste de Inglaterra.

Filtración del Ejecutivo de Trump

La cadena de televisión Sky News difundió imágenes grabadas por una cámara de seguridad en las que la Policía cree ver al supuesto atacante llevando una mochila que podría haber sido empleada con miras a transportar los explosivos usados en el atentado. La mochila de color azul todavía parecía llevar la etiqueta de la tienda donde había sido comprada. La televisora no dijo cómo había obtenido las imágenes en cuestión. Paralelamente ha tenido lugar una fricción diplomática entre el Reino Unido y Estados Unidos debido al atentado.

La ministra británica del Interior, Amber Rudd, dijo haberse quejado ante el Gobierno estadounidense por haber difundido información sobre el ataque de Manchester antes de que lo hicieran las autoridades del Reino Unido. En declaraciones hechas a Radio 4 de la BBC, Rudd tachó de “muy molesto” el hecho de que el Ejecutivo del presidente Donald Trump hubiera filtrado detalles claves de la investigación –entre ellos la identidad del presunto terrorista– y aseguró que así se lo había expresado a la Casa Blanca.

Fricción diplomática

“He sido muy, muy clara con nuestros amigos al plantearles que eso no debe repetirse”, subrayó la ministra conservadora. Consultada sobre si la filtración de datos por parte de Estados Unidos podía socavar la estrategia de la Policía británica, contestó: “Francamente, sí. La Policía británica ha sido clara en que quiere tener el control sobre el flujo de información para proteger la integridad operativa –el elemento sorpresa–, por lo que es muy molesto que la información surja por otras fuentes”, comentó Rudd.

Rudd negó sin embargo que las filtraciones hubieran puesto en peligro la investigación en el Reino Unido. “No iría tan lejos, pero puedo decir que la situación les ha quedado perfectamente clara y que no debe repetirse”, dijo la ministra. Fuentes cercanas al Ejecutico estadounidense se adelantaron a las autoridades británicas al revelar a los medios de comunicación que el ataque del 22 de mayo era un atentado terrorista y, posteriormente, el nombre del autor, el británico de origen libio Salman Abedi.

ERC ( Reuters / AFP / AP / EFE )