Ofelia Medina: "En México se vive una pobreza aterradora"
Eva Usi
26 de enero de 2021
La actriz y activista mexicana Ofelia Medina denuncia los ataques armados que sufren comunidades indígenas que viven en la miseria en el sureño estado de Chiapas, con el objetivo de desplazarlos de sus territorios.
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Organizaciones civiles se muestran preocupadas por las continuas agresiones armadas contra unas trece comunidades mayas, en el municipio de Aldama, situado en el sureño estado mexicano de Chiapas. Ni los niños, ni las religiosas se han salvado de las agresiones. "Nuestra caravana fue atacada a balazos el 18 de noviembre pasado, cuando llevábamos alimentos a una comunidad de Aldama que se llama Cocó. Balacearon nuestro coche y una compañera que es monja, que nos acompañaba, resultó herida en una pierna", afirma la actriz y activista mexicana Ofelia Medina, en conversación con DW. La actriz pide a la comunidad internacional solidaridad y apoyo para estas comunidades en donde hay cientos de desplazados por la violencia.
La comunidad tzoltzil de Cocó, que vive en extrema pobreza, se encuentra asediada por un grupo armado, pese a que en el lugar se encuentra un destacamento de la Secretaría de Seguridad y Participación Ciudadana (SSyPC). Según reportes de prensa, ni elgobierno estatal ni federal han tenido la capacidad para buscar la paz y la reconciliación entre los pueblos de Aldama y Chenalhó, que supuestamente se disputan 60 hectáreas de tierra.
Ofelia Medina rechaza la argumentación de que el conflicto es por el enfrentamiento entre comunidades. "Eso es lo que el gobierno quiere que creamos, que es un conflicto intercomunitario. El actual conflicto es uno de despojo en el que están involucrados personajes de la política del Estado de Chiapas. Quieren despojar a las comunidadesde sus territorios. Son grupos armados, de corte paramilitar, que fueron armados por los caciques. De lo que se trata es de ahuyentar a la gente para que deje su territorio”.
Paso de drogas y actividades ilícitas
La activista sostiene que ese territorio es un paso de drogas, de personas, y de muchas actividades ilegales, solapadas por el gobierno del Estado. Un reportaje del portal de investigación Animal Político confirma la versión de la actriz y activista, y advierte que miles de familias indígenas han sido desplazadas por paramilitares y grupos criminales.
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El portal afirma que las primeras versiones oficiales atribuyen este conflicto a la lucha por un predio de 60 hectáreas entre habitantes de dos comunidades; sin embargo, los habitantes de la zona aseguran que tras el levantamiento zapatista de la década de los 90 se rearmaron los grupos paramilitares con el visto bueno de las autoridades locales.
El subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, refrendó esa versión en declaraciones de enero de 2019. "Hay presencia de grupos paramilitares de una gran capacidad de fuego, incluso de grupos ligados presuntamente a la delincuencia organizada, que han generado violencia".
Pese a las buenas intenciones de Encinas, según Ofelia Medina, los intereses locales y la política local son más fuertes. "Tres horas después de que el funcionario firmara un acuerdo con el gobernador y los presidentes municipales, en noviembre pasado, había nuevas agresiones desde Chenalhó a Aldama. Desde entonces se han intensificado, hace unas semanas balacearon a un campesino en las dos piernas, y la tensión es tal que nosotros seguimos sin poder entrar para distribuir ayuda humanitaria”, asegura.
Ofelia Medina fundó en 1990 el Fideicomiso para la Salud de Niños y Niñas (Fisanim) o Fideo, después de participar en un primer diagnóstico sobre la salud de la niñez indígena en México, que reveló que un 87% de la niñez indígena padece desnutrición crónica. Las peores condiciones de vida fueron registradas en la Montaña de Guerrero, en la zona Huasteca, en el estado de Veracruz, y en el centro de la Península de Yucatán, así como en los estados de Oaxaca y Chiapas.
Comunidades aisladas y en la miseria
"El Coneval (instancia gubernamental que mide la pobreza en México), registra 10 millones de personas en la miseria, y están en lugares aislados, a los que no se puede acceder por carretera, no hay caminos. Ahora, después del coronavirus, esta cifra se va a duplicar. Nosotros queremos alertar que en nuestro país, el actual gobierno no reconoce la miseria, solo la pobreza”.
Ofelia Medina afirma que ella ha viajado por todo el país y conoce las comunidades más alejadas y marginadas. "Ahora la gente no sale por la pandemia. Para conocer la situación de esa gente que vive en las montañas, en los desiertos, hay que ir ahí, existe una ignorancia nacional. Es aterrador que en nuestro país una familia viva con menos de un dólar al día”.
La actriz, famosa por su trayectoria en el cine y la televisión, en el teatro y en la radio en México, asegura que desde pequeña tuvo una inclinación por la actuación, al igual que una vocación por oponerse a la injusticia. Para ella, la rebelión zapatista de 1994 fue un "Ya basta”, en un país en donde el hombre más rico es también uno de los más acaudalados del mundo. "Fue un grito de nos estamos muriendo, mientras tenemos a los hombres más ricos del mundo. La sociedad civil, los zapatistas y el gobierno de México entablaron un diálogo por la paz, y se firmaron los Acuerdos de San Andrés. Ahora ignoran esos acuerdos, pero ahí está fundamentado lo que debería pasar para que haya un cambio hacia la Justicia Social”, afirma.
20 millones en la pobreza extrema
La actriz considera que el actual gobierno ignora la miseria en la que viven millones de mexicanos. "Tenemos 10 millones de personas al borde de la hambruna, en una emergencia alimentaria. Después de la pandemia por coronavirus, el mismo Coneval dice que serán 20 millones. El gobierno tendría que haber puesto en marcha programas para atender la emergencia alimentaria y agrícola. En vez de eso, están haciendo un tren para el turismo, están construyendo una ruta interoceánica para convertir a México en un basurero de chatarra china. El gobierno dice que están generando empleos, pero son empleos esclavizantes. Trabajo es que la gente trabaje su tierra, no que sea un empleado en la construcción de un tren o esclavo de un hotel de lujo”.
La actriz cuestiona que el gobierno, en vez de cambiar de rumbo y establecer prioridades al llegar la pandemia, sigue con sus mismas prioridades, la construcción del Tren Maya, los proyectos de hidrocarburos. "No hay un solo programa alimentario, es una irresponsabilidad histórica. La segunda causa de muerte es por diabetes, debido a que en México muchas comunidades no tienen agua, pero, eso sí,llega la Coca Cola a esos lugares”.
Ofelia Medina asegura que sería muy sencillo combatir el hambre volviendo a la dieta ancestral de los mexicanos. "Alentando el cultivo del frijol y del maíz, recuperando el amaranto. Es lo que hacemos con nuestro programa alimentario. Tenemos 30 años trabajando con las comunidades más difíciles, desplazados de Chiapas, zapatistas, la comunidad de las Abejas, hemos reintroducido el amaranto, que era la dieta tradicional de México antes de la conquista, es proteína. Sin embargo, no hay un solo programa alimentario gubernamental que considere esto”.
Defensa del territorio
El fotoperiodista mexicano Heriberto Paredes Coronel lleva diez años documentando la resistencia de la comunidad indígena nahua de Santa María Ostula, que libra una lucha constante por la defensa de sus territorios.
Imagen: DW/E. Usi
¿Por qué vivimos en el paraíso?
El fotoperiodista mexicano Heriberto Paredes retrató a la comunidad nahua de Santa María Ostula, en Michoacán. Se encuentra en la zona costera del Pacífico mexicano, y es posiblemente una de las regiones más ricas en recursos naturales de la entidad. La comunidad lleva décadas en pie de lucha por la defensa de sus territorios, de unas 1.250 hectáreas,
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Defensa del territorio
Apolinar Santos sostiene la fotografía de su hijo asesinado, Teódulo Santos, uno de los mayores impulsores de la lucha por la recuperación de tierras. El maestro de primaria fue secuestrado y asesinado en 2012. Fue una época de terror y muerte para la comunidad, muchos de sus pobladores decidieron huir, pero se reorganizaron y volvieron en 2014.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Violencia en México
México es considerado uno de los países más violentos del mundo y símbolo de ello es esta cacha de pistola, en donde se ve el emblema nacional, él águila y la serpiente. Los pobladores de Santa María Ostula han vivido años de violencia acosados por fuertes intereses que buscan despojarlos de sus tierras, entre ellos, proyectos extractivos, crimen organizado y políticos corruptos.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Guardia comunal
Santa María Ostula conformó su guardia comunal en 2009, sustentándose en el acuerdo 169 de la OIT, que otorga a las comunidades indígenas el derecho a establecer sus propios mecanismos de seguridad. La guardia comunal fue fracturada por el poderoso cártel de los Caballeros Templarios, pero se reorganizó con la ayuda de grupos de autodefensa de comunidades vecinas y recuperó el control en 2014.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Unidos somos más fuertes
En 2015, un gran movimiento de autodefensas, policías y guardias comunales logró en meses lo que nunca había podido la policía municipal en décadas: erradicar la violencia y dotar a la población de una certidumbre de seguridad. Para los pobladores la defensa del territorio supone preservar su identidad y su medio de subsistencia, que es la agricultura.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Bloqueo de vías
Una de las estrategias de la comunidad para defender su territorio es el bloqueo de la carretera federal 200 que serpentea por la costa del Pacífico mexicano y cruza la comunidad. Se trata del paso de millones de camiones de carga entre el puerto de Manzanillo, Colima, y el más importante del país, el puerto de Lázaro Cárdenas, en Michoacán.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Las mujeres de Ostula
A principios de 2015 hubo un proceso de reparto agrario, un largo anhelo de la comunidad tras la lucha por la recuperación de la tierra. Las mujeres lideraron el proceso que culminó con la asignación de tierras a 52 familias. Cada una recibió 2 hectáreas. Las primeras 25 representantes fueron mujeres que prometieron cultivar la tierra y no enajenarla, rentarla o venderla.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Socorro, siempre con una sonrisa
Socorro es ejemplo de las mujeres que han permanecido firmes en la lucha. Ha asumido importantes cargos en la organización de la comunidad. "El día que le tomé esta fotografía me dijo: 'Compañero, cómo ve, a ver si nos ayuda a traer materiales para empezar a discutir la autonomía en la comunidad, para que no se pierda la idea'", recuerda el fotógrafo Heriberto Paredes.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Yolanda, hermana de Teódulo
Yolanda y su familia resistieron el asesinato de su hermano Teódulo y las amenazas de los Caballeros Templarios. Les arrebataron las cabañas turísticas y un restaurante que era su fuente de ingresos. Pero ella sigue en la comunidad. Se levanta temprano y ahora atiende un restaurante recuperado. Cuando es temporada, pesca gardumos, pequeños peces que salen del mar en la boca del río Ostula.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Fiesta de quince años
Sara es hija de Teódulo, el maestro que enarboló la lucha por la recuperación del territorio y fue asesinado por los Caballeros Templarios. En esta imagen, cuando cumplió quince años, sus amigas le ayudaron en la celebración de la fiesta. Ahora Sara ya tiene 18 y quiere estudiar, pero no quiere irse de su comunidad.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Cosmovisión
La asignación de cargos religiosos al interior de la comunidad es una tradición que se guarda con celo. Las celebraciones religiosas son una mezcla de tradiciones de más de 500 años de antigüedad y conforman cantos y bailes en los que participan distintas comunidades de la región.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
El xayacate, el guerrero
El xayacate es el guerrero que lucha por que la comunidad se mantenga unida y fuerte para enfrentar cualquier desafío. La comunidad que habita el amplio territorio de Ostula ha ido construyendo una cosmogonía que difiere de la visión entre bien y mal de Occidente. Los xayacates, o indios rebeldes no aceptan la dicotomía entre lo bueno y lo malo y luchan contra esa simplista visión.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Papel de los xayacates
Los xayacates juegan un papel importante en el concepto de Justicia de la comunidad que no está basado únicamente en el bien y el mal. Esto hace posible una reconciliación en la comunidad entre aquellos que fueron víctimas de los Caballeros Templarios y aquellos que colaboraron con el sanguinario cártel. En la imagen, niños vestidos de xayacates, lanzando limones.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Sueño del paraíso
El fotógrafo alude con esta imagen a un sueño que tuvo Yolanda, una pobladora de Santa María Ostula. "Bajé siguiendo el río Ostula, cientos de palmeras me precedieron y antes de llegar al mar en donde el agua dulce se confundía con la salada, vi pelícanos y garzas que cruzaban el aire". Heriberto Paredes invitó a visitar la región que ahora goza de paz y tranquilidad.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Tierra fértil
Luis es un joven campesino que tiene la inquietud de estudiar. Los jóvenes son necesarios en la comunidad, cuya economía está basada en la agricultura. Produce toneladas de papaya, tamarindo, jamaica, ajonjolí, melón, tomates, maíz, cocos. Incluso en los años de violencia, las familias siguieron cultivando sus parcelas. Se sienten bendecidos por tener el río Ostula y tierras fértiles.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
El legado de Zapata
El México indígena ha vivido los últimos 100 años con el legado de Emiliano Zapata: "Es mejor morir de pie que vivir de rodillas". La comunidad de Ostula vive en un territorio inmenso con sierra y costa, y lo ha defendido exitosamente de poderosas organizaciones criminales, de intereses políticos, y sin abandonar sus propias tradiciones. Un ejemplo a seguir para otras comunidades indígenas.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Ostula es un lugar muy tranquilo
El fotoperiodista Heriberto Paredes afirma que pese a todo lo que se dice de Michoacán, Ostula es un lugar muy tranquilo gracias al control de la comunidad sobre su territorio. En la comunidad nahua se habla náhuatl, una de las lenguas indígenas más habladas en México. En Santa María Ostula las escuelas son bilingues, lo que está ayudando a que se recupere la lengua.