Las fuerzas militares aliadas intentan cerrar el cerco a Bagdad, con la puesta en marcha del llamado Plan B, consistente en la apertura de un poderoso frente al norte de Irak. Durante la madrugada del jueves, mil soldados paracaidistas se lanzaron en la zona montañosa, bajo control kurdo. "Este es el comienzo del frente norte", dijo un funcionario del Pentágono a la agencia británica Reuters. Los efectivos ocuparon un aeródromo cerca del territorio autónomo kurdo, y estarán encargados de apoyar el suministro de tropas y municiones. Según el New York Times, se trata de la mayor operación de este tipo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. El aterrizaje de los soldados fue protegido por un fuerte ataque aéreo contra posiciones iraquíes. A la tropa de avanzada le seguirán refuerzos. Inicialmente Estados Unidos quería abrir un frente norte con 62.000 soldados a través de Turquía, pero el parlamento turco se opuso.

Oleada de bombardeos

En Bagdad se produjeron varias oleadas de bombardeos durante el día. En el centro de la capital iraquí se escucharon enormes explosiones, después de que la ciudad fuera sacudida unas treinta veces por los incesantes bombardeos durante la noche. Las fuerzas aliadas dijeron que los palacios presidenciales de Sadam Husein fueron los objetivos de estos ataques. Sin embargo, al parecer también fue destruido un edificio de viviendas.

Agencias hablan de los peores bombardeos desde que inició la guerra. Las autoridades iraquíes dijeron también que varios civiles murieron durante los ataques contra las ciudades sagradas de Nayaf y Kerbala, a 100 y 150 kilómetros de Bagdad, respectivamente. Según la agencia oficial iraní IRNA, la guardia personal de Sadam Husein está impidiendo a la aterrorizada población de Bagdad que abandone la capital con el fin de usarla como escudos humanos.

El ministro de salud iraquí, Omeid Midhat Mubarak, dijo que más de 350 civiles han muerto desde que Estados Unidos y sus aliados comenzaran a bombardear el país. La mayoría de las víctimas son ancianos, mujeres y niños, dijo. El gobierno iraquí acusó a los aliados de atacar indiscriminadamente a civiles. Durante un bombardeo sobre Bagdad el miércoles, murieron 36 civiles, otras 215 personas resultaron heridas.

Fortalecen ofensiva

La fuerte tormenta de arena que cubrió la ciudad con un manto amarillento durante dos días cedió el jueves. La lluvia de arena obstaculizó las operaciones militares por aire y tierra. La emisora CNN, dijo que en el transcurso de entre 48 hasta 72 horas, las fuerzas de la coalición fortalecerán sus ataques, aprovechando la mejoría del tiempo y de la visibilidad. En el horizonte de la capital se hicieron nuevamente visibles las columnas de humo provocadas por las ardientes trincheras llenas de petróleo, que fuerzas iraquíes colocaron alrededor de la ciudad, para impedir la visibilidad de los aviones aliados durante sus ataques.

Las columnas blindadas estadounidenses con decenas de miles de efectivos reiniciaron su avanzada hacia Bagdad. El Pentágono explicó que parte de la fuerza expedicionaria se preparaba para enfrentar una pequeña fuerza iraquí que se dirigía hacia ellos cerca de la localidad de Kerbala, en las afueras de Bagdad. Mientras tanto, en las inmediaciones de Basora, al sur del país, aviones británicos y estadounidenses atacaron una columna de unos 70 a 120 tanques y vehículos blindados iraquíes, que -dijeron mandos militares aliados - se dirigía hacia la península de Al Faw, bajo control aliado. Las fuerzas aéreas anglo-estadounidenses, que dominan el espacio aéreo de Irak, dijeron que el convoy iraquí fue destruido.

Débil estrategia militar

El Pentágono enviará a más de 30.000 refuerzos al Golfo Pérsico para que se unan a la campaña militar, que es criticada por expertos militares como demasiado débil. El rápido avance, cubriendo grandes distancias en poco tiempo, no significa una victoria, sino que representa una debilidad para el operativo militar. Las tropas aliadas son vulnerables a los ataques de las fuerzas de resistencia iraquí. El rápido despliegue no ha sido reforzado con efectivos y equipo, y las tropas no han sido abastecidas adecuadamente de municiones y alimentos.

Además el operativo ha estado salpicado de accidentes entre las propias filas. Un reportero de la agencia France Press, dijo que una unidad de Infantería de Marines estadounidenses, recibió varios impactos de granada accidentalmente por parte de las propias tropas. 37 soldados resultaron heridos, tres de ellos corren peligro de muerte.

No es la guerra relámpago que esperaba el Pentágono. Tal parece que la Operación Libertad Iraquí, será una larga campaña, de consecuencias por el momento incalculables.

Nota: Los datos sobre movimientos de tropas, víctimas y daños materiales se basan en su mayoría en informaciones de las partes en conflicto y por lo general no pueden ser corroborados por fuentes independientes.