Nueva explicación para los "lagos" subterráneos de Marte
30 de julio de 2021
Entre la comunidad de Marte ha habido escepticismo sobre la interpretación del lago debajo de los casquetes polares, pero nadie había ofrecido una alternativa realmente plausible, hasta ahora.
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Los reflejos brillantes detectados por el radar bajo el polo sur de Marte podrían no ser lagos subterráneos de agua salada líquida como se pensaba, sino depósitos de arcilla congelada, concretamente, silicatos de aluminio hidratados, o minerales de esmectita, según un nuevo estudio publicado en Geophysical Research Letters.
"Hasta la fecha, todos los trabajos anteriores solo podían sugerir la existencia de agujeros en el argumento de los lagos. Somos el primer trabajo que demuestra que otro material es la causa más probable de las observaciones", dijo el científico planetario Isaac Smith, del Instituto de Ciencias Planetarias y de la Universidad de York, en Canadá.
"Ahora, nuestro trabajo ofrece la primera hipótesis alternativa plausible, y considerablemente más probable, para explicar las observaciones de MARSIS", agregó.
Datos del MARSIS apuntan a un lago subterráneo
Durante décadas, los científicos han sospechado que el agua se esconde debajo de los casquetes polares de Marte, al igual que aquí en la Tierra. En 2020, un equipo de científicos observó algo extraño en los datos recogidos por MARSIS, la sonda de radar acoplada a Mars Express. Bajo el casquete polar sur de Marte, había una región que reflejaba fuertemente la señal del radar. El equipo descubrió que se trataba de una gran bolsa de agua líquida, un lago subterráneo.
Si estos lagos fueran restos de agua que alguna vez estuvo en la superficie, estos depósitos podrían haber albergado vida alguna vez y podrían seguir haciéndolo, señalaron los científicos en aquel entonces.
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Arcillas sólidas, una explicación más sencilla
Sin embargo, según segura Smith, teniendo en cuenta lo que se sabe actualmente sobre el Planeta Rojo y de lo frio que este es, para formar y mantener agua líquida en este punto de Marte puede ser necesaria una cantidad inverosímil de calor y sal.
"Las arcillas sólidas congeladas a temperaturas criogénicas pueden hacer las reflexiones. Nuestro estudio combinó la modelización teórica con las mediciones de laboratorio y las observaciones de teledetección", dijo.
"Los tres coincidieron en que las esmectitas pueden producir los reflejos y que las esmectitas están presentes en el polo sur de Marte. Es la trifecta: medir las propiedades del material, mostrar que las propiedades del material pueden explicar la observación y demostrar que los materiales están presentes en el lugar de la observación".
La arcilla esmectita, aclaró, está presente en casi el 50 por ciento de la superficie marciana, con una mayor concentración en el hemisferio sur, particularmente en las tierras altas del sur. El rover Curiosity ha examinado los depósitos de esmectita en el antiguo lecho de lago seco que explora.
"Me encanta resolver rompecabezas"
"Entre la comunidad de Marte ha habido escepticismo sobre la interpretación del lago, pero nadie había ofrecido una alternativa realmente plausible", dijo Smith a Space.com. "Así que es emocionante poder demostrar que algo más puede explicar las observaciones del radar y demostrar que el material está presente donde tendría que estar. Me encanta resolver rompecabezas, y Marte tiene un número infinito de rompecabezas".
Respecto a las abundantes pruebas de que hubo agua líquida en el polo sur marciano en épocas pasadas, hace más de 100 millones de años, Smith y su equipo creen que las arcillas de esmectita pueden haberse formado en esa época y haber quedado enterradas bajo el casquete polar sur.
Cualquier pérdida de hielo de la capa de arcilla se repondría a partir del casquete de hielo superior, o del suelo congelado inferior, por lo que permanece hasta hoy,según reporta ScienceAlert.
Los resultados coinciden con los datos de MARSIS
El equipo puso a prueba su hipótesis con muestras de arcilla de calcio-montmorillonita, que se sabe que abunda en Marte, congelándola a 230 Kelvin (alrededor de -43 grados Celsius) y midiendo su permitividad dieléctrica, la propiedad captada por el radar de penetración terrestre. Los resultados coinciden con los datos de MARSIS.
"La ciencia es un proceso, y los científicos siempre trabajan en pro de la verdad", dijo Smith a Space.com.
En el futuro, "me gustaría repetir las mediciones a temperaturas aún más frías y con un conjunto más diverso de arcillas", dijo. "Hay otros tipos de arcillas que se encuentran en Marte que sospecho que también pueden producir estos reflejos, y sería bueno hacer un seguimiento con ellas", agregó.
Editado por Felipe Espinosa Wang.
Estas son las tareas que tendrá Perseverance en Marte
El rover Perseverance de la NASA es más grande y pesado que sus predecesores. Los expertos esperan que llegue al Planeta Rojo el 18 de febrero de 2021.
Imagen: NASA/JPL-Caltech
Un nuevo rover para el Planeta Rojo
El vehículo de la NASA "Mars 2020 Perseverance" (que se ve en esta ilustración artística) es el rover más sofisticado que la agencia estadounidense ha enviado a Marte. Ingenuity,un verdadero experimento tecnológico, será la primera aeronave que intentará realizar un vuelo controlado en otro planeta. Perseverance amartizará en el cráter Jezero con Ingenuity atado al cinto.
Imagen: NASA/JPL-Caltech
Todo preparado
Los ingenieros de la NASA cargaron el Perseverance en el cohete Atlas V en julio de 2020. El cohete fue lanzado al espacio el 30 de ese mismo mes desde Cabo Cañaveral, en Florida (EE.UU.). Se espera que el rover llegue a Marte en febrero de 2021.
Imagen: NASA
Presentación al público
Así se veía el Perseverance cuando fue presentado al público en 2019. Su misión será apoyar al Curiosity, actualmente en funcionamiento, en su trabajo en el Planeta Rojo. El nuevo rover pesa un poco más de 1 tonelada y es, por lo tanto, 100 kg más pesado que su predecesor. Con 3 metros de longitud, también es 10 centímetros más largo, puede cargar más aparatos y su brazo es más fuerte.
Imagen: NASA/JPL-Caltech
Un pequeño dron
Perseverance lleva consigo un helicóptero, algo nunca antes probado en una misión planetaria. Se trata de un desafío totalmente nuevo para los investigadores. Será la primera vez que experimenten y recojan datos desde un vuelo en condiciones atmosféricas distintas a las de la Tierra, y con una gravedad que es un tercio de la nuestra.
Imagen: NASA/Cory Huston
El robot gigante
Curiosity es el predecesor de "Marte 2020" y, hasta el momento, el mayor y más moderno de todos los exploradores de Marte, en donde ya ha recorrido más de 21 kilómetros y sigue activo, gracias a una batería de isótopo radiactivo. Su energía es prácticamente inagotable. Curiosity es un laboratorio sobre ruedas.
Curiosity tiene un espectrómetro especial que puede analizar muestras con rayos láser desde la distancia. Una estación meteorológica integrada mide la temperatura, la presión atmosférica, la humedad, la radiación y la velocidad del viento. Además, el robot tiene una unidad de análisis para la determinación de compuestos orgánicos, con la búsqueda de vida extraterrestre como meta.
Imagen: NASA/JPL-Caltech/MSSS
Más que arañar la superficie
Curiosity ha demostrado que, en teoría, es posible que exista vida en Marte. Pero no la ha descubierto... todavía. El brazo del robot está equipado con un taladro de máxima potencia. Aquí, por ejemplo, se lo ve tomando muestras en Yellowknife Bay, dentro de cráter Gale.
Imagen: NASA/JPL-Caltech
Sistema de filtro
Toda muestra de suelo pasa por un sistema de filtro. Las partículas son luego ordenadas por vibración en diferentes tamaños de grano y distribuidas a los numerosos dispositivos de análisis.
Imagen: picture alliance/AP Photo/NASA
Pequeño predecesor
Los predecesores de Curiosity eran mucho más chicos. El 4 de julio de 1997 el pequeño rover marciano Sojourner dejó sus primeras huellas de neumáticos en la arena del Planeta Rojo. Era la primera vez que un robot móvil era dejado allí con sus propios equipos, como un espectómetro de rayos x para realizar análisis químicos, además de cámaras ópticas.
Imagen: NASA/JPL
Tamaños comparados
Tres generaciones de rover. El más pequeño es Sojourner. Con sus 10,6 kilos, no es mucho más grande que un automóvil de juguete. Su máxima velocidad: 1 centímetro por segundo. Opportunity pesa 185 kilos, casi como una silla de ruedas eléctrica. Curiosity, con sus 900 kilos, es como un auto pequeño. Los dos más grandes avanzan hasta 5 centímetros por segundo.
Imagen: NASA/JPL-Caltech
Casi cuatro meses de servicio
Sojourner avanzó unos 100 metros durante su vida y entregó información y fotografías hasta el 27 de septiembre de 1997. Esta es una de sus últimas imágenes, tomada nueve días antes de que la conexión radial se perdiera. Sojourner probablemente murió porque la batería no pudo soportar las gélidas noches marcianas.
Imagen: NASA/JPL
Tecnología de punta
Sin la experiencia de Sojourner, las siguientes tres misiones en Marte hubieran sido impensables. La NASA envió en 2014 dos robots idénticos, Spirit y Opportunity. Spirit logró recorrer 7,7 km en seis años. Este robot subió montañas, tomó muestras de suelo y sobrevivió al invierno y tormentas de arena. Opportunity sigue operando.
Imagen: picture alliance/dpa
Muchos refinamientos técnicos
Opportunity hizo un maratón de 42 kilómetros en 2015 y, a la fecha, ha recorrido mucho màs que Curiosity. Este robot tiene tres espectrómetros diferentes y cámaras 3D. En este momento se encuentra en el Valle de la Perseverancia. El mismo robot, después de más de 13 años de trabajo, ha demostrado ser perseverante, pues incluso sobrevivió a una tormenta de arena.
Imagen: picture-alliance/dpa
Paisajes marcianos similares a los terrestres
Esta imagen fue obtenida con una de las cámaras de Curiosity, un rover que -se espera- siga operando unos cinco años más, e incluso puede ser que más tiempo. La superficie de Marte no se ve tan inusual, pues trae a la memoria los desiertos de nuestro propio planeta. Quizás sea tiempo de ir personalmente hasta allá, ¿o mejor dejamos Marte alos robots?