La Fiesta de la Cerveza de Múnich, considerada uno de los mayores festejos populares del mundo, se clausuró después de 16 días con un déficit de visitantes y consumo de cerveza a causa del mal tiempo y el frío. De acuerdo a las informaciones de los organizadores, el tradicional "Oktoberfest" tuvo este año 5,9 millones de visitantes, frente a los 6,3 millones del año pasado. A pesar de esto, el alcalde de Múnich, Christian Ude, dijo que bajo las condiciones que se dieron, se puede considerar que la fiesta de la cerveza fue un éxito.

La baja de visitantes se hizo sentir igualmente en la cantidad de cerveza expendida, que este año fue de 5,5 millones de jarras, frente a 6,1 millones en 2003. El frío y la lluvia incrementaron por otra parte el consumo de "Glühwein", una bebida caliente dulce en base a vino tinto, de la que se vendieron 3.700 litros, cantidad comparable a la que se consume durante los días navideños, ya que esta bebida es típica para las fiestas de fin de año.

Esta vez la policía tuvo más trabajo que en años anteriores para mantener el orden. Se registraron 1.700 intervenciones de los agentes, generalmente para aplacar los ánimos de visitantes ebrios. Hubo 700 detenidos y varios demorados en celdas especiales donde quedaron hasta que se les pasara la borrachera.