Berlín: "okupas" de viviendas resisten intervención policial
17 de junio de 2021
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La casa de la calle Rigaer 94, con una treintena de viviendas, se ha convertido en emblema de la resistencia "okupa", muy activa en Berlín en los años 80. Situada en el barrio de Friedrichshain, la zona encarna el proceso de gentrificación de los barrios tradicionales de lo que fue el sector comunista, convertidos en terreno propicio para la especulación inmobiliaria.
Los ocupantes del emblemático bloque de viviendas situado en la calle Rigaer mantienen desde el miércoles (16.6.2021) su resistencia a una intervención de la Policía, que esta mañana rompió la puerta de acceso al edificio. El operativo policial se inició a primera hora de la mañana y está destinado a facilitar las tareas de una inspección sobre prevención de incendios.
Violentos enfrentamientos
Los ocupantes de la vivienda habían anunciado que dejarían ingresar a los efectivos del cuerpo de bomberos, pero no a las fuerzas de seguridad. Ya ayer se produjeron violentos enfrentamientos en las labores previas, después de que los "okupas" lanzaran todo tipo de objetos y pirotecnia mientras la Policía, que ha desplegado en la zona unos 350 efectivos, preparaba su operativo.
Mientras los habitantes de la casa plantaban cara a la Policía, en el exterior y alrededores del bloque se agrupaban simpatizantes de la izquierda radical, que levantaron barricadas y lanzaron asimismo objetos contra la Policía. Unos 60 agentes resultaron heridos, según fuentes policiales. Para hoy se ha reforzado la presencia policial y se prevé un operativo de hasta 1.300 efectivos. Los alrededores de la casa han quedado acordonados para impedir que se acerquen al inmueble los simpatizantes de los "okupas", como ha venido ocurriendo en anteriores intentos de desalojo.(efe/dpa)
Okupas en Río: así reclaman sus derechos los pobres
Río de Janeiro enfrenta una grave crisis habitacional. Los pobres son excluidos de la ciudad e incluso quedan fuera de las favelas más céntricas. ¿Alguien hace algo por ayudarlos?
Imagen: DW/S. Derks
Ocupar y jugar
Isabelle juega en un antiguo almacén en la famosa Rua da Lapa, en el centro de Río de Janeiro. Sus abuelos ocuparon la construcción hace más de treinta años. Con el tiempo construyeron muros, habitaciones y un bar, instalándose definitivamente en el lugar.
Imagen: DW/S. Derks
Decadencia colonial
En su mayoría, las viejas casas de estilo colonial que se erigieron en el siglo XIX fueron abandonadas. Muchas de ellas, cuando sus dueños portugueses murieron y no dejaron descendencia. Cada vez más pobres se van a vivir a ellas, mientras que los ricos de Río de Janeiro prefieren los nuevos edificios de apartamentos.
Imagen: DW/S. Derks
Hay que usar cada espacio
Muy a menudo las casas son subdivididas en pequeños compartimentos para acomodar en ellos a la mayor cantidad de personas posible. Este edificio destartalado cerca de la estación de metro Gloria es el hogar de unas 30 personas, que viven en 18 habitaciones que comparten una sola cocina.
Imagen: DW/S. Derks
Buscando un lugar tranquilo
Como consecuencia del aumento de los precios y la prolongada crisis económica que afecta a Brasil, en los últimos años la cantidad de personas sin hogar se ha triplicado en Río de Janeiro. En las noches, buscan un lugar tranquilo donde poder dormir, como vemos acá en Rua da Lapa.
Imagen: DW/S. Derks
Okupas organizados
A veces el acto de tomar u "okupar" un edificio se realiza de forma preparada y organizada, bajo el mando de instituciones sociales como Mariana Crioula, en la zona del puerto. Por más de siete años han estado presionando al gobierno para que construya departamentos para los menos favorecidos.
Imagen: DW/S. Derks
Esperando aprobación
Los 70 miembros de esta iniciativa pagan una contribución y esperan, algún día, obtener una casa propia. Cada dos semanas llevan a cabo reuniones. Sus propuestas, incluidos los esquemas realizados por arquitectos, han sido ya aprobadas por las autoridades, pero el paso final de liberar los fondos para que comience la construcción se está demorando.
Imagen: DW/S. Derks
Partir de cero
Quilombo da Gamboa es otro proyecto social que intenta el mismo proceso. Sin embargo, vivir aquí es estresante. "Hace unas pocas semanas hubo un incendio que destruyó parte del lugar. Vinieron los bomberos e intentaron sacarnos de acá a la fuerza. Como okupa, puedes perder tu casa en cosa de minutos", dijo Roberto a DW.
Imagen: DW/S. Derks
Peligro a la vuelta de la esquina
Roberto enumera los peligros de "okupar" un lugar. "Durante una ocupación anterior, la gente me convirtió en líder de facto. Pero la cohesión social se derrumbó cuando llegaron los traficantes de drogas y se hicieron cargo de todo", cuenta. Tras ser atacado con un arma, Roberto tuvo que escapar y empezar todo de nuevo con el Proyecto Quilombo da Gamboa.
Imagen: DW/S. Derks
Mala reputación
En Brasil, muchos proyectos sociales tienen mala reputación y son vistos por parte de la ciudadanía como organizaciones criminales, por estar relacionadas con gente pobre, ocupantes ilegales de casas, pandillas violentas y narcotraficantes.
Imagen: DW/S. Derks
Siempre atentos
Todos quienes se involucran con estas iniciativas concuerdan en que la vía al éxito está cimentada sobre la base de una estructura fuerte y efectiva. Una de las reglas es monitorear las 24 horas del día quién entra y sale de las casas. Creozlita Silva aparece acá en su turno de puerta en Manuel Congo, donde se construyeron apartamentos después de que los "okupas" tomaran el terreno.