Nada de fiestas lujosas ni grandes espectáculos pirotécnicos. En plena pandemia, 2021 está terminando con la misma falta de glamour que 2020. Con una sola diferencia: mientras que el año pasado fue Angela Merkel quien se dirigió, con una chaqueta dorada, a los alemanes, esta vez es Olaf Scholz quien informa desde la cancillería, y vistiendo un traje oscuro.

Scholz ganó las elecciones generales en septiembre con el SPD y desde diciembre gobierna en alianza con verdes y liberales. "La transición fluida, por momentos casi amistosa, del antiguo gobierno al nuevo ha tenido una gran aprobación en todo el mundo", dijo al comienzo de su discurso de Año Nuevo el nuevo canciller federal, y destacó con ello algo que, en realidad, no es algo que ocurra siempre ni se dé de forma natural.

La pandemia no quiere terminar

Scholz asumió el mando en tiempos difíciles. La cuarta ola de la pandemia aún no termina y ya la variante ómicron anuncia una quinta. Justo en un momento en que muchas personas están más que agotadas. "La pandemia, con sus molestias y restricciones, nos afecta hasta lo más profundo", afirmó el canciller.

Y el problema es que no hay esperanzas de que esto termine pronto. Más bien al contrario. "Hoy y en las próximas semanas regirán limitaciones más duras, también a los contactos privados", anunció Scholz, mirando al comienzo del nuevo año y las reuniones que esto suscita. "Por favor tomen en serio estas restricciones", pidió. El 7 de enero el canciller volverá a reunirse con los ministros presidentes de los estados federados para discutir nuevas medidas.

Llamado a vacunarse

Tener al coronavirus bajo control será el mayor desafío del nuevo año, dijo Scholz. Más de 30 millones de vacunas han sido inoculadas en Alemania desde mediados de noviembre. A fines de enero debe haber otras 30 millones de dosis más inyectadas. Por ello, Scholz hizo un llamado urgente a todos quienes aún siguen sin vacunarse. "Haga una cita con un centro de vacunación o un doctor o doctora. Aproveche también las oportunidades de vacunarse sin cita previa. Por favor no postergue esta decisión más tiempo", solicitó.

Quien ya se vacunó, debería "rápidamente inyectarse un refuerzo", agregó. "Ahora depende de la velocidad, tenemos que ser más rápidos que el virus", sostuvo el canciller.

A los enemigos de las vacunas les dijo que cualquier temor es infundado. Casi cuatro mil millones de personas en todo el mundo han recibido al menos una dosis "sin efectos secundarios importantes". Además, "numerosos vacunados se han convertido en padres de hijos sanos", explicó Scholz, respondiendo así a dos de los principales prejuicios contra la vacunación. "Los beneficios de la vacunación son realmente grandiosos", expresó.

Gracias al personal sanitario

En su alocución, el canciller alemán se dirigió expresamente a quienes luchan contra la pandemia en hospitales, centros de vacunación, consultorios médicos y comisarías, además de las fuerzas armadas. "Les doy las gracias por todo lo que hacen por nuestro país, por todos nosotros".

El canciller también se refirió, aunque de manera tangencial, a las protestas -a veces violentas- contra las medidas impuestas para contener la pandemia. "Por supuesto también hay distintas opiniones y valoraciones", sostuvo. Aunque a menudo eso es agotador, una comunidad fuerte sabe sobrellevar las contradicciones "cuando nos escuchamos y nos respetamos unos a otros", explicó.

Un país sin divisiones

De una división en la sociedad el socialdemócrata no quiere saber nada. "Quiero decirles acá con toda claridad: lo correcto es precisamente lo contrario. Nuestro país se mantiene unido". Él ve en todas partes "una enorme solidaridad, una disposición abrumadora para ayudar".

Esto se pudo apreciar, por ejemplo, después de la devastadora inundación que afectó el verano pasado a parte del país. Tras la tragedia que asoló a Renania del Norte-Westfalia, Baviera y Renania Palatinado, las personas se unieron, ayudaron, limpiaron y comenzaron juntas a reconstruir.

Protección del clima como gran desafío

También es necesaria una acción conjunta para que Alemania alcance sus objetivos climáticos y se independice del carbón, el petróleo y el gas en menos de 25 años. "Es una tarea enorme", dijo Scholz. "Para poder hacer frente a ello, estamos iniciando fuertes inversiones en nuevas redes eléctricas, en estaciones de carga para coches eléctricos, en turbinas eólicas, vías ferroviarias y mucho más". Eso traerá "prosperidad y buenos empleos", aseguró el canciller.

Sin embargo, los progresos necesarios para lograr "un mundo mejor" no puede hacerlos un solo país, y solo serán posibles si la comunidad internacional trabaja como un todo. En enero de 2022 Alemania toma la presidencia del G7, un espacio de naciones ricas donde Berlín quiere hacer de la protección del clima una prioridad.

Precisamente el G7 ha amenazado a Rusia con "enormes consecuencias" en caso de que Moscú decida invadir Ucrania, como muchos temen. Es probable que este tema también ocupe al cancillera. "La inviolabilidad de las fronteras es valiosa e innegociable", recalcó Scholz en su primer discurso de Año Nuevo.

(dz)