OMS: Hay 124 millones de niños con obesidad en el mundo
11 de octubre de 2017
El número de niños y adolescentes obesos se ha multiplicado por diez en los últimos 40 años en el mundo.
Publicidad
Mientras que en 1975 había unos 11 millones de personas de entre cinco y 19 años obesas, el año pasado eran 124 millones, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además hay otros 213 millones de niños y jóvenes con sobrepeso, señala el texto de la OMS y del Imperial College de Londres con motivo del Día Mundial de Lucha contra la Obesidad (11 de octubre). El 90 por ciento del aumento se debe a que hay muchos más niños con sobrepeso, y sólo un 10 por ciento al crecimiento de la población, señala el autor principal, Majid Ezzati, del Imperial College.
En los países de ingresos altos las cifras no han seguido aumentando, pero se mantienen en un nivel muy alto. Pero el incremento es alarmante en los países pobres y de ingresos medios, entre ellos en naciones muy pobladas como China e India.
Debido al crecimiento de la población, en la actualidad hay a nivel mundial más niños que hace 40 años, pero el aumento del sobrepeso y la obesidad son muy claros a nivel porcentual. La OMS destaca que en 1975 menos de un uno por ciento de los niños y adolescentes tenían sobrepeso, mientras que hoy la cifra es de casi el seis por ciento de las niñas y casi el ocho por ciento de los niños.
Recomendaciones de la OMS: comida sana y deporte
La OMS da recomendaciones para acabar con la obesidad en la niñez: las instituciones de todo el mundo deben informar a las familias mejor sobre los hábitos alimenticios saludables; animar a las madres a dar el pecho de forma exclusiva al menos durante seis meses; ofrecer comida sana en los comedores escolares y crear más oportunidades para que los niños hagan deporte.
Una persona con sobrepeso a los 60 años en general aumentó cuando tenía 20, escribe Ezzati. Las futuras generaciones ya habrán tenido sobrepeso en la niñez. "Cuanto más tiempo la gente tiene sobrepeso, más problemas de salud tiene", asegura.
La obesidad aumenta el riesgo de enfermar de cáncer
Entre los riesgos asociados al exceso de peso se cuentan la diabetes, el cáncer o los ictus, y en el caso de los niños el acoso escolar y la exclusión en la adolescencia, aseguró Bull. Los costes de los programas de prevención son mucho menores que los del tratamiento de los problemas ocasionados por el sobrepeso.
El sobrepeso y la obesidad dependen sobre todo en los niños fuertemente de la edad, el sexo y la región. Los expertos detectaron el mayor porcentaje de obesidad entre los jóvenes en el sur del Pacífico y en los países anglosajones de altos ingresos como Estados Unidos y Australia.
En la población general, de todas las edades, el sobrepeso y la obesidad se ha más que duplicado entre 1980 y 2014, según estudios anteriores de la OMS. Para establecer estos parámetros se tiene en cuenta el índice de masa corporal (IMC), que se calcula dividiendo el peso por la altura al cuadrado. Un IMC de 25 es normal, de entre 25 y 30 hay sobrepeso y a partir de 30, obesidad.
Para el estudio los autores analizaron el peso y altura de casi 130 millones de personas, entre ellas 31,5 millones de entre cinco y 19 años.
Paralelamente al problema del crecimiento de la obesidad, hay 192 millones de niños de entre cinco y 19 años que sufren bajo peso, subrayan también los expertos. La cifra retrocede muy lentamente. Sin embargo, de continuar la tendencia actual, en cinco años habrá más niños con sobrepeso que con bajo peso.
CP (efe, rtr, dpa)
Diez consejos para adelgazar
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 2.300 millones de personas en todo el mundo sufren de sobrepeso, consecuencia de la mala alimentación y la falta de movimiento. Diez consejos para adelgazar.
Imagen: Colourbox
Evitar las dietas exprés
Las dietas rápidas prometen perder mucho peso en poco tiempo. Pero lo que se elimina es sobre todo agua y masa muscular, en lugar de grasa. Esta es almacenada doblemente, al final de la dieta, para combatir tiempos de escasez. Las dietas exprés tienen además efectos secundarios, como dolores de cabeza, náuseas o halitosis. Lo único efectivo a largo plazo es un cambio de hábitos alimentarios.
Imagen: Colourbox
Ingerir frutas y verduras
Quien quiera adelgazar y mantener el peso, debería incluir sobre todo frutas y verduras en su dieta. La mayoría de vegetales y frutas contienen muchas vitaminas y minerales, tienen un alto contenido en agua y pocas calorías. Además hay que beber mucha agua porque estimula el metabolismo. Algo que también se puede aplicar a las comidas picantes.
Imagen: Colourbox
Reducir todo lo que engorda
La mayor culpable del aumento de peso no es la grasa, sino sobre todo hidratos de carbono, como las harinas refinadas, los alimentos precocinados y todos aquellos productos ricos en azúcar o fructosa. Sin olvidar las bebidas edulcoradas y la comida rápida. Y no olviden el alcohol: tiene el doble de calorías que las proteínas o el azúcar.
Imagen: Colourbox
Cambiar los hábitos alimentarios
Una simple medida que puede contribuir al éxito de la dieta: tome regularmente tres comidas diarias, haciendo del desayuno la comida más abundante. Además cuanto más lentamente coma, más rápidamente tendrá sensación de saciedad. Deje de comer cuando le parezca haber alcanzado un nivel de saciedad del 80%. Y utilice platos pequeños: así tendrá la impresión de no comer demasiado poco.
Imagen: Colourbox
Hacer ejercicio
No hay adelgazamiento posible sin ejercicio. El movimiento eleva el consumo de energía y quema grasa. Los principiantes pueden comenzar practicando la marcha a paso ligero o la gimnasia en el agua, dos ejercicios de poco impacto para la columna y las articulaciones. Luego se puede pasar a deportes de resistencia, como correr, montar en bicicleta o nadar. Al menos 30 minutos, tres veces por semana.
Imagen: Colourbox
Dormir lo suficiente
Dormir poco produce apetito. La falta de sueño provoca un trastorno hormonal que a su vez aumenta el ansia de comer y ralentiza el metabolismo. La leptina, que desencadena la sensación de saciedad, desciende, mientras que se eleva el nivel de hormonas del apetito como la orexina y la grelina. Quien quiera perder peso debe, por tanto, dormir lo suficiente.
Imagen: Colourbox
Bañarse con agua fría
Los baños fríos ayudan a quemar grasas, y por consiguiente a adelgazar. El agua fría ataca sobre todo al tejido adiposo marrón de los muslos, caderas y nalgas, pues estimula inmediatamente el metabolismo. La temperatura del agua debe descender de los 20 grados iniciales a los 15 grados. Pero no bajar de este nivel. Un baño de 15minutos por la mañana mantiene el metabilismo hiperactivo todo el día.
Imagen: Colourbox
Desarrollar los músculos
La masa muscular representa el 40% del peso corporal y consume, aún en estado de reposo, tres veces más calorías que el tejido adiposo. Los músculos queman calorías durante todo el día y son por eso, uno de los principales factores para eliminar grasas. Los músculos bien desarrollados queman más grasa que los faltos de entrenamiento. Por eso a más masa muscular, mayor combustión de grasas.
Imagen: Colourbox
Reducir el estrés
El estrés es uno de los principales factores psíquicos para engordar. Por eso la reducción del estrés es un buen consejo para adelgazar. Las hormonas del estrés afectan a la regulación del apetito y pueden provocar verdaderos ataques de glotonería, aunque el cuerpo no tenga ninguna necesidad de sustancias nutritivas. Por eso, una vida sin estrés es un buen remedio contra la obesidad.
Imagen: Colourbox
No comprar con hambre
Quien va a comprar con hambre puede estar seguro de que meterá en la bolsa de la compra muchos productos incompatibles con el menú de una dieta. Por eso, es mejor ir a comprar después de haber comido. Con el estómago lleno siempre es más fácil resistir a las numerosas tentaciones gastronómicas.