OMS y coronavirus: pandemia está “lejos de haber terminado”
12 de julio de 2022
La Organización Mundial de la Salud expresó su preocupación por el avance de subvariantes que vuelven a presionar los sistemas de salud y pidió reforzar las medidas de higiene.
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La pandemia del coronavirus está "lejos de haber terminado”, dijo este martes (12.07.2022) el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus. "Nuevas oleadas del virus demuestran una vez más que el covid-19 está lejos de haber terminado", declaró Tedros en una conferencia de prensa en Ginebra (Suiza).
"A medida que aumentan las hospitalizaciones y la transmisión de covid-19, los gobiernos deben implementar medidas como el uso de mascarillas, una ventilación mejorada y protocolos de detección y tratamiento", añadió. Debido precisamente a la prevalencia de la pandemia, el Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional de la OMS decidió el viernes seguir considerando al coronavirus como una emergencia de salud pública de preocupación internacional.
Esta decisión se debe a que los casos de siguen incrementándose cada semana debido, en gran parte, a las subvariantes BA4 y BA5 de ómicron, así como por el levantamiento de las restricciones en muchas partes del mundo. "Nos encontramos en una mejor posición que al inicio de la pandemia, pero el virus sigue circulando a sus anchas. Me preocupa que las muertes sigan en una tendencia al alza”, recalcó Tedros.
Aumentan los casos de viruela del mono
El aumento de casos también se está traduciendo en una presión sobre los sistemas sanitarios. Asimismo, la OMS recordó que la evolución del virus es "incierta e impredecible”. "Los sublinajes son unas variantes de preocupación porque están aumentando su presencia. Cuanto más circula el virus, más oportunidad tiene de mutar", explicó la epidemióloga líder de la OMS, Maria Van Kerkhove.
En tanto, la OMS reportó que en los últimos seis días se detectaron alrededor de 3.000 casos adicionales de viruela del mono en el mundo, con lo cual la cifra total de positivos se eleva ya a 9.200 confirmados en laboratorios de 63 países. Las muertes causadas por el brote se mantiene en tres, pero el virus se extendió a otros cuatro países.
El Comité de Emergencia de la OMS para este brote se reunirá la próxima semana por segunda vez para analizar la evolución a nivel global y determinar si se mantiene el nivel de riesgo "moderado" que se le asignó en la última asamblea.
DZC (EFE, AFP, Europa Press)
Coronavirus, SARS y otros virus, bajo el microscopio
Utilizando microscopios electrónicos, científicos lograron imágenes sorprendentes del SARS-CoV-2. También otros virus fueron fotografiados. Una mirada a los patógenos que causan enfermedades como el COVID y el MERS.
Imagen: Peter Mindek/Nanographics/apa/dpa/picture alliance
El virus coronado
Así se imagina el SARS-CoV-2 Andrej, un niño ruso de 10 años Este coronavirus, causante del COVID-19, mantiene al mundo en vilo desde hace casi dos años. El nombre de coronavirus, que designa a un tipo de patógenos, se empleó por primera vez en 1968 y alude a las proteínas de espiga en la superficie del virus.
Imagen: Andrej
La imagen real
Así se ve en realidad el nuevo coronavirus. Cada partícula de SARS-CoV-2 tiene un diámetro de aproximadamente 80 nanómetros y contiene ARN, el código genético del virus. Este es protegido por las proteínas de espiga, que recubren su superficie. El SARS-CoV-2 es un miembro de la familia de los coronavirus, entre los que se encuentran también los causantes de los brotes de SARS y MERS.
Imagen: Peter Mindek/Nanographics/apa/dpa/picture alliance
Transmisión por el aire
Las partículas de SARS-CoV-2 se transmiten por medio de los aerosoles que exhala una persona infectada. Por eso, las mascarillas son un elemento importante para evitar la propagación. No obstante, también pueden propagarse a través de superficies contaminadas. Por esta razón, es fundamental lavarse las manos meticulosamente.
Imagen: AFP/National Institutes of Health
El ataque a las células
Las proteínas de espiga se fusionan con una proteína de la membrana de la célula afectada (en verde en la foto). Eso desencadena reacciones químicas, lo que permite al virus penetrar en la célula, donde se replica su ARN. Una única célula puede reproducir decenas de miles de nuevas partículas del virus (aquí, en color lila), que luego infectan a otras células del cuerpo.
Imagen: NIAID/ZUMAPRESS.com/picture alliance
Primer contacto
También esta imagen de una célula (en azul) infectada con partículas de SARS-CoV-2 (en rojo) fue captada con un microscopio electrónico. El virus que ha originado la pandemia no es muy diferente de aquellos que provocan una gripe o un resfriado. Pero antes de 2019, el sistema inmunitario humano nunca había entrado en contacto con el SARS-CoV-2, razón por la cual nadie había desarrollado inmunidad.
Imagen: NIAID/Zuma/picture alliance
SARS-CoV-1: el primer brote de coronavirus del siglo XXI
La primera confrotación de la humanidad con un coronavirus en este siglo se produjo en China, en 2002. En marzo de 2003 hubo tantos casos que la Organización Mundial de la Salud lanzó una advertencia global de una gripe atípica. El SARS (severe accute respiratory syndrome) se propagó en unos 30 países. No en todos hubo muertos. En julio de 2003, la OMS declaró que la pandemia estaba controlada.
Imagen: picture-alliance/dpa/Center of Disease Control
MERS-CoV, otro coronavirus
En 2012, investigadores descubrieron un nuevo coronavirus: el MERS-CoV (en amarillo).
Las muestras correspondían a pacientes que sufrían una nueva enfermedad similar a la gripe, que luego se conoció como MERS (Middle East respiratory syndrome) por la región en que surgió por primera vez. El MERS es menos contagioso que el COVID-19. Suele propagarse en las familias o centros de atención sanitaria.
Imagen: picture-alliance/AP/NIAID-RML
VIH: La otra pandemia
El VIH ataca, entre otras, las células T del sistema inmunitario (en azul). Como el SARS-CoV-2, es un virus basado en el ARN. Sin tratamiento, debilita el sistema inmunitario hasta que no puede defenderse de infecciones. El VIH se transmite a través de fluidos corporales, como el semen o la sangre. No hay vacuna, pero sí medicamentos que reducen la carga viral e impiden que el SIDA se manifieste.
Imagen: Seth Pincus/Elizabeth Fischer/Austin Athman/National Institute of Allergy and Infectious Diseases/AP Photo/AP Photo/picture alliance