ONG: Estado de El Salvador "sigue amparando la impunidad"
21 de marzo de 2024
'Tutela Legal' y la Comisión de DD. HH. aseguraron que los crímenes de guerra siguen impunes en el país centroamericano.
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Representantes de las organizaciones Tutela Legal María Julia Hernández y la Comisión de Derechos Humanos de El Salvador (CDHES) aseguraron este miércoles (20.03.2024) que la impunidad persiste en los casos de asesinatos, desapariciones y torturas, perpetrados durante el conflicto armado interno (1980-1992) y que el Estado salvadoreño "ampara" a criminales de guerra.
Los 12 años de guerra civil -en la que se enfrentaron la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ahora partido de oposición, y el Ejército salvadoreño, financiado por Estados Unidos- terminaron con un saldo de unas 75.000 personas muertas, 8.000 desaparecidas y cientos de masacres.
Ovidio Mauricio, de Tutela Legal, señaló en una conferencia de prensa que, después de varias décadas de finalizado el conflicto armado, el Estado salvadoreño "sigue amparando la impunidad de los victimarios y olvidando a las víctimas".
En el marco del 31 aniversario de la emisión del Informe de la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas en El Salvador, el activista agregó que las causas que provocaron la guerra persisten y que "nuestra sociedad no puede renunciar a la memoria que nos dice hacia dónde no debemos regresar". Además, dijo que "las dictaduras, el militarismo y las violaciones generalizadas de derechos humanos no deben regresar y por eso reiteramos que el Estado salvadoreño sigue en deuda con las víctimas que continúan exigiendo verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición".
Alejandro Díaz, también de Tutela Legal, señaló que entre los casos emblemáticos de la guerra están la masacre de unas mil personas, en diciembre de 1981, en la remota localidad de El Mozote y el asesinato del religioso ahora santo de la Iglesia católica, Óscar Arnulfo Romero.
En julio de 2016, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia anuló la ley de amnistía de 1993 y -con esto- abrió las puertas para juzgar los delitos de lesa humanidad perpetrados en la guerra civil, la mayoría por el Ejército. No obstante, ningún hecho de los que actualmente están siendo ventilados en juzgados salvadoreños ha llegado a condena penal.
ama (efe, la prensa gráfica)
Óscar Romero, el santo de los pobres y las víctimas de la violencia en América Latina
El salvadoreño Óscar Romero, asesinado en 1980, fue canonizado en octubre de 2018 en El Vaticano. Romero es un ícono de la teología de la liberación, insultada como “comunista”, pero movida por el servicio a los pobres.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Rivera
Lo mataron, pero no pudieron callar sus denuncias
Romero, beatificado en 2015, denunciaba en sus homilías los ataques de los cuerpos de seguridad contra la población civil. Fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un escuadrón de la extrema derecha mientras oficiaba misa en el hospital Divina Providencia de San Salvador, en días previos al estallido de la guerra civil (1980-1992). Su muerte no acalló las denuncias, las hizo más fuertes.
Imagen: Adveniat
Naciones Unidas: "Día Internacional del Derecho a la Verdad"
En El Salvador, Óscar Arnulfo Romero es venerado como héroe nacional y paladín de la paz y la Justicia. En 2011, el entonces presidente estadounidense Barack Obama se arrodilló ante la tumba del "obispo de los pobres". La ONU declaró el 24 de marzo, fecha del asesinato de Romero, como "Día Internacional del Derecho a la Verdad".
Imagen: Getty Images/Bettmann Archive
El Vaticano dejó de verlo como a un “comunista”
Tras el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, a fines de 2014, Francisco emitió una señal de reconciliación: monseñor Romero dejó de ser considerado un “revolucionario” o “comunista” y pasó a ser visto como un adalid de los derechos humanos. “También alguien que defiende a los pobres con su vida es un santo”, comentó en esa ocasión el teólogo de la liberación Leonardo Boff a DW.
Imagen: Museo de la Palabra y la Imagen, El Salvador
El mensaje de Romero sigue calando
Con Óscar Romero “pasa una cosa curiosa, y es que cuanto más tiempo transcurre, más gente se entusiasma con él, más gente lo sigue, lo ama, se emociona con su historia, con su figura”, decía el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa. En toda Centroamérica Romero ya es visto como “un santo de las Américas”.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Rivera
Un mensaje irrefutable: “La Iglesia tiene que vivir para los pobres”
También en Alemania dejó sus huellas, inspirando la creación de organizaciones como la Iniciativa Cristiana Romero (ICR). “Es un ejemplo de solidaridad con los pobres. Ser solidario con los pobres significa darles una voz y apoyar las demandas de los países del sur”, explica a DW Anne Nibbenhagen, de la asociación civil alemana Iniciativa Cristiana Romero.
Imagen: Adveniat
Peregrinos, prelados y juventud
Miles de salvadoreños viajaron al Vaticano para presenciar el acto de canonización de monseñor Óscar Arnulfo Romero. El beato Romero fue canonizado junto a Pablo VI durante un Sínodo de Obispos.
Imagen: Adveniat
Reconciliando a la sociedad
Óscar Romero ha sido una figura reconciliadora de la sociedad salvadoreña. Por un lado, Anne Nibbenhagen, de la Iniciativa Cristiana Romero (ICR), celebra la decisión del Vaticano de canonizar al arzobispo. Por otro, teme que al presentar a Romero como el santo "unificador", se acabe la cuestión de la culpabilidad, en lugar de seguir investigando a los responsables de la violencia y sus causas.
Imagen: Adveniat
Una historia de impunidad
Una Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas ha señalado como autor intelectual del asesinato al fundador del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Roberto D'Aubuisson. No obstante, la Ley de Amnistía, aprobada en 1993, ha impedido que sea juzgado por el crimen. Romero representa a las más de 70.000 víctimas de la guerra civil salvadoreña.
Imagen: Adveniat
Difamaciones en El Salvador, ataques desde El Vaticano
“Él no quería ser político, no le interesaban las ideologías. Solo quería acabar con la violencia y abogar por la justicia. Un mensaje muy actual”, dice el biógrafo Giuseppe Morozzo Della Rocca. “Romero fue difamado como "suversivo" por la oligarquía salvadoreña que informaba a Roma. El prefecto de la Congregación de la época, el cardenal Sebastiano Baggio, lo atacó hasta su asesinato en 1980.
Imagen: picture-alliance
Morir, para convertirse en semilla
Óscar Romero fue asesinado a tiros en el altar, por orden de poderosos políticos. Un crimen que antecedió a la guerra civil entre fuerzas de seguridad, escuadrones de la muerte de ultraderecha y grupos guerrilleros de izquierda. Romero sabía del peligro. Justo antes de su muerte había dicho en su sermón: “El que no asume los peligros de la vida, como la historia nos exige, perderá la vida”.
Imagen: Adveniat
Saludo del Papa, impulsor de la canonización
"A los jóvenes reunidos en días felices por la canonización de monseñor Romero, un saludo grande y mi bendición. Y por favor no se olviden de rezar por mí", pide Francisco. La petición del Papa permite intuir las grandes dificultades para lograr la canonización de un religioso como Romero, cuya misión por los pobres generó un fuerte rechazo en las más altas esferas de la jerarquía católica.
Imagen: pictrue-alliance/dpa/AP/M. Kulbis
Origen modesto
Óscar Arnulfo Romero y Galdámez había nacido en Ciudad Barrios (El Salvador) el 15 de agosto de 1917 y fue asesinado el 24 de marzo de 1980 en San Salvador. Su padre se llamaba Santos y su madre Guadalupe. Una familia modesta. Su padre era telegrafista; su madre ama de casa. Romero vivió la II Guerra Mundial. Fue ordenado sacerdote el 4 de abril de 1942. En la imagen, su tumba en San Salvador.