ONU: 110 personas murieron en ataque armado en Nigeria
29 de noviembre de 2020
Aunque el reporte no menciona al grupo Boko Haram, testigos aseguran que fueron combatientes de esa milicia radical islámica quienes perpetraron los asesinatos en el estado de Borno.
Publicidad
Un balance entregado este domingo (29.11.2020) por Naciones Unidas asegura que en el ataque armado lanzado contra los arrozales de la aldea de Koshobe, en Nigeria, fueron asesinados al menos 110 civiles. Esta cifra más que duplica a la entregada la jornada anterior por autoridades y testigos de esa región. Estos últimos acusaron al grupo radical islamista Boko Haram de estar tras los hechos.
"Hombres armados llegaron en motocicletas y llevaron a cabo un brutal ataque contra hombres y mujeres que trabajaban en los campos de Koshobe. Al menos 110 civiles murieron cruelmente y muchos más resultaron heridos", dijo el coordinador humanitario de la ONU en Nigeria, Edward Kallon, quien no mencionó a Boko Haram como responsable del ataque. Ese grupo lanza cruentos atentados desde hace más de 10 años y controla parte del territorio.
Kallon agregó que estaba "horrorizado” por la magnitud de lo ocurrido y que había informes que hablaban de mujeres secuestradas por los radicales. Según el funcionario, se trata del "ataque directo más violento contra civiles inocentes" en lo que va del año, aunque "desafortunadamente, es uno de los muchos ataques de este tipo contra agricultores, pescadores y familias que intentan recuperar alguna oportunidad de ganarse la vida después de más de una década de conflicto".
"Asesinatos sin sentido”
El sábado, miembros de una milicia de autodefensa informaron a la agencia AFP que el balance preliminar hablaba de 43 agricultores muertos. "Es sin duda la obra de Boko Haram, que opera en la región y ataca con frecuencia a los agricultores”, afirmó Babakura Kolo, responsable de ese grupo de combatientes progubernamentales. Kolo agregó que los milicianos amordazaron y degollaron a estos trabajadores agrícolas, que faenaban en arrozales, no lejos de Maiduguri, capital del estado de Borno.
Esas 43 víctimas fueron enterradas esta misma jornada en el pueblo vecino de Zabarmari, en presencia del gobernador de Borno, Babaganan Umara Zulum. La búsqueda de otras víctimas continuaba este domingo en esas aguas pantanosas y de difícil acceso. Entre las víctimas había decenas de trabajadores agrícolas del estado de Sokoto, a unos 1.000 km al oeste, que habían viajado al noreste para encontrar trabajo en los arrozales.
La presidencia de Nigeria "condenó", en un comunicado emitido la noche del sábado, "el asesinato por terroristas de estos agricultores dedicados a su trabajo. "El país entero está herido por estos asesinatos sin sentido", añadió.
DZC (EFE, AFP, dpa)
Exrehenes de Boko Haram: "Todavía duele"
Casi 300 mujeres que fueron liberadas de las garras de Boko Haram viven por ahora en campamentos para refugiados, pero su sufrimiento aún no terminó. Desde Nigeria, Jan-Philipp Scholz nos ofrece estas imágenes.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Sonrisas ausentes
“Aquí uno enseguida se da cuenta de una cosa: los niños no sonríen”, cuenta un ayudante en el campamento de refugiados de Malkohi, cerca de la ciudad nigeriana de Yola. Allí viven cerca de 300 personas que fueron liberadas la semana pasada de las garras de la organización terrorista Boko Haram. Casi la mitad de ellas es menor de 18 años. Uno de cada tres niños está subalimentado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Solo pude abrazar a mi hija"
Lami Musa es la madre de la habitante más joven del campamento. La semana pasada dio a luz a una niña, y unos días más tarde fue rescatada por soldados. Durante la liberación, los terroristas mataron a varias mujeres. “Solo pude abrazar a mi hija contra mi pecho y cubrirla para protegerla”, recuerda Lami Musa.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Halima perdió un hijo
Halima Hawu tuvo menos suerte: uno de sus tres hijos fue atropellado y murió mientras los terroristas la secuestraban. Durante la liberación de los rehenes, un soldado le disparó en la pierna mientras un miembro de Boko Haram la usaba –como a tantas otras mujeres- como escudo humano. “Todavía duele, pero tal vez ya pasó lo peor”, espera Halima.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Casi no hay alimentos para los niños
Durante seis meses, Babakaka, de tres años, tuvo que vivir con los miembros de Boko Haram. Solo algunas veces había suficiente comida para los niños, cuentan las madres. Cuando lo liberaron, el niño estaba por morir de inanición, y ahora sigue estando muy débil. En el campamento no se le pudo dar el tratamiento médico adecuado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Escapar a pesar de todo
La madre de Babakaka fue transportada con cerca de otros 20 heridos graves al hospital cercano, en Yola. Uno de los rehenes que caminaba delante de ella pisó una mina terrestre. La explosión fue tan fuerte que la mujer perdió al bebé que traía amarrado a su cuerpo y sufrió heridas de gravedad
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Falta personal médico
A excepción de algunas donaciones de ropa usada, aún no ha llegado demasiada ayuda internacional para las mujeres y niños en el campamento de Malkohi. Les falta de todo, especialmente personal médico. No hay ningún médico, sino solo dos enfermeras y una partera que tratan de ayudarlos en lo que pueden.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Importante ayuda de voluntarios
“No entiendo por qué nuestras autoridades responsables de casos de emergencia no hacen nada”, se queja la trabajadora social Turai Kadir, que logró que una especialista en niños subalimentados se hiciera cargo de ellos en el campamento. “En realidad, es tarea de NEMA, la oficina nigeriana para ayuda en casos de catástrofe, pero sus capacidades han sido superadas”, explica.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Resistencia increíble"
Regina Musa volvió hace poco de EE: UU. para enseñar Psicología en la Universidad de Yola. Ahora ayuda a asesorar a mujeres y niños. “Las mujeres han demostrado una resistencia increíble a la adversidad”, dice Musa, y cuenta que muchas incluso se ocuparon de niños de otras mujeres durante su cautiverio. “Tenemos que lograr que entiendan lo que fueron capaces de hacer”.