ONU alerta sobre "niños de la calle" en el Cuerno de África
15 de enero de 2019
Miles de niños intentan cada año completar el viaje desde Etiopía y otros países del Cuerno de África a la Península Arábiga, y muchos acaban viviendo en la calle y trabajando en la ciudad portuaria de Yibuti.
Imagen: picture-alliance/Yannick Tylle
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El informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), presentado este martes (15.01.2019), financiado por la Unión Europea, ha estudiado las vidas de 1.137 de estos niños en Yibuti y muestra cómo muchos de ellos se ven forzados a mendigar, trabajar de limpiabotas o lavacoches, o incluso prostituirse, viviendo situaciones límite.
La OIM, organización perteneciente a las Naciones Unidas, calcula que en 2018 unos 150.000 migrantes llegaron al Yemen -un país en guerra- a través del Mar Rojo en busca de trabajo en Arabia Saudí y otros países de la región, un número que ya alcanza las cifras anuales de migración por el Mediterráneo hacia Europa.
Un 20 por ciento de estos migrantes son menores de edad, que como los adultos hacen frente a "un largo viaje, a menudo a pie, y están expuestos a la deshidratación, las enfermedades y los abusos de los derechos humanos, entre ellos el tráfico de personas", destacó este martes el portavoz de la OIM Joel Millman al presentar el estudio.
Imagen: picture-alliance/Ton Koene
Yibuti, uno de los lugares más secos y calurosos del planeta, es uno de los principales lugares de paso para estos migrantes, y muchos de ellos, incluidos niños, quedan "atrapados" en su capital homónima, sin acceso a transporte marítimo, y se ven forzados a trabajar en el pequeño país del Cuerno de África.
El informe recoge casos como el de un menor que gana 56 dólares mensuales trabajando en un restaurante y envía casi todo ese dinero a su familia en Etiopía, entre otros muchos testimonios.
"Trabajé para una familia durante cuatro años, limpiando y cocinando para ellos, y cuando dejaron de pagarme me fui y comencé a vivir en la calle", cuenta en el estudio una joven de 17 años. "Duermo en la playa, no he podido encontrar ningún trabajo y quiero dejar esta vida pero no tengo a dónde ir", añade.
Otro menor, de 16 años, cuenta cómo caminó durante un mes para llegar desde Etiopía a Yibuti, sobreviviendo con la comida que mendigaba, y ahora malvive con empleos esporádicos que no siempre son fáciles de encontrar.
CP (efe, ap)
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Los niños wayuu de Colombia, víctimas de la corrupción y la sequía
El cambio climático tiene consecuencias dramáticas para el pueblo de los wayuu en Colombia. La falta de agua es una de las principales razones detrás de las 45 muertes de niños wayuu en 2016, además de la corrupción.
Imagen: DW/F. Abondano
Hambre, sed y desolación
El hambre y la sed azotan a los indígenas wayuu en La Guajira, Colombia. Rosario Epiayú es sorda de nacimiento. Su hijo menor, Andrés David, sufrió de desnutrición cuando tenía 3 años y ahora le cuesta mucho caminar. Su hermano menor de 6 años ya lo supera en altura.
Imagen: DW/F. Abondano
Curiosidad y amabilidad
Los niños Wayuu son curiosos por naturaleza, además de ser muy amables con quienes los visitan.
Imagen: DW/F. Abondano
45 niños murieron por desnutrición en 2017
Si un wayuu fallece fuera de su territorio, es responsabilidad de su familia llevarlo al cementerio de su comunidad. Solo en 2017 han fallecido 45 niños wayuu por desnutrición, según el Instituto Nacional de Salud de Colombia. En el primer trimestre de 2018 ya fallecieron 16 niños más.
Imagen: DW/F. Abondano
Los wayuu, apartados de la civilización
Los wayuu viven en rancherías, territorios apartados de la civilización, sin servicios públicos básicos como alcantarillado o luz eléctrica.
Imagen: DW/F. Abondano
Nelly y su nieta
Nellys Epinayú y su nieta Yesuris van a buscar agua, el pozo más cercano está a 5 kilómetros.
Imagen: DW/F. Abondano
Mortalidad materna
Nellys Epinayú cuida a sus 3 nietas. Su hija Teresa falleció tras el parto de Marialtamira, su nieta más pequeña. “Fue la fiebre; le daba agua y no se le bajaba. Duró varios días así, y luego se fue”.
Imagen: DW/F. Abondano
Tanques de agua
Es común ver en las rancherías enormes tanques de agua. los Wayuu que tienen dinero suficiente pagan a camiones que atraviesan el desierto cargando el líquido. Llenar un tanque cuesta alrededor de 4 dólares.
Imagen: DW/F. Abondano
Yesuris
Yesuris es la nieta mayor de Nellys. Es responsable de cuidar a sus hermanas menores y de ayudar con las labores de la casa.
Imagen: DW/F. Abondano
Nellys y Yailyn
Nellys y Yailyn descansan un poco. El día termina en la Guajira y pronto las niñas se irán a dormir.
Imagen: DW/F. Abondano
La sed, causa de muerte entre los wayuu
La falta de agua es una de las principales razones detrás de las 45 muertes de niños wayuu en 2017.
Imagen: DW/F. Abondano
Marialtamira
Marialtamira no conoció a su mamá,Teresa, quien falleció como producto de una fiebre muy alta después de dar a luz a su hija menor.
Imagen: DW/F. Abondano
Corrupción
La Guajira es víctima de múltiples casos de corrupción. A pesar de que el gobierno central destina 213.000 millones de pesos para la atención sanitaria y alimentaria de los niños, el dinero parece no llegar a las comunidades más afectadas.
