Crímenes de Alepo alcanzaron “proporciones históricas”
21 de octubre de 2016
Naciones Unidas culpa a todas las partes en el conflicto e insta al Consejo de Derechos Humanos a que centre sus discusiones en los civiles que sufren las consecuencias de la guerra.
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Lo que está ocurriendo en Siria ha alcanzado ya "proporciones históricas”, los ataques y bombardeos constituyen crímenes de guerra y, en algunos casos, hasta crímenes contra la humanidad, denunció el viernes (21.10.2016) el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Husein.
El asedio a la ciudad de Alepo se puede calificar de violación del derecho internacional humanitario. Todas las partes del conflicto son culpables y sus acciones han sido debidamente documentadas por la ONU, dijo el responsable al abrir una sesión extraordinaria del Consejo de Derechos Humanos para tratar la crisis en esa ciudad.
"Grupos opositores armados continúan disparando morteros y otros proyectiles contra barrios civiles en el oeste de Alepo (área controlada por el gobierno), pero los bombardeos aéreos indiscriminados sobre todo en la parte este de la ciudad por parte de las fuerzas gubernamentales y sus aliados son responsables de la gran mayoría de víctimas civiles", aseguró Zeid.
Paulo Pinheiro, enviado especial de la ONU en Siria, recordó en la sesión que la ONU seguirá documentando los crímenes. Al mismo tiempo, exigió al presidente sirio, Bashar al Asad, que responda sobre las violaciones de las que se acusa a su Gobierno.
Según Zeid, más de 300.000 sirios han muerto desde 2011 en esta guerra, alentada "por cínicos intereses internacionales y regionales".
Otras estimaciones calculan que la cifra de muertos estaría entre 400.000 y 500.000. El alto comisionado no sólo se refirió al caso de Alepo, sino que recordó a los cientos de miles de personas -cerca de medio millón- que están atrapadas en otras 17 localidades sitiadas en Siria y cuyas vidas peligran por la falta de alimentos, medicinas y otros suministros vitales, como el agua potable.
El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos pidió a los miembros del Consejo de DDHH (47 países) que dejen a un lado sus desacuerdos políticos y centren sus discusiones en los niños, hombres y mujeres que están sufriendo en el país en guerra. En particular, pidió a las potencias que forman el Consejo de Seguridad de la ONU -el único órgano dotado de mecanismos para hacer cumplir sus decisiones- que influya para lograr una salida política a la guerra siria.
Asimismo, instó nuevamente al organismo a elevar el caso de Siria a la Corte Penal Internacional para que todos los responsables de crímenes internacionales, sin distinción, respondan por sus actos.
JC (EFE, Reuters)
La cruenta batalla de Alepo
La ciudad, antaño eje comercial sirio, se ha convertido en un descampado donde aún habitan miles de personas sometidas a los avatares de una guerra sanguinaria.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Ourfalian
Al comienzo fueron protestas pacíficas
Como en muchas otras ciudades de Siria, en Alepo el malestar ciudadano por la conducción del país estalló a comienzos de 2011. Numerosas protestas contra el régimen de Bashar al Assad y las violaciones a los derechos humanos, además del desgaste de un liderazgo cuestionado, propiciaron el escenario perfecto para un alzamiento popular.
Imagen: dapd
Primeros ataques armados
Esta imagen de la localidad de Homs muestra los efectos de los primeros ataques contra las fuerzas del Gobierno en el país. En Alepo, a comienzos de febrero de 2012, 28 personas perdieron la vida en escaramuzas con artillería entre fuerzas rebeldes, aún mal organizadas, y las tropas del Ejército de Siria.
Imagen: Reuters
La metamorfosis
En esta imagen, civiles y uniformados protestan contra Al Assad. Los uniformados son miembros del Ejército Libre de Siria, agrupación rebelde conformada por soldados desertores del Ejército sirio. Las banderas que flamean no son las del país, sino las de la oposición. Lentamente se monta el escenario para la dura guerra civil que marcará al país por los próximos años.
Imagen: Reuters
Surgen las armas
Soldados del Ejército Libre de Siria patrullan en el barrio de Salahadin, uno de los primeros de Alepo en caer en manos de las fuerzas rebeldes. La imagen es de agosto de 2012. Lentamente el Gobierno de Al Assad comenzaba a perder el control sobre el territorio de la mayor ciudad de Siria. Al mismo tiempo, los insurgentes lanzaban ofensivas contra Damasco.
Imagen: Reuters
Ayuda internacional
Apremiado por la situación interna, el presidente Bashar al Assad comenzó a buscar ayuda en el exterior. Los primeros en acudir a su lado fueron los iraníes. En la imagen, el entonces ministro de Exteriores persa, Ali Akbar Salehi, saluda al mandatario sirio en Damasco. Irán ha aportado tropas y asesores militares, vitales para la recuperación del Ejército de Siria.
Imagen: Reuters
Momento de tranquilidad
Desde el comienzo oficial de la llamada "Batalla de Alepo", el 19 de julio de 2012 tras una ofensiva rebelde, ha habido sucesivos remansos de paz. Como éste, declarado por un día de celebración musulmán a fines de octubre de 2012, aprovechado por la gente para comprar comida en el norte de la ciudad.
Imagen: AFP/Getty Images
Cascos blancos recuerdan a sus colegas
Ante la falta de organizaciones "oficiales", Alepo ha debido reconstruir sus instituciones. Una de las más conocidas es la de los "cascos blancos", voluntarios que rescatan a las víctimas de los bombardeos y cuyo nombre llegó a sonar como candidato al Premio Nobel de la Paz. En la imagen, recuerdan a sus miembros caídos en cumplimiento del deber.
Imagen: Reuters
Caos, terreno fértil
El caos en el que se ha visto sumido el país, especialmente Alepo, ha sido caldo de cultivo para que tomen fuerza distintos grupos armados. El más conocido es Estado Islámico, que lucha contra el Ejército de Siria y contra los rebeldes. Otros grupos son el Ejército Libre de Siria, el Frente al Nusra y las fuerzas kurdas.
Imagen: picture alliance/ZUMA Press/M. Dairieh
Víctimas inocentes
Como siempre en la guerra, los niños son los más afectados. Los bombardeos incesantes, primero de la aviación siria y luego de la rusa, han reducido la ciudad a escombros, muchas veces con sus habitantes dentro. Esta imagen, icónica por lo cruda, es la del niño Omran Daqneesh, de cinco años, herido tras un ataque ruso.
Imagen: picture-alliance/AA/M. Rslan
Con una ayuda de mis amigos
Rusia apoya desde septiembre de 2015 a las tropas de Al Assad, marcando un giro en la guerra. Desde entonces, el Ejército avanza sobre las zonas rebeldes. Esos triunfos han sido a costa de la ciudad y sus vecinos, que ahora viven en un cementerio de edificios. Pero, pese a la adversidad, siempre habrá un minuto de inocencia, para tomarse un respiro y jugar. Aunque sea en medio de la destrucción.