Pese al acuerdo de alto el fuego en Ucrania, numerosos civiles murieron o resultaron heridos en el último mes: desde el inicio de la tregua el 6 se septiembre y hasta el 6 de octubre se contabilizaron 331 víctimas mortales, según la oficina de la ONU para los Derechos Humanos. La cifra total de muertos llega a 3.660 desde el comienzo de los combates.

"El alto el fuego es un paso muy bienvenido para poner fin a la crisis en el este de Ucrania", dijo el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, príncipe Said Raad al Hussein. "Pido a todas las partes que lo respeten y lo mantengan con seriedad y que cesen los taques contra civiles y contra infraestructuras civiles de una vez por todas", señaló.

El número de civiles afectados por el conflicto superó los cinco millones, según Al Hussein, que exigió que se investigue y persiga incondicionalmente todas las violaciones a los derechos humanos, entre ellas los ataques contra civiles, asesinatos, violencia sexual, incautaciones ilegales de propiedad o abusos a los prisioneros.

Violaciones del alto el fuego

La firma del acuerdo dirigido a detener esa espiral de violencia tuvo lugar el 5 de septiembre en Minsk (Bielorrusia) y comprende también una amnistía para los rebeldes que no hayan cometido crímenes graves, el intercambio de prisioneros, la recuperación del control de la frontera por parte de las fuerzas oficiales ucranianas y un estatus especial de autonomía para las regiones separatistas.

"Desafortunadamente las violaciones (del alto el fuego) continúan, con la muerte de una decena de personas cada día, aunque no se registran operaciones militares masivas", dijo por su parte el jefe de las Américas, Europa y Asia Central de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Guianni Magazzeni.

Fosas comunes

Por otra parte, Magazzeni señaló que los observadores de la ONU no han tenido acceso a los lugares donde los grupos separatistas afirman haber descubierto fosas comunes con los restos de numerosas personas, en una zona cuyo control se han alternado en los últimos meses las fuerzas rebeldes y oficiales.

"Necesitamos acceso sin restricciones para establecer los hechos, con apoyo de especialistas forenses, y que se tomen las medidas para la preservación de las evidencias. En estos momentos no estamos en condiciones de hacer esto", admitió. Sobre la responsabilidad de la supuesta matanza, el representante de la ONU explicó que el lugar en cuestión estuvo entre mayo y julio bajo control de fuerzas separatistas, a mediados de agosto fue recuperado por unidades gubernamentales y el 21 de septiembre volvió a caer en manos rebeldes.

La misión de la ONU en Ucrania recibió la denuncia sobre el hallazgo de las fosas el 23 de septiembre, precisó.

ER (dpa, efe)