ONU denuncia graves restricciones contra chalecos amarillos
14 de febrero de 2019
Publicidad
Las autoridades francesas han restringido "de forma desproporcionada" el derecho a manifestarse durante las recientes protestas de los llamados 'chalecos amarillos', denunció este jueves (14.02.2019) un grupo de expertos en Derechos Humanos de la ONU, que han pedido al Gobierno galo que se replantee su política de mantenimiento del orden.
Según los expertos, desde que comenzaron las protestas de los 'chalecos amarillos' el pasado mes de noviembre han recibido "denuncias graves de uso excesivo de la fuerza" y se habrían producido más de 1.700 heridos en todo el país.
Además, "las restricciones impuestas a los derechos también han conllevado un número elevado de detenciones y arrestos", han subrayado. "Garantizar el orden público y la seguridad" cuando hay manifestaciones "implica la necesidad de respetar y proteger a los manifestantes que acuden pacíficamente para expresarse", recordaron.
Los expertos de la ONU reconocieron igualmente que "algunas manifestaciones se han vuelto violentas", pero han expresado sus dudas de que "la respuesta desproporcionada a estos excesos pueda disuadir a la población de seguir ejerciendo sus libertades fundamentales".
"Es muy inquietante constatar que después de semanas de manifestaciones, las restricciones y las tácticas de gestión de las concentraciones y del recurso a la fuerza no han mejorado", han afirmado en su declaración los tres expertos de la ONU.
Además, han expresado su preocupación en cuanto a la propuesta de ley del Gobierno de Emmanuel Macron que busca impedir la violencia durante las manifestaciones y sancionar a sus autores ya que sostienen que algunas de sus disposiciones no serían conformes con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos del que Francia es parte.
"La propuesta de prohibición administrativa de manifestarse, el establecimiento de medidas de control adicional y la imposición de duras sanciones constituyen graves restricciones a la libertad de manifestarse", han defendido los expertos, que consideran que podrían aplicarse "de forma arbitraria y llevar a derivas extremadamente graves".
Por ello, han animado al Gobierno francés a que se replantee sus políticas de mantenimiento del orden y "abra vías de diálogo con el fin de atenuar el nivel de tensión y reconocer el papel importante y legítimo que desempeñan los movimientos sociales en la gobernanza".
La declaración está firmada por el responsable del grupo de trabajo sobre detención arbitraria, Seong-Phil Hong; el relator especial sobre la situación de los defensores de los Derechos Humanos, Michel Forst; y el relator especial sobre los derechos a la libertad de reunión pacífica y asociación, Clément Nyaletsossi Voule. (Europa Press)
¿Por qué protestan los "chalecos amarillos" en Francia?
Las concesiones del presidente Emmanuel Macron no han logrado disipar las protestas, marcadas por la violencia. Acá revisamos una cronología de estas manifestaciones, que se han tomado las calles francesas.
Imagen: Reuters/G. Fuentes
Caída libre de Macron
Desde que fue elegido, en mayo de 2016, la popularidad de Emmanuel Macron no ha parado de caer, no solo por sus discutidas políticas financieras sino también por su actitud, que muchos consideran arrogante. Pero fue su propuesta de subir el impuesto a los combustibles, una medida ambientalista, la que desató los problemas. Un video que se volvió viral acusó a Macron de estar "cazando conductores".
Imagen: Reuters/C. Platiau
Protestas a nivel nacional
El malestar, aireado primero en redes sociales, pasó a las calles: más de 290.000 personas protestaron, el 17 de noviembre de 2018, usando los fosforescentes chalecos amarillos que los conductores galos deben tener en sus vehículos por ley. Al menos una persona murió y más de 150 fueron detenidas. Coordinados a través de redes sociales, los "chalecos amarillos" carecen de estructura y liderazgos.
Imagen: Reuters/E. Gaillard
Choques y destrucción
El Gobierno de Macron dijo que mantendría su curso, y las marchas continuaron. El 24 de noviembre, unas 100.000 personas protestaron en todo el país, de ellas, 8.000 en París, donde se desató la violencia. La Policía se enfrentó con manifestantes en los Campos Elíseos (foto) usando gases lacrimógenos y cañones de agua. Los daños a la propiedad fueron estimados en más de un millón de euros.
Imagen: Reuters/B. Tessier
Concesiones ante la presión
Los "chalecos amarillos" se convirtieron en un problema para Macron. Si bien al comienzo se negó a ceder, luego propuso ajustar la medida según el precio del petróleo. Los manifestantes no se mostraron satisfechos y volvieron a las calles el 1 de diciembre, desatando el caos. Macron convocó un comité de crisis y el 5 de diciembre, en medio de amenazas de más protestas, descartó el impuesto.
Imagen: Getty Images/AFP/B. Guay
París bloqueado
Macron, sin embargo, se negó a restituir el impuesto a la riqueza y rechazó otros pedidos de los manifestantes, que exigen su renuncia. Es difícil clasificar a los "chalecos amarillos", toda vez que tienen apoyo de extremistas de derecha e izquierda. El 8 de diciembre hubo protestas a nivel nacional. Vehículos blindados tomaron las calles de París cuando buena parte de la ciudad quedó bloqueada.
El 10 de diciembre, Macron respondió con un discurso televisado desde el Palacio del Elíseo. Más de 21 millones de personas vieron el tono conciliatorio que adoptó el mandatario, quien aceptó su parte de la responsabilidad en la crisis. Introdujo nuevas medidas, incluyendo un alza del salario mínimo, pago de horas extraordinarias libres de impuestos y exenciones fiscales a los jubilados.
Imagen: Reuters/L. Marin
Descontento en el vecindario
Mientras tanto, las protestas de los "chalecos amarillos" traspasaron las fronteras y llegaron a Bélgica, donde los manifestantes expresaron su malestar por los altos impuestos y los precios de los alimentos, así como los bajos salarios y pensiones. Agentes antidisturbios respondieron con cañones de agua, luego de que los manifestantes lanzaran piedras contra la oficina del primer ministro.
Imagen: Reuters/Y. Herman
Calma de fin de año
Las protestas siguieron hasta fines de diciembre en Francia, aunque la masividad disminuyó visiblemente. Eso no desalentó a los líderes oficiosos del movimiento, que usaron las redes sociales para llamar a continuar con las movilizaciones. En la víspera del Año Nuevo, varias celebraciones parisinas contaron con personas que, en ánimo festivo, se unieron a la fiesta con "chalecos amarillos".
Imagen: Reuters/C. Hartmann
Prometen seguir en 2019
Cualquier esperanza de que el cambio de año calmaría las aguas se disiparon cuando, el 5 de enero, una nueva ronda de protestas congregó a unas 50.000 personas, más que las últimas de 2018, aunque menos que en los inicios del movimiento. En París, algunos manifestantes se enfrentaron con la Policía, incendiaron vehículos y atacaron edificios gubernamentales. Macron condenó la violencia.
Imagen: Reuters/G. Fuentes
También puede haber protestas pacíficas
Vistiendo chalecos amarillos, varios cientos de mujeres marcharon por París este 6 de enero, en un esfuerzo por restaurar la imagen pacífica de las protestas. En un momento de la manifestación, las mujeres se pusieron de rodillas para recordar con un minuto de silencio a las diez personas muertas y a aquellos que han resultado heridos desde que comenzó el movimiento.