ONU denuncia la ejecución de niñas y niños en Irán
24 de octubre de 2019
La república islámica es uno de los países con las tasas más altas en el uso de la pena capital en el mundo. De su aplicación no se salvan ni los adolescentes.
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En una conferencia de prensa, el relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la situación de Derechos Humanos en Irán, Javaid Rehman, expresó su preocupación este jueves (24.10.2019) sobre el uso continuo de la pena de muerte contra niñas y niños ejercido por Teherán.
Rehman informó que entre enero y hasta mediados de julio del presente año, 173 personas han sido ejecutadas en ese país, entre ellas dos adolescentes. Agregó que, en 2018, hubo "siete casos reportados de ejecuciones infantiles”. El relator expresó su profunda preocupación por el uso de la pena capital en la república islámica, que tiene una de las tasas más altas del mundo, pese a la disminución de 507 muertes en 2017 a 253 en 2018.
Según Rehman, se estima que hay 90 personas condenadas a muerte en Irán que, en el momento en el que cometieron los supuestos delitos, eran menores de 18 años. Esto fue incluido en su último informe presentado este miércoles a la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGA por sus siglas en inglés).
El representante de la ONU hizo un llamado a abolir las sentencias de pena de muerte contra niñas, niños o adolescentes iraníes y recordó que dicha práctica está "absolutamente prohibida y debe cesar inmediatamente”, con base en lo establecido por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos.
Libertades limitadas
Rehman también advirtió sobre los efectos que tiene la coyuntura económica, que cada vez empeora en Irán debido a la reimposición de sanciones estadounidenses, y que tiene "serias consecuencias para los derechos económicos y sociales" de los iraníes, así como sobre las minorías étnicas y religiosas en ese país.
También puso especial énfasis en las cifras desproporcionadas de personas que son ejecutadas, a escala nacional, por cargos relacionados a la seguridad nacional y que pertenecen a minorías. Además, aseguró que sufren arrestos arbitrarios y son víctimas de odio y discriminación, una situación ante la que el marco legal del país ofrece "poca o ninguna protección".
El relator de la ONU enfatizó, asimismo, los problemas a los que se enfrentan los defensores de los derechos humanos, activistas y abogados, que ven sus libertades civiles y políticas limitadas.
ama (dpa, ap, efe, Time Magazine, The Washington Post)
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Historia de la Revolución Islámica (02.2018)
A comienzos de 1979 fue derrocado el último shá de Persia, Mohammad Reza Pahlevi. Los invitamos a recordar ese suceso en esta galería de imágenes.
Imagen: akairan.com
Regreso a Teherán
El 1º de febrero de 1979, el Ayatolá Jomeini volvió de su exilio parisino hacia Teherán y fue recibido con júbilo por la gente. Durante años, criticó al sha de Persia y a su élite política debido, según el Ayatolá, a la represión de personas que pensaban diferente, por la fuerte “occidentalización” de Irán y por su estilo de vida lujoso y decadente.
Imagen: akairan.com
Esperando al líder religioso
Cerca de cuatro millones de iraníes celebraron la llegada de Jomeini en las calles de Teherán. Las manifestaciones masivas en contra del sha de Persia ya llevaban cerca de un año. Desde agosto de 1978, las huelgas generales de la oposición paralizaban la economía del país.
Imagen: Getty Images/Afp/Gabriel Duval
El sha abandona Persia
Ya el 16 de enero de 1979, el sha Reza Pahlevi había abandonado Irán. Poco antes, en la conferencia de Guadalupe, había perdido el apoyo de los gobiernos occidentales, que estaban a favor de un diálogo con Jomeini. El presidente estadounidense Jimmy Carter le ofreció al sha permanecer en EE. UU., lo que este aceptó.
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El fracaso del primer ministro
El sha había nombrado a Schapur Bachtiar, uno de los líderes del opositor Frente Nacional (FN), como primer ministro interino para tranquilizar a sus rivales, pero sin éxito. Bachtiar fue excluido de su partido porque aceptó el cargo. Los otros miembros del FN ya habían acordado trabajar solo con Jomeini.
Imagen: akairan.com
Discurso en el cementerio
Jomeini dijo a su llegada a Teherán que no reconocía el gobierno de Bachtiar. Desde el aeropuerto viajó al cementerio central de la capital iraní, donde pronunció un discurso ante cientos de miles de personas. Le quitó legitimidad a la monarquía y al Parlamento, y anunció que tomaría el Gobierno de Irán en sus manos.
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Disturbios en todo el país
En Teherán y otras ciudades de Irán se produjeron violentos enfrentamientos entre los revolucionarios y los adeptos al sha de Persia. Los disturbios eran graves y el Ejército declaró un toque de queda, pero casi ningún iraní hizo caso.
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Primer ministro de la transición
El 5 de febrero de 1979, Jomeini nombró a Mehdi Bazargan, del Frente Nacional, como primer ministro de la transición. Parecía que el clero iba a cooperar con la oposición, de corte liberal. Sin embargo, pronto se produjeron conflictos entre ambas partes y Bazargan renunció el 5 de noviembre de 1979 como respuesta a la toma de rehenes en la embajada de EE. UU. en Teherán, tolerada por Jomeini.
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El pueblo iraní festeja
Luego del nombramiento de Barzagan, miles de personas salieron a la calle para apoyar al gobierno de transición. El Ejército anunció que no se inmiscuiría en la lucha por el poder, con lo cual Schapur Bachtiar perdió todo el respaldo. Tuvo que huír de su casa, perseguido por adeptos de Jomeini que estaban armados. En abril de 1979 se exilió en Francia.
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Saludo militar
Una unidad de élite de la Fuerza Aérea iraní saluda al ayatolá Jomeini. La Fuerza Aérea iraní tuvo un rol central en la victoria de la revolución porque dio acceso a los ciudadanos a sus depósitos de armas. El 9 de febrero se produjo un último levantamiento de la Guardia Imperial, que atacó una base del Ejército.
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Derrocamiento de la monarquía
Las luchas armadas entre la Guardia Imperial y la población iraní aumentaron y el 11 de febrero de 1979 el caos reinaba en todo Irán. Los revolucionarios ocuparon el Parlamento, el Senado, el canal estatal de televisión y otros organismos estatales. Poco después se dio a conocer que la monarquía había sido derrocada. En Irán se festeja el 11 de febrero como el “Día de la Revolución Islámica”.