Libia lleva sumida en el caos y la guerra civil desde que en 2011 cayó la dictadura de Muamar al Gadafi.
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El secretario general de la ONU, António Guterres, denunció este miércoles (08.07.2020) la creciente intervención extranjera en Libia y pidió a las potencias apoyo para lograr un alto el fuego y una solución política.
"El tiempo no juega de nuestro lado en Libia", advirtió Guterres en la apertura de una reunión por videoconferencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, a la que además de los miembros del órgano estaban invitados otros países involucrados o interesados en la situación en la nación norteafricana.
En la videoconferencia del Consejo de Seguridad, Guterres expresó preocupación por la reagrupación de las fuerzas militares en la ciudad de Sirte, a medio camino entre Trípoli (oeste) y Benghazi (este).
"El conflicto ha entrado en una nueva fase con una injerencia extranjera que alcanza niveles sin precedentes, incluida la entrega de equipos sofisticados y la cantidad de mercenarios involucrados en la lucha", dijo.
Las fuerzas del Gobierno de la Unión Nacional (GNA), con sede en Trípoli y reconocido por la ONU, "con un importante apoyo externo, continúan su avance hacia el este y ahora están a 25 km al oeste de Sirte", señaló. En el pasado, esas fuerzas intentaron tomar la ciudad dos veces, recordó Guterres. Con el apoyo de Turquía, el GNA se opone a las fuerzas del mariscal Jalifa Haftar, que controla amplias zonas en el este de Libia, respaldado por Egipto y Emiratos Árabes Unidos.
Guterres se abstiene de señalar países
"Estamos muy preocupados por la alarmante concentración militar alrededor de la ciudad y el alto nivel de interferencia extranjera directa en el conflicto en violación del embargo de armas de la ONU, las resoluciones del Consejo de Seguridad y los compromisos de los Estados miembros asumidos en Berlín" en enero, insistió Guterres, sin señalar a ningún país en particular.
Libia lleva sumida en el caos y la guerra civil desde que en 2011 cayó la dictadura de Muamar al Gadafi y ahora mismo vive un cruento enfrentamiento entre fuerzas del Gobierno en Trípoli respaldado por Naciones Unidas y el Ejército de Liberación Nacional Libio, liderado por el mariscal Jalifa Hafter desde el este del país.
El mariscal cuenta con el apoyo económico, político y militar de Jordania, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Francia, Sudán y Rusia, mientras que Trípoli tiene el respaldo de Catar, Túnez, Italia y Turquía, que es su máximo valedor.
La ONU lleva varios meses tratando de lograr un alto el fuego entre las dos partes, una labor que Guterres aseguró que va a continuar, empezando por la posibilidad de establecer áreas desmilitarizadas en algunos puntos de gran tensión como la ciudad de Sirte, donde advirtió de la gran acumulación de fuerzas militares.
Guterres habló por teléfono en los últimos días tanto con Hafter como con el jefe del Gobierno de Trípoli, Fayez al Serraj, para animarlos a pactar un alto el fuego y avanzar por la vía política.
Este miércoles, el jefe de la ONU pidió a los miembros del Consejo de Seguridad, varios de los cuales están involucrados de una forma u otra en el conflicto, que apoyen las gestiones de la organización.
El infierno de los refugiados libios
12:30
Mercenarios rusos y sirios
La presencia en Libia de mercenarios rusos y sirios (afiliados al régimen sirio del lado de los que luchan con las tropas de Haftar, y otros en las fuerzas de la GNA) se ha mencionado a menudo desde principios de año.
La última actividad militar al sur de Trípoli y la región de Tarhouna ha forzado a dejar el lugar a casi 30.000 personas, elevando el número de desplazados en Libia a más de 400.000, dijo el jefe de la ONU.
FEW (EFA, AFP)
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El inimaginable horror de los campamentos en Libia
Pobreza, violencia y ataques aéreos. En Libia viven miles de migrantes en campamentos donde las condiciones son miserables. Salir de ellos es exponerse a más peligros.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Turkia
Por fin en tierra firme
El alivio fue grande cuando los 83 migrantes que permanecían a bordo del barco humanitario Open Arms pudieron desembarcar en Lampedusa, tras haber sido rescatados, tres semanas antes, en el Mediterráneo. Algunos sufrían ataques de llanto y fueron atendidos por psicólogos. Muchos habían vivido durante años en campamentos en Libia, donde en medio de la guerra civil sufrieron toda clase de apremios.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/S. Cavalli
Miseria y violencia
Miles de inmigrantes de distintos países de África están detenidos en campamentos de internamiento en Libia, para evitar que puedan seguir rumbo a Europa. En un reporte de Naciones Unidas se denunció el "inimaginable horror" que enfrentan los refugiados. Se habla de torturas, asesinatos, violaciones, esclavitud y trabajo forzoso, entre otros abusos.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Turkia
Pedido de ayuda
En el reporte de la ONU se asegura que estas gravísimas violaciones a los derechos humanos son cometidas tanto por actores estatales como por milicias y otros grupos similares. Pero también en los campamentos que están bajo el control del gobierno de unidad se producen graves violaciones a los derechos humanos. Los migrantes piden más ayuda para evitar estas situaciones.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Turkia
En medio de la guerra civil
Los campamentos están cada vez más amenazados por el fuego cruzado de los bandos armados que luchan por el control de la capital, Trípoli. Por un lado están las tropas del oeste del país, bajo el control del gobierno de unidad del primer ministro Fayez Sarradsch. Por el otro, las organizaciones armadas lideradas por el general Khalifa Haftar, que tiene bajo su égida el este y el sur del país.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Turkia
La muerte viene del cielo
En julio, al menos 50 inmigrantes murieron tras un ataque aéreo contra un centro de internamiento en Tajura, un suburbio al oriente de Trípoli. El recinto se encuentra solo a pocos metros de un almacén de armas de una milicia local. Las bombas también caen sin cesar cerca de los campamentos en Misrata.
Imagen: Reuters/I. Zitouny
La ONU exige el fin de los campamento
Tanto la ONU como la Unión Europea han exigido en reiteradas ocasiones el cierre de estos campamentos. El Ministerio de Exteriores de Alemania también criticó recientemente la situación de estos recintos, para lo que usó un tono inusualmente duro. La UE, sin embargo, está en el centro de las críticas, porque apoya financieramente a la Guardia Costera de Libia.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Turkia
Atrapados por la Guardia Costera
Luego de que la misión de rescate "Sophia", de la Unión Europea, fuera suspendida debido a desacuerdos sobre quién recibiría a los inmigrantes, se ha reforzado la presencia de barcos de la Guardia Costera libia. Los inmigrantes capturados en el Mediterráneo son enviados de vuelta a Libia y llevados a campos de internamiento, donde se enfrentan a condiciones de detención inhumanas.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Paduano
Rutas peligrosas
En vista de las condiciones en las que se encuentra Libia por la guerra civil, el Consejo de Europa pidió a la UE que cese su cooperación con la Guardia Costera del país africano. La misma idea propusieron ACNUR y la Organización Internacional para la Migración. Temerosos de la acción de la Guardia Costera, los migrantes usan rutas cada vez más peligrosas. Solo en 2018 se ahogaron 2.300 persosas.
Imagen: Reuters/Courtesy of Sea-eye
Cierre anunciado
El ministro del Interior de Libia anunció que los campamentos de Misrata, Tajura y Chums serían cerrados. Sin embargo, no se sabe si esto se llevó ya a efecto. Tampoco hay planes concretos para aquellos que sean liberados del yugo de esos campamentos. ACNUR ha ofrecido ayuda. Los migrantes dejados a su suerte correrán nuevos peligros en un país que está en guerra.