La población ucraniana se encuentra en una creciente situación de miseria económica, agravada además por la llegada del invierno, denunció este lunes (15.12.2014) el Alto Comisario de la ONU para los Derechos Humanos, el príncipe Said Raad al Hussein.

El gobierno cesó este mes el pago de pensiones y otras transferencias financieras a Donetsk y Lugansk, autoproclamadas repúblicas independientes. Así, Ucrania estaría violando sus obligaciones internacionales fijadas en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

Al Hussein resaltó en Ginebra la acuciante situación de la población del este de Ucrania, especialmente de niños y ancianos, y llamó a Kiev a reconsiderar su política de cesar los servicios públicos en el este.

Violencia y colapso del Estado de derecho

Los más de cinco millones de ciudadanos de las regiones rebeldes sufren las consecuencias de la violencia y del colapso del Estado de derecho, lo que los poner bajo circunstancias que hacen peligrar su vida, señala el informe presentado hoy.

Las infraestructuras están ampliamente destruidas, la economía al borde del colapso y la mayoría de escuelas, hospitales e instituciones sociales cerrados. Los combates entre rebeldes prorrusos y el Ejército ucraniano han dejado más de 4.700 muertos desde mediados de abril, más de una cuarta parte de ellos desde el inicio de un alto el fuego acordado en septiembre, según la ONU. Además, unas 10.300 personas resultaron heridas.

Durante los combates unas 12.000 instalaciones públicas y privadas quedaron destruidas y 11.000 familias se encontraban sin suministro de gas en noviembre en Donetsk y Lugansk. Según la ONU, en el este de Ucrania todos los derechos humanos fundamentales están amenazados y de su garantía es corresponsable el gobierno de Kiev, destacaron los expertos de la ONU.

CP (efe, dpa)