António Guterres pidió transformar las ciudades, dar respuesta a las desigualdades y mejorar la cohesión social.
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El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, urgió este martes (27.07.2020) a usar la pandemia del coronavirus para impulsar la transformación en las ciudades de todo el mundo, con respuestas a la crisis climática y a las desigualdades que el COVID-19 ha hecho evidentes.
"Es el momento de repensar y dar nueva forma al mundo urbano. Ahora es el momento de adaptarnos a la realidad de esta pandemia y las pandemias futuras", señaló Guterres en un mensaje en video. El funcionario presentó un informe sobre el impacto del coronavirus en los entornos urbanos -con recomendaciones de cara a su recuperación- que están siendo las más golpeadas por el virus.
"Las zonas urbanas son la zona cero de la pandemia del COVID-19, con 90 por ciento de los casos comunicados", recordó Guterres, quien destacó las graves consecuencias que se están viviendo en muchas ciudades -con sistemas de salud sobrecargados, así como con servicios de agua y saneamiento inadecuados, especialmente, en las zonas más pobres del mundo- donde la pandemia "ha puesto de manifiesto desigualdades profundamente arraigadas", apuntó.
¿Qué propone la ONU?
Naciones Unidas ofrece tres grandes recomendaciones, empezando por medidas para dar respuesta a dichas desigualdades y mejorar la cohesión social: "debemos dar prioridad a los más vulnerables en nuestras ciudades, por ejemplo, garantizando a todos un lugar seguro donde cobijarse y vivienda de emergencia a quienes no tienen hogar. El acceso al agua y al saneamiento también es vital", señaló Guterres.
La entidad reclama además servicios públicos básicos sin interrupciones e igualdad en el acceso a la sanidad, urgiendo a apoyar a las personas más pobres y vulnerables con pruebas y tratamientos gratuitos o de bajo coste y, cuando exista, con una vacuna. En segundo lugar, Guterres pide que se refuercen los recursos de los gobiernos locales para que puedan seguir ofreciendo servicios públicos clave. Por último, reclama dar apoyo a las ciudades para que puedan apostar por una recuperación sostenible, inclusiva y verde.
"La rápida adopción del teletrabajo ilustra cómo las sociedades pueden transformarse en lo que parece de la noche a la mañana para hacer frente a amenazas urgentes", señaló Guterres. "Debemos actuar con la misma urgencia y decidir firmemente transformar las ciudades y abordar las crisis climática y de contaminación", añadió.
ama (efe, dpa)
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Base antártica: la vida libre de coronavirus
¿Cómo viven los científicos que pasan el invierno en la Antártida, aislados, pero lejos de la pandemia? El trabajo y las reflexiones de una investigadora argentina desde la base Carlini.
Imagen: Francisco Pinto
Confinamiento natural
La base Carlini, en la isla 25 de mayo, es la principal base científica de las 13 que administra Argentina en la Antártida y una de las seis permanentes. Aquí se trabaja durante todo el año y el aislamiento en invierno es algo natural. Mientras el resto del mundo está azotado por la pandemia, el continente blanco es el único sin casos de coronavirus.
Imagen: DNA/Maximiliano Rodríguez
Seguros en la Antártica
Jazmín Fógel llegó el pasado 27 de enero y es la segunda mujer en ocupar el rol de jefa científica técnica invernante en la base Carlini. La bioquímica del Instituto Antártico Argentino permanecerá poco más de un año, dedicada a proyectos de ciencias del mar y apoyando otras investigaciones. Argentina continental sigue en cuarentena, pero aquí el trabajo no se detiene.
Imagen: DNA/Maximiliano Rodríguez
Invierno en la base Carlini
Los primeros casos de COVID-19 se presentaron en Argentina cuando el personal de la Base Carlini ya estaba en la Antártida. Una vez que regresaron los miembros de la campaña de verano, quedaron 25 personas cumpliendo labores permanentes en el invierno: cinco del Instituto Antártico Argentino y la Dirección Nacional del Antártico (foto), dos del servicio meteorológico nacional y 18 militares.
Imagen: Francisco Pinto
A pesar del frío
Las temperaturas invernales, que por estos días bordean los -3 grados Celsius, aunque han llegado a -15, no son problema para las tareas científicas. "Hago salidas en bote y sobre tierra caminando, en las que junto muestras y datos. Además del trabajo en terreno, en laboratorio hay que procesar y conservar las muestras que mayoritariamente se analizarán en el continente", dice Jazmín Fógel.
Imagen: IAA/Jazmín Fógel
Buceo científico
En las navegaciones se toman muestras de agua en diferentes puntos y a diferentes profundidades para determinar la cantidad de sedimento y clorofila y evaluar el fito y zooplancton y la cantidad de luz que llega a las diferentes profundidades, entre otros factores. Por medio del buceo también recolectan animales como moluscos y lapas, que serán estudiados.
Imagen: IAA/Jazmín Fógel
Sin temor, pero con precauciones
"Nuestra vida cotidiana no cambió en absoluto con el coronavirus, pues aún no llegó a este continente. Lo único que está restringido y regulado es el contacto con otras bases. La carga debe ser desinfectada en el lugar desde donde sale y también al llegar acá", dice la investigadora argentina, quien cumple su tercera campaña antártica y la primera de invierno.
Imagen: DNA/Maximiliano Rodríguez
Desafío conjunto
Mantener la Antártida libre de coronavirus es un desafío de todos los países que realizan trabajo científico en este continente, donde existe un fuerte clima de cooperación internacional, que en el contexto de la pandemia será clave. Alemania trabaja estrechamente con Argentina en proyectos conjuntos y gracias al laboratorio Dallmann en la base Carlini.
Imagen: DNA/Maximiliano Rodríguez
La importancia de seguir investigando
"En muchos sentidos, Antártida es un lugar desconocido para la humanidad, un gran misterio, y una zona muy importante. Lo que suceda aquí podría llegar a repercutir al resto del mundo. Continuar con estos trabajos implica sostener líneas de investigación, que en muchos casos son históricas, de más de 20 años, y nos permite conocer mejor nuestro Planeta", destaca Fógel.
Imagen: IAA/Jazmín Fógel
Ecosistema en estudio
La mirada del mundo está puesta en la Antártida y el notorio aumento de las temperaturas, lo que ha motivado variados estudios sobre los efectos del calentamiento global. También la ecología costera es un tema de interés. Entre otros proyectos, en la base Carlini se hacen investigaciones sobre macroalgas y se realizan censos de aves y mamíferos marinos.
Imagen: IAA/Jazmín Fógel
Confinados, pero no solos
¿Cómo se sostiene el aislamiento por tanto tiempo lejos de familiares y amigos? El poder seguir trabajando en los proyectos y cumplir las tareas para las que vinieron a la Antártida es la principal motivación. Aquí se disfruta de la vida al aire libre en medio de hermosos paisajes y una nutrida fauna local, en la que destacan elefantes marinos, lobos marinos y focas.
Imagen: IAA/Jazmín Fógel
Abrazos pendientes
Mientras el trabajo en la Antártida continúa, los investigadores siguen atentos el desarrollo de la pandemia en el resto del mundo, que impactará también en la organización de la próxima campaña antártica. Probablemente regresen a un mundo muy distinto al que dejaron cuando arribaron al continente helado. "Yo al menos espero abrazar a la gente a la vuelta", confiesa Jazmín Fógel.