ONU pide a líder golpista birmano que ponga fin a violencia
27 de abril de 2021
El relator para Birmania escribió una carta a Min Aung Hlaing donde le pide que cumpla la promesa que hizo en la pasada cumbre de emergencia de la ASEAN.
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El relator de Naciones Unidas para Birmania, Thomas Andrews, dijo este martes (27.04.2021) que el jefe de la junta militar de ese país, el general golpista Min Aung Hlaing, debe decir públicamente que va a cumplir el compromiso adquirido en estos días en una cumbre regional y va a poner fin inmediatamente a la violencia. El mensaje fue transmitido por medio de una carta.
"El pueblo birmano, que ha protestado pacíficamente en el país para pedir la restauración de la democracia, necesita saber y merece saber si va a honrar el compromiso", señaló el relator. Andrews envió el documento después de que Hlaing acordara el fin de semana con los países socios del sureste asiático el fin de la violencia contra civiles, una promesa que la junta militar matizó este martes.
"Le escribo para exigirle su compromiso público y que honre el derecho fundamental del pueblo birmano a expresar libremente sus puntos de vista, incluyendo la oposición a sus acciones, sin temor a resultar herido, muerto o detenido arbitrariamente", agregó el experto. A su juicio, el fin de la violencia contra los manifestantes "es un primer paso obligado para poner fin a una crisis que ha costado más de 750 vidas, incluyendo las de niños, a manos de las fuerzas de seguridad".
Primero, el orden
El general Hlaing asistió el sábado 24 de abril a una reunión de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) en Yakarta, la capital indonesia, donde se comprometió a frenar la violencia contra los civiles, iniciar el diálogo y aceptar a un mediador para solventar la crisis. Este martes, sin embargo, las autoridades birmanas señalaron que su prioridad "es mantener la ley y el orden” y que la paz volverá una vez que el país "recupere la estabilidad”.
Andrews también pide en su carta que el gobierno golpista acepte la visita de un enviado especial de la ASEAN y éste pueda reunirse con el presidente Win Myint y la dirigente Aung San Suu Kyi, ambos detenidos. Desde el golpe, los birmanos han organizado protestas a diario en distintos puntos del país contra los militares y para pedir la libertad de los más de 3.000 detenidos por la junta.
DZC (EFE, AFP)
Crece la ira y la tristeza en Birmania
Desde el 1 de febrero, Birmania se encuentra en estado de emergencia a causa del golpe militar. Cientos de miles de personas continúan saliendo a las calles para protestar.
Imagen: REUTERS
Continúan las manifestaciones masivas
A pesar de las brutales acciones del ejército, cientos de miles de personas en Birmania protestan cada fin de semana contra el golpe militar y por el regreso de la democracia, como lo hicieron aquí, en la ciudad de Mandalay. Los tres dedos levantados de quienes protestan es una señal que hacen con la mano como gesto de protesta y que viene de la serie de películas "Los juegos del hambre".
Imagen: AP/picture-alliance
La dura represión policial
Las fuerzas de seguridad atacaron nuevamente a los manifestantes con gases lacrimógenos y balas de goma. Las imágenes en las redes sociales también muestran barricadas en llamas. El 1 de febrero, los militares dieron un golpe de estado contra el gobierno de Suu Kyi. La mujer, de 75 años, había ganado las elecciones parlamentarias de noviembre pasado por un claro margen.
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Sin escapatoria
La policía persigue a un grupo de manifestantes por el pasillo de un edificio. A pesar de la presión internacional, los militares continúan utilizando la violencia para contener las protestas en todo el país. La enviada especial de la ONU para Birmania, Christine Schraner Burgener, pidió a los miembros del Consejo de Seguridad que escuchen los "llamados desesperados" del pueblo de Birmania.
Imagen: AFP/Getty Images
Barrera mortal de arena
Los manifestantes están bloqueando las calles en numerosas ciudades, construyendo barricadas con ladrillos y sacos de arena. Una de estas operaciones terminó fatalmente para un activista: en Mandalay, un hombre recibió un disparo fatal en el cuello. El joven, de 26 años, había ayudado a levantar barricadas para detener a las fuerzas de seguridad.
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Resistencia de muchos
Un soldado vigila a un hombre en las calles de Mandalay. La resistencia en Myanmar cuenta con el apoyo de actores muy diferentes: jóvenes manifestantes y la llamada "Generación Z", pero también del "Movimiento de Desobediencia Civil". Después del golpe, los médicos y enfermeras inicialmente se negaron a trabajar bajo el gobierno militar.
Imagen: AFP
Imágenes prohibidas
Jóvenes manifestantes con escudos protectores hechos por ellos mismos y policías se enfrentan en las calles de las ciudades. Muchas personas en Myanmar apenas ven imágenes de este tipo o similares. La junta militar está tratando de detener la difusión de información sobre las protestas y su represión bloqueando Internet y censurando la red social Facebook.
Imagen: REUTERS
El poder de las faldas
Los manifestantes están utilizando un medio muy inusual: las tradicionales faldas de mujer. Las llamadas "longyui" se cuelgan de cuerdas en las calles de la ciudad y tienen como objetivo evitar que las fuerzas de seguridad utilicen la violencia contra los manifestantes. Esto tiene que ver con la creencia popular de que las faldas de estas mujeres pueden debilitar la fuerza de los hombres.
Imagen: Theint Mon Soe/Zuma/imago images
Superstición y barrera de género
Algunos soldados se niegan a tocar una 'longyi' femenina (falda) por temor a que esto les arruine la suerte en el combate. "Cuando los residentes cuelgan su 'longyi', ellos (soldados y policías) no pueden salir a la calle, primero tienes que quitarlas del camino", explica Thinzar Shunlei Yi, un manifestante de Yangon.
Imagen: AFP
Crece el número de muertos
Los familiares lloran en Yangon junto al lugar donde murió un familiar durante las protestas. Según las Naciones Unidas, al menos 55 personas han muerto desde el golpe militar a principios de febrero. Solo el miércoles (03.03.2021), 38 personas murieron en las manifestaciones. El número podría seguir aumentando, muchas personas resultaron heridas, algunas de gravedad.
Imagen: REUTERS
El dolor es grande, el enojo también
También en este funeral en Rangún, los manifestantes levantan la mano en un gesto simbólico de batalla. Las personas a las que lloran fueron baleadas en una protesta, al igual que este joven que se puede ver en la imagen. "Lucharemos hasta el final. La revolución debe ganar": así terminan muchas entrevistas con manifestantes, como informa en Twitter el periodista Cape Diamond.