Hace rato que la desaparición de 43 estudiantes mexicanos en la ciudad de Iguala, en el Estado de Guerrero, dejó de ser un tema nacional para convertirse en un asunto de alcance planetario. Las extrañas circunstancias y la presunta participación de elementos del crimen organizado coludidos con funcionarios del Estado han preocupado al mundo entero. Este viernes (24.10.2014) fue la ONU la que alzó la voz.

Mediante el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la entidad pidió a las autoridades mexicanas que se realicen todos los esfuerzos para encontrar a los muchachos desaparecidos. “Los estudiantes fueron vistos por última vez el 26 de septiembre al ser privados de su libertad por la policía municipal que supuestamente actuaba en colusión con un grupo del crimen organizado”, detalló la entidad en un comunicado.

“Lamentamos que hasta el momento los mecanismos (establecidos por las autoridades) no hayan sido exitosos para encontrar a los estudiantes desaparecidos, y urgimos a las autoridades a incrementar sus esfuerzos para encontrarlos”, señaló en rueda de prensa Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado. Si bien reconoció que el gobierno de Enrique Peña Nieto ha realizado esfuerzos, igual se mostró “muy preocupada” por lo que sucede en el país norteamericano.

Investigar fosas

Shamdasani recordó que, aparte de los desaparecidos, la acción policial en Iguala dejó seis personas muertas, entre ellas un niño de 15 años, y al menos 17 personas fueron heridas. El Alto Comisionado también mostró su consternación por el “el hecho de que varias fosas colectivas -nueve de acuerdo a las cifras oficiales- hayan sido encontradas en las afueras de Iguala”, en crímenes no relacionados con la muerte de los estudiantes.

“Exhortamos a las autoridades mexicanas a conducir investigaciones efectivas, prontas e imparciales para identificar a las personas cuyos cuerpos estaban en las fosas colectivas y llevar a la Justicia a los responsables”. Por la desaparición y la muerte de las seis personas en Iguala son buscados el alcalde de la ciudad, José Luis Abarca, y su esposa. Se sospecha que ellos son los autores intelectuales de la represión.

DZC (EFE, dpa)