ONU urge “alto al fuego mundial” para encarar pandemia
24 de marzo de 2020
“Nuestro mundo se enfrenta a un enemigo común: el COVID-19”, dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, definiendo los esfuerzos contra la enfermedad como “la verdadera lucha de nuestras vidas”.
Imagen: picture-alliance /AA/A. Mehmet
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La Organización de Naciones Unidas (ONU) demandó este lunes (23.03.2020) un "alto al fuego mundial” a fin de que los actores globales concentren sus esfuerzos en colaborar para hacer frente al avance del coronavirus.
"La furia del virus revela claramente que la guerra es una locura", subrayó en una rueda de prensa vitual desde la sede de la la ONU, sin citar a ningún país en particular. "Por eso es que hoy estoy llamando a un alto el fuego inmediato y global en todos los rincones del mundo", dijo.
El jefe de las Naciones Unidas advirtió que los países afectados por guerras son especialmente vulnerables al virus, considerando que sus sistemas de salud están destruidos y un alto porcentaje de sus poblaciones se encuentran desplazadas y en calidad de refugiados.
"Cesen las hostilidades. Dejen de lado la desconfianza y la animosidad. Silencien las armas, detengan la artillería, pongan fin a los ataques aéreos. Es crucial que lo hagan”, insistió Guterres a todas las partes involucradas en conflictos armados.
Deportación masiva y regreso de refugiados afganos de Irán a la provincia de Herat de Afganistán, el 16.03.2020. Irán es uno de los países con el mayor número de infecciones por COVID-19. Imagen: DW/S. Tanha Shokran
Acabar con la guerra y llevar esperanza
Según apuntó, la pausa en los combates ayudará a crear corredores humanitarios para suministrar ayuda vital, abrirá oportunidades para la diplomacia y permitirá "llevar esperanza a los lugares más vulnerables al COVID-19”.
"Necesitamos poner fin al mal de la guerra y luchar contra la enfermedad que está devastando nuestro mundo. Y esto empieza poniendo fin a los enfrentamientos en todas partes. Ahora”, recalcó.
Guterres explicó que sus enviados especiales para los distintos conflictos alrededor del globo están trabajando con todos los bandos para tratar de detener la lucha y asegurar que el llamamiento se traduzca en resultados tangibles.
Solicitantes de asilo esperan en la isla de Lesbos, Grecia, antes de que el barco de transporte "Rhodas" parta con 450 migrantes hacia el continente, el 14 de marzo de 2020. Imagen: picture-alliance /AA/A. Mehmet
"No nos olvidemos que las áreas arrasadas por conflictos son zonas donde la capacidad de respuesta es muy limitada y, si continúan los combates, podemos tener una propagación devastadora de la epidemia”, señaló.
Guterres reiteró que una tregua global es "absolutamente esencial” para lograr una respuesta efectiva contra el COVID-19, pero también tiene valor por sí misma.
"Las guerras no tienen ningún sentido cuando tenemos una epidemia, pero tampoco tienen ningún sentido en otras circunstancias”, señaló.
gs (efe, afp)
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Idlib, Siria: un desastre humanitario
El ejército sirio, apoyado por Rusia, está bombardeando la región de Idlib, en el norte del país. Los refugiados huyen hacia la frontera turca. La ONU advirtió sobre un inminente "baño de sangre".
Imagen: picture-alliance/AA/E. Hacioglu
En pleno escape
El tráfico es fuerte en las carreteras que se dirigen al norte a través de la región de Idlib, hacia la frontera turca. Los soldados del régimen de Al Assad avanzan desde el sur y el este, asistidos por sus aliados rusos e iraníes. Algunos grupos rebeldes sirios son apoyados por Turquía, que también tiene sus propios soldados en la región. Pero la gente común solo quiere llegar a un lugar seguro.
Imagen: Reuters7K. Ashawi
"El horror se ha multiplicado"
Casi 1 millón de personas han sido desplazadas desde diciembre. Según el jefe humanitario de la ONU, Mark Lowcock, "el horror se ha multiplicado" en las últimas semanas. Las líneas del frente se están cerrando y están provocando grandes movimientos de personas en solo unos pocos días. Al Assad quiere expulsar a la población civil de Idlib y se moviliza para capturar este último bastión rebelde.
Imagen: Reuters/K. Ashawi
Bombardeada a pedazos
Maaret Al Numan y sus alrededores han sido en particular gravemente afectados por los ataques. La ciudad ha sido bombardeada a pedazos y está prácticamente desierta. La importante carretera M5 pasa por aquí, desde Damasco, a través de Alepo, y hasta la frontera turca. La mayoría de los que huyen intentan llegar a Turquía, pero la frontera está cerrada.
Imagen: picture-alliance/AA/M. Said
Esperando en la frontera
Alrededor de 100 personas, incluidos 35 niños, murieron en los bombardeos solo en las primeras dos semanas de febrero, según la ONU, que ha denunciado el "desprecio flagrante por la vida y la seguridad de los civiles". La familia de la foto huyó a la frontera turca hace meses. Están viviendo en el campo de refugiados de Kafr Lusin y se aferran a la esperanza de que Turquía los deje entrar.
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Medio millón de niños en emergencia
Se estima que alrededor de la mitad de las casi 1 millón de personas que han huido son niños. Del resto, la mayoría son mujeres. No hay suficientes albergues en la frontera turca para todos y muchos refugiados viven en tiendas de campaña. Los campos a menudo se levantan a toda prisa y están muy hacinados. La gente duerme en las puertas y en pedazos de cartón, a veces a temperaturas bajo cero.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Watad
Alimento y medicinas escasas
Los que han podido encontrar una tienda de campaña la comparten con hasta una docena de familiares. La medicina se está acabando en muchos de los campamentos, y los alimentos básicos y la ropa también están escaseando. Los médicos informan que muchos niños sufren de malnutrición, algunos incluso mueren de hambre. El frío también está pasando factura: algunas personas se han congelado hasta morir.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Watad
Refugio en una escuela
Muchos niños en la región ya no pueden ir a la escuela, por lo que algunos edificios escolares han sido reutilizados. La escuela de la foto fue convertida en un refugio. Incluso los campos de refugiados son a veces blanco de los bombardeos.
Imagen: Getty Images/B. Kara
Tratando de alcanzar la seguridad
La ruta ilegal a través de la frontera con Turquía es costosa y casi nadie puede pagarla. Los contrabandistas están cobrando a las personas hasta 1.800 euros. Los que se atreven a intentarlo arriesgan sus vidas: los guardias fronterizos turcos tienen cámaras térmicas para ayudarlos a detectar las personas que intentan cruzar. Y a veces disparan a los refugiados que intentan escalar el muro.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Watad
Buscando dignidad
La ONU ha dicho que la situación en Idlib podría ser el mayor desastre humanitario del siglo XXI. Nadie sabe si habrá o no un alto el fuego. A los refugiados no les importa quién ponga fin a la guerra, solo quieren una vida con seguridad y dignidad para ellos y sus hijos. Una cumbre entre Turquía, Rusia, Francia y Alemania, prevista para el 5 de marzo, está ahora en peligro.