La llegada de gran cantidad de medusas hasta lugares vacacionales como el Mediterráneo se debe a una serie de factores, pero el cambio climático también tiene parte de culpa. Las temperaturas más cálidas facilitan la existencia de nuevas áreas donde las medusas pueden reproducirse y que haya más cantidad de pláncton, su comida favorita.

La calidad de los violines Stradivarius es inmejorable y su precio puede alcanzar millones de dólares. Pero los extremos climáticos matan a millones de árboles. Eso amenaza la madera del bosque Paneveggio, en el norte de Italia. A corto plazo, la reforestación no servirá, ya que el tipo de abeto con el que se fabrican estos instrumentos debe tener por lo menos 150 años.

La gente duerme peor cuando hace mucho calor, sobre todo en las grandes ciudades. En 2050, las metrópolis europeas podrían ser 3,5 grados más cálidas que ahora. Eso no solo afecta al sueño, sino también al humor, a la productividad y a la salud mental. La única forma de escapar es irse a vivir ciudades más pequeñas, donde las noches son más frescas.

Mala noticia para alérgicos: debido a las más cálidas temperaturas globales, la primavera dará comienzo antes. Las plantas tendrán más tiempo para crecer, florecer y producir polen. Así pues, el polen circulará mucho antes y los padecimientos de quienes tienen alergia se prolongarán.

El calor afecta a nuestra salud. Se calcula que, a finales de este siglo, tres cuartos de la población mundial estará expuesta a peligrosas olas de calor. Las elevadas temperaturas implican un aumento de las enfermedades que cursan con diarrea, ya que las bacterias se multiplican mejor con el calor. También habrá más mosquitos, lo que hará que se extiendan enfermedades como la malaria.

El suelo de la región del Polo Norte se descongela cada vez más durante los meses de verano. Las consecuencias son dramáticas, tanto a nivel local como mundial. Las temperaturas más cálidas hacen que los suelos sean más inestables, que se agrieten las casas y las carreteras y que haya más insectos.

Para las tortugas marinas, el calor de la arena donde incuban los huevos determina el sexo del polluelo. Las bajas temperaturas propician el nacimiento de tortugas macho, mientras que el calor facilita el nacimiento de hembras. Hallazgos científicos muestran que el 99 por ciento de los polluelos de tortuga en el norte de Australia son hembras, lo que dificulta la supervivencia de la especie.

En Alemania se pueden saborear otros vinos aparte del Riesling del Mosela. En el este del país, por ejemplo, hay una región vinícola en Sajonia-Anhalt, la ruta del vino Saale-Unstrut, que se extiende por 70 km. Hasta ahora, es oficialmente considerada la ruta vinícola más septentrional de Europa. Pero el cambio climático está produciendo cambios.

Föhr es una de las islas de Frisia que se encuentra a menos de 40 km de Dinamarca y tiene una población de 8.500 habitantes. Adaptada a la brisa del mar, la variedad local de Riesling es conocida como Johanniter, que crece en un clima áspero. En la isla se producen varios vinos blancos, incluyendo un espumante seco.

Bélgica es conocida por su buena cerveza, pero ¿qué tal son sus uvas? Su historia vinícola se remonta a la época romana. Hoy en día, el único castillo productor de vino que existe es el Genoels-Elderen, y se enorgullece de continuar con esta antigua tradición. Si es amante del vino tinto, puede probar su Pinot Noir.

El Reino Unido es el segundo destino de exportación de champagne más grande del mundo. A los británicos les encantan las burbujas en sus copas. Ahora los viticultores de Inglaterra están perfeccionando sus espumantes, siguiendo la técnica que utilizan los franceses. La viña RidgeView en Sussex (foto) tiene mucho éxito, y ya ha ganado 51 medallas y 12 trofeos.

Las vides de Escocia crecen hasta en las paredes de los castillos. De hecho, en Escocia no todo es whisky, ya que los celtas cultivaban uvas para vino y sidra. ¿Será el próximo Valle del Loira? Los críticos dicen que los vinos escoceses no se pueden tomar, pero en la medida en que siga el cambio climático esta situación podría cambiar.

La publicidad de bebidas alcohólicas no estápermitida en Suecia. Es por eso que sus vinos no son muy conocidos a nivel nacional. Pero las degustaciones de vinos son cada vez más populares, y cada vez hay vinos más interesantes. Por ejemplo los del viñedo Astad Vingard, a unos 500 km al oeste de Estocolmo.

El viñedo Lerkek-sa, cerca de la región noruega de Flatdal, se enorgullece de ser el viñedo comercial más septentrional del mundo. Se encuentra a la misma latitud que Anchorage, Alaska. La variedad de uva que cultivan es la Solaris, que es particularmente resistente al frío. Pero el viñedo está experimentando con otras 20 uvas, gracias al cambio climático, por su puesto.

En realidad, las uvas no crecen en Islandia, todavía. Pero un enólogo inventó una cerveza que aparentemente se ve y sabe igual que el vino. El Kvöldsól está hecho a base de moras, arándanos y ruibarbo. Debido a sus propiedades antioxidantes, es conocido localmente como el elixir de la juventud. Tal vez en los próximos años, con el aumento de las temperaturas, podrían agregar uvas a su receta.

A unas 5 horas al noreste de Vancouver se encuentra el impresionante lago Okanagan. En este valle se encuentran muchos viñedos. Los vinos de esta región solían ser ambiciosos y experimentales. Hoy en día, gracias al calentamiento global, la temporada de cosecha es lo suficientemente larga como para incluso cultivar Merlot y Chardonnays de pura cepa.

La historia del vino de la región de Crimea, ocupada por Rusia, se remonta al Zar Nicolás II. Los viñedos crecen gracias al clima templado del mar Negro. Se dice que el vino Massandra Madeira fue servido en la conferencia de Yalta, en 1945.

Los viñedos en la zona de Bélgorod datan de finales de la Edad Media. Los turcos y los tártaros afirmaron que en esta región se podían cultivar uvas. En el siglo XIX, colonizadores franceses llegaron de Burdeos y Borgoña y trajeron sus conocimientos sobre la eleboración de vinos. Aquí puede cambiar el vodka por el vino.

En Siberia, que es conocida por su gélido clima, hay una larga tradición vinícola. En 2009, un productor local decidió llevar esto al siguiente nivel, y producir el primer vino siberiano a escala industrial. Sus dos uvas principales son Pinot Noir y Moscatel. Las cultiva en una superficie de ocho hectáreas, produciendo así 50.000 botellas al año.