La crisis se manifiesta de modo masivo en los consorcios Opel y Saab, filiales de General Motors. El fabricante sueco se declaró insolvente y desea separarse del consorcio estadounidense.

En cambio, Opel necesitará ayudas mucho más altas de lo previsto, de acuerdo con informes dados a conocer por la prensa el viernes pasado. El semanario Der Spiegel informó que Opel necesita recursos por 3.300 millones de euros, mientras que los programas estatales de asistencia contemplan hasta el momento avales equivalentes a 1.800 millones de euros.

Pesadilla sin fin

Pero las cosas podrían ser aún peores. Según el diario Bild, en su edición de este sábado, la Comisión de Avales del Gobierno federal prevé que Opel se declarará el verano próximo en incapacidad de pagos. Ante ello, una solución podría consistir en un llamado “aval de salvación” que, siguiendo la versión del periódico alemán, traería como consecuencia despidos masivos en la empresa.

En una primera reacción, el fabricante de vehículos no desmintió lo publicado en el Bild Zeitung. Los indicadores de ventas de automóviles en los mercados europeos más grandes han cambiado de modo dramático, dijo un vocero de Opel.

La noticia también ha motivado pronunciamientos de la clase política. El vicecanciller alemán y ministro de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, dijo que “ninguna empresa está en posición de salvarse por sí misma y aisladamente. Debemos actuar de manera coordinada a nivel europeo, a fin de garantizar a largo plazo los puestos de trabajo en Rüsselsheim, Kaiserslautern, Bochum, y Eisenach”.

Opel, ¿una marca china?

Ferdinand Dudenhöffer, experto alemán en cuestiones relacionadas con la industria del automóvil, considera que la insolvencia de Saab era inevitable. Nadie mostró interés en invertir más en la empresa, agrega. De hecho, Dudehöffer duda que aparezcan inversionistas interesados en hacerse cargo del consorcio sueco.

Otro especialista germano, Willi Diez, afirma que Opel podría ser adquirida por algún fabricante chino o indio. El consorcio Tata o los fabricantes chinos Chery y Geely podrían aparecer como aspirantes potenciales a tomar el control de la marca alemana.

Los grandes fabricantes alemanes de vehículos, Daimler y BMW, ya rechazaron la posibilidad de absorber a la maltrecha firma Opel.

La insolvencia de Saab golpea a Opel

Saab comunicó que el consorcio ha iniciado el procedimiento para volver a convertirse en una empresa independiente. La meta es lograr un negocio abierto a la inversion y con viabilidad hacia el futuro.

La reorganización de Saab, que emplea a 4.000 personas, deberá estar lista para ser implementada dentro de tres meses y requiere “financiamiento independiente” para llegar a buen puerto, dijo el jefe de la empresa, Jan Ake Jonsson.

La declaración de insolvencia salva a Saab de pagar sus deudas mientras dure la reestructuración. Pero el gobierno sueco ha negado ayudas financieras para la emrpesa.

El fabricante anunció a su vez que desplazará hacia Suecia todo el proceso de desarrollo y producción de vehículos automotores. Esto significaría, por ejemplo, que han quedado atrás los planes para fabricar el modelo Saab 9-5 en la planta de Opel en Rüsselsheim.

Otras tares relacionadas con el diseño y desarrollo de modelos que se llevaban a cabo en estas instalaciones también saldrán de Alemania.