En casi todos los hogares alemanes hay un árbol de Navidad. Para ello se talan cerca de 30 millones de pinos, lo cual no es muy ecológico. La Universidad de Bonn ofrece arbolitos que ayudan a proteger la naturaleza.
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Los pinos y abetos que ofrece la Facultad de Agricultura de la Universidad de Bonn no son perfectamente simétricos. Han crecido como la naturaleza quiso. No obstante, mucha gente hace cola para llevarse uno a casa y entregar a cambio una donación.
Wolfgang Schumacher, profesor emérito, tuvo la idea hace 35 años. “En la región del Eifel había praderas con narcisos silvestres. Pero, desgraciadamente se plantaron allí pinos a abetos, a cuya sombra las otras plantas no tienen oportunidad de sobrevivir”, dice el exdirector de la Facultad de Geobotánica y Protección de la Naturaleza. Estas coníferas foráneas, llegadas del norte de Europa, se extendieron y desplazaron a flores como los narcisos, orquídeas y pulsatilas.
Varios objetivos
Para proteger estas flores escasas, la Fundación Loki Schmidt (una iniciativa de la esposa del excanciller alemán Helmut Schmidt) compró terrenos en los que el profesor Schumacher y sus alumnos pudieron talar los árboles antes de Navidad, para ofrecerlos a cambio de donativos dedicados a fines sociales y ambientales.
Cada año, en la temporada prenavideña, alumnos y exalumnos, premunidos de hachas y sierras, cortan árboles seleccionados en las regiones del Eifel y Sauerland. Uno de los objetivos consiste en abrir nuevamente espacio para plantas vernáculas, animales y bosques mixtos. “Estoy orgulloso del proyecto”, dice Schumacher, alabando especialmente el entusiasmo con que lo promueven los jóvenes.
El ingeniero agrícola Simon Keelan, exalumno de Schumacher, organiza la “Operación árbol de Navidad” y asegura que esta es para él “la época más feliz del año”. Feliz lo pone también el hecho de poder impulsar varios proyectos con el dinero así recaudado: “La sociedad y la naturaleza se benefician y la gente obtiene árboles que cumplen criterios de sostenibilidad. Se cumplen varios objetivos positivos a la vez. ¿Qué mejor?”
Como la naturaleza manda
Hay todavía más argumentos a favor de los árboles de la Universidad de Bonn: crecieron sin fertilizantes ni pesticidas o herbicidas, no fueron podados ni especialmente cultivados, sino que siguieron el curso de la naturaleza.
“Por lo general los árboles de Navidad vienen de criaderos y actualmente se destinan a ello unas 40.000 hectáreas en Alemania”, dice Thomas Muchow, de la Fundación Rheinische Kulturlandschaft, destacando que ese no es el caso de estos árboles. La iniciativa ha sido galardonada por un jurado de las Naciones Unidas, que destacó además que “esta acción innovadora y ejemplar se caracteriza por un especial compromiso de los voluntarios, de larga tradición”.
Tradiciones alemanas de Navidad
Ir a misa, repartir regalos, cenar en familia y luego salir a festejar con amigos: las tradiciones han cambiado, y los alemanes tienen mucho que hacer en Nochebuena y Navidad.
Imagen: picture-alliance/dpa
Una cena sencilla
El 24 de diciembre por la mañana, los alemanes salen a buscar los regalos que aún no llegaron a comprar. Por la tarde, van a misa, y por la noche, cenan con la familia. Para evitar el estrés, muchos preparan un plato muy simple pero sabroso: salchichas con ensalada de papas. El pavo lo reservan para el 25 y el 26, segundo día de Navidad en este país.
Imagen: imago
Calentamiento en el mercado de Navidad
Los mercados navideños forman parte del paisaje alemán típico de estas fechas. La gente acude a los que están abiertos antes del atardecer del 24 de diciembre para tomar un vino caliente con especias. También los turistas que visitan Alemania conocen esta tradición y la disfrutan.
Imagen: DW/S. Broll
Historias de Navidad
En los hogares alemanes cristianos no sólo se acostumbra colocar un árbol de Navidad decorado, sino también un pesebre. Las figuras de María, José y el Niño Jesús tienen una larga tradición. Primeramente se las usó para ilustrar el nacimiento de Cristo.
Imagen: picture-alliance/dpa
Los regalos se reparten el 24
Todos aquellos que esperan impacientemente los regalos de Papá Noel tienen suerte, ya que en Alemania estos se entregan en Nochebuena. Los regalos no tienen que ser caros, según una encuesta del Instituto YouGov: casi un tercio de los encuestados le dan más importancia a pasar momentos reunidos con sus seres queridos.
Imagen: picture-alliance/dpa
Artesanía de los Montes Metálicos
Candeleros de Navidad, pirámides iluminadas u hombrecitos fumadores: estas figuras talladas en madera provienen de la región de los Montes Metálicos y son conocidas en todo el mundo. Muchos las colocan a comienzos de diciembre en sus casas. Pero también se usan las figuras de Santa Claus y luces de colores.
Imagen: picture-alliance/dpa
Tradición del norte de Alemania
Aunque muchos estén estresados en la época prenavideña, en sus orígenes, el Adviento era un tiempo de recogimiento y ayuno. La corona de Navidad, que con sus cuatro velas recuerda cuánto falta para que llegue la Nochebuena, proviene del norte de Alemania y data de mediados del siglo XIX.
Imagen: picture-alliance/dpa
Azúcar, limon y nueces
Junto con las tradicionales galletitas de Navidad, el pan de Navidad o Christstollen es una de las dulces delicias de esta época del año. Se hornea con almendras, pasas de uva, mazapán y esencia de limón. El más famoso es el de Dresde.
Imagen: picture-alliance/dpa
Los jóvenes celebran a su manera
Muchos jóvenes esperan en familia a que den las doce el 24 de diciembre para luego salir a festejar con sus amigos, un fenómeno bastante nuevo en Alemania. Los bares y clubes están repletos.
Imagen: DW/M. Mohseni
La raclette
El pavo asado, las albóndigas de papas y el repollo colorado ya son cosa del pasado. Ahora, la tendencia es aligerar el trabajo y disfrutar más. La raclette, una tradición suiza, ayuda a que todos puedan sentarse a pasar una Nochebuena divertida y con alimentos variados y livianos.
Imagen: Fotolia/thongsee
El infaltable arbolito de Navidad
En sus orígenes se lo colgaba cabeza abajo del techo de la casa, y hoy está en el centro de todos los hogares. El arbolito de Navidad puede ser natural o de plástico, pero siempre está presente, decorado e iluminado para alegría de chicos y grandes.