La obstrucción en los vasos coronarios puede llevar a un infarto de corazón. Para que la sangre vuelva a fluir adecuadamente, los médicos apuestan por insertar unos tubos de metal en los vasos sanguíneos. El problema es que si crecen, pueden producir excrecencias.
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Científicos de Brandeburgo trabajan con materiales que tengan memoria formal, que reaccionen a las temperaturas y que se diluyan con el tiempo. Una gran idea para producir mejores stents y otras aplicaciones médicas.