El mundo se ahoga en basura plástica y la gente se está dando cuenta cada vez más de este problema global. Sin embargo, todavía estamos muy lejos de encontrar soluciones sostenibles, opina Sonya Diehn.
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La humanidad parece despertarse lentamente y reconocer el problema de la contaminación global por los desechos plásticos. Los plásticos fueron el tema del Día de la Tierra el 22 de abril y son también el foco del Día Mundial del Medio Ambiente de este año. La reciente muerte de una ballena con más de 80 bolsas de plástico en su estómago frente a la costa de Tailandia muestra la mala situación en la que se encuentra el medio ambiente. La muerte de la ballena fue lenta, al igual que la muerte de innumerables criaturas marinas por causa de nuestros hábitos como consumidores. Además, el problema es cualquier cosa menos nuevo.
Ya hace dos años, destacados científicos ambientalistas advirtieron que si continuamos al mismo ritmo, en el año 2050 podría haber más plástico que peces en los océanos del mundo. Para entonces, se estima que alrededor de 12 mil millones de toneladas de desperdicios de plástico estarán circulando en todo el mundo, el doble que hoy. Algunos países ya han aplicado contramedidas. Algunos países africanos han prohibido el uso de bolsas de plástico y la Unión Europea al menos está considerando prohibir el plástico desechable. Sin embargo, el mundo aún está lejos de una estrategia global. ¿Por qué?
Aumentar la conciencia, cambiar el comportamiento, ejercer presión
Solo se lograrán cambios sustanciales si se ejerce una presión pública y constante. Hace décadas se prohibió el uso del DDT, un pesticida altamente tóxico, solo después de que la gente se dio cuento del peligro que representaba y empezó a demandar la prohibición. Del mismo modo, muchos activistas de la sociedad civil de todo el mundo están presionando a los gobiernos para que hagan algo contra la contaminación global.
De todos los problemas medioambientales, la contaminación por residuos plásticos es quizás la más notoria: las botellas, las bolsas y todos los otros objetos de plástico son visibles y tangibles en todas partes del mundo. Esta omnipresencia de los desechos plásticos es precisamente una de las principales razones por las cuales el problema se encuentra ahora en el foco de interés. Ahora llegó la oportunidad de aprovechar ese interés. Pero eso depende de nosotros, de cada uno de nosotros.
Reconocer la peligrosidad del desperdicio de plástico es un primer paso. Pero tenemos que cambiar nuestra manera de vivir. Cada uno de nosotros tiene que reducir el uso de plástico desechable. Las empresas tienen que encontrar alternativas al embalaje de plástico y los gobiernos tienen que crear el marco legal para hacer estos cambios posibles. Y depende de cada uno de nosotros de ejercer presión sobre nuestros gobiernos. ¿Estamos dispuestos? ¿O preferimos seguir hundiéndonos en nuestros desechos plásticos?
Autora: Sonya Diehn (gg)
Alternativas a los plásticos de usar y tirar
La Comisión Europea planea prohibir productos desechables como las pajitas, los platos o los cubiertos de plástico. Pero eso no significa que tengamos que prescindir totalmente de estos prácticos utensilios.
Deje de aspirar
Cada año, miles de millones de pajitas terminan en los basureros o, peor aun, en nuestros océanos. Esta es la razón por la cual la UE quiere prohibir las pajitas de plástico. Para aquellos que no quieran dejar de usarlas, existen alternativas ecológicas para disfrutar de nuestras bebidas. Y para que Marco Hort rompa su propio récord de 259 pajitas metidas en la boca...
Imagen: AP
Bébaselo, cómaselo
Las pajitas de plástico que acaban en el océano a menudo son comidas por los peces. Para proteger el medio ambiente, ahora puede comerse la pajita usted mismo. La empresa alemana Wisefood ha desarrollado una pajita comestible hecha con los restos de la producción alemana de zumo de manzana. Si no le gusta la idea, también puede usar pajitas reutilizables hechas de metal, bambú o vidrio.
Imagen: Wisefood
Tenedores sabrosos
No hay cifras fiables de la cantidad de cubiertos de plástico que se usan una vez y se desechan. Pero son suficientes para que la UE quiera suprimirlos. Si no puede utilizar cubiertos de metal, puede probar nuevas versiones comestibles. La compañía india Bakey's ofrece tenedores hechos con harina de sorgo. SpudWares, con sede en California, a base de almidón de papa. ¡Qué rico!
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Scholz
Sin restos
Ya que hablamos de alternativas comestibles a los cubiertos de plástico, también se puede comer el plato. La compañía polaca Biotrem ha desarrollado unos hechos de salvado de cereales. En caso de que ya esté satisfecho con su comida y no quiera más, no se preocupe. Los platos son orgánicos y se descomponen después de treinta días.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Reszko
Vasos de plástico
Además de prohibir el uso privado de productos desechables, la Comisión Europea también quiere animar a las cadenas de comida rápida, cafeterías y bares para frenar el uso de los vasos de plástico. Quinientos mil millones se consumen cada año. Un solo uso y al vertedero por una eternidad. Varias compañías los ofrecen a base de plantas: parecen vasos de plástico, pero sirven para hacer compost.
Imagen: picture-alliance/empics/D. Thompson
Reutilizar, reutilizar, reutilizar
La forma más fácil de reemplazar los vasos de plástico es usando tazas reutilizables. Pero no siempre tenemos a mano nuestra taza de café cuando estamos en la calle. Un proyecto piloto en Berlín permite a los amantes del café tomar en préstamo una taza reutilizable hecha de bambú a cambio de un pequeño depósito y devolverla en otro café al terminar de beberlo.
Imagen: justswapit
Oídos limpios, océanos sucios
Otro producto de plástico que a la UE le gustaría ver desaparecer son los bastoncillos de algodón. Cuando se tiran al inodoro, van al alcantarillado y terminan en el mar, donde los animales los confunden con comida. Hay alternativas sin plásticos con el palito hecho de bambú o papel. Pero no son necesariamente más ecológicos. Lo mejor es dejar de usarlos por completo, dicen los especialistas.
Imagen: picture alliance/dpa/Wildlife Photographer of the Year /J. Hofman
Más plástico que peces en 2050
De los cerca de 300 millones de toneladas de desechos pláticos que se producen al año en todo el mundo, se calcula que unos ocho millones acaban en el mar. Es un material que no se degrada. Los investigadores advierten de que para 2050 podríamos tener más basura plástica que peces en los océanos.