"Desaparece la única ley del mundo que facilita la emigración. Las partes implicadas buscan responsabilidades olvidando la principal, la de los propios cubanos que han abusado de la medida", opina Amir Valle.
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La eliminación de esta ley es, ciertamente, una medida ejecutiva controvertida. Pero, dejando a un lado los beneficios que representaba para los cubanos que querían escapar del castrismo y apartando el absurdo de que ocurre en uno de los peores momentos de la represión en la isla, los cubanos no deben olvidar su responsabilidad en que esto sucediera, pues las evidencias de que se abusó de esa ley son aplastantes y vergonzosas.
La indignación recorrió a buena parte del exilio cubano en Estados Unidos recientemente, cuando en internet circularon las imágenes de un grupo de balseros que arribaba a una playa en Miami y, apenas la prensa los entrevistó, dijeron "nosotros no tenemos nada contra el gobierno de Raúl". Resultaba también escandaloso que miles de cubanos se aprovecharan de la política de "Pies secos / Pies mojados" para llegar en balsas o pedir asilo en las fronteras estadounidenses, que luego se acogieran a las facilidades migratorias de la Ley de Ajuste Cubano y, ya con residencia legal, intentaran negar que su exilio era político. Esas incongruencias éticas se pagan caro.
Infiltración en el exilio
También las estadísticas de instituciones y altos centros de estudios mostraron que en los últimos años del "Raulismo" un preocupante porcentaje de balseros que dijeron ser perseguidos políticos, apenas conseguían sus papeles de residencia al año y un día de estar en Estados Unidos, regresaba de turismo a la isla. Eran cada vez más las denuncias de la prensa criticando que gracias a esa ley connotados represores de la oposición en la isla estaban viviendo impúnemente en Estados Unidos, y muchas evidencias mostraban que el gobierno cubano estaba sembrando espías y colaboradores en todo Estados Unidos. Si a eso se suma que en los índices de criminalidad y estafas a instituciones norteamericanas se hacía cada vez mayor la presencia de delincuentes cubanos recién llegados de la isla, debería aceptarse que el país al cual se emigró se preocupara y tomara sus medidas.
Desde el punto de vista ético, aunque a algunos les cueste aceptarlo, ha sido injusto que los cubanos tuvieran esas preferencias que jamás han podido disfrutar otros millones de emigrantes latinoamericanos, igual de necesitados. Ahí, tristemente, también se inscriben los más de 20.000 cubanos (algunos estudios hablan de 30.000) que han perdido su vida en el mar y esos 500 casos de muertos, violados, torturados y mutilados intentando atravesar el continente para llegar a Estados Unidos en los dos últimos años.
Beneficio para la dictadura
Es indiscutible que esta medida legislativa consolida aún más a la dictadura, pues además de venderlo al mundo como "una nueva derrota del imperialismo", como ya están haciendo algunos medios oficialistas, le permite a Raúl Castro cerrar el yugo de control sobre el pueblo. Y es vengonzoso que Obama elimine también la ley "parole" para los médicos internacionalistas que deciden desertar porque ellos son tratados como verdaderos esclavos por el castrismo y está demostrado que suelen ser más conscientes al utilizar los beneficios de la ley.
Pero lanzar toda la culpa sobre Obama es, en verdad, insistir en mirarse el ombligo: también los cubanos hemos tenido responsabilidad y es innegable que, por el ascenso creciente de los abusos que nuestros compatriotas estaban haciendo de los beneficios de esa ley, cualquier administración norteamericana tendría razones de sobra para eliminarla.
¿Disparate de Obama? No lo creo
Otro aspecto a tener en cuenta es que la existencia de esa ley impulsaba a miles de cubanos a irse del país en vez de exigir sus derechos aunque fuera por vías pacíficas o plantar cara al régimen. Ahora tendrán que bajar la cabeza o decidirse de una vez a integrar la oposición y eso es una esperanza para la lucha futura contra la dictadura, según han hecho ya saber algunas voces opositoras dentro de Cuba, demasiado optimistas en mi opinión. El castrismo ha tenido 50 años para, mediante el miedo, la represión y el control absoluto de la vida, domesticar la rebeldía natural de un pueblo que demostró su valor en numerosos momentos históricos antes de 1959. Recuperar esa valentía social es un proceso de tiempo, por lo cual es posible que se impongan un nuevo período de supervivencia a través de la simulación de apoyo al régimen. Quienes sí la tendrán muy negra son los opositores actuales.
Se dice que este movimiento de Obama es un disparate. No lo creo. Obama sabe que Trump difícilmente revocará esta decisión porque está en la esencia de la política antiinmigrante del nuevo presidente. Como ya es un hecho, nadie podrá cargarle la culpa a Trump de una acción tan impopular entre un electorado que lo votó casi mayoritariamente. Tal vez sea un disparate, pero sólo porque ocurre 8 días antes de que abandone la Casa Blanca. ¿Por qué no lo hizo en estos 8 años de gobierno?, es una pregunta interesante, pero que ya nada cambia.
Cuba: el clan de los Castro
El árbol genealógico de Fidel Castro es largo y muy ramificado. Con motivo de la muerte de su hermano mayor, Ramón, DW analiza en esta galería los rostros más conocidos del clan que lideró la Revolución cubana.
Imagen: picture-alliance/dpa
Aquí empezó todo
Ángel Castro Argiz nació en esta casa de Láncara, en la provincia gallega de Lugo (España). En 1899 llegó a La Habana a bordo del vapor francés Mavane. Tras el éxito logrado en los negocios, se convirtió en un rico terrateniente y contrajo matrimonio con su primera esposa, María Luisa Argota Reyes. En 1943 se casó con Lina Ruz González, con quien tuvo 7 hijos, entre ellos Fidel y Raúl Castro.
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Lina Ruz
Es la madre de Fidel Castro. Con ella, Ángel Castro Argiz mantuvo una relación extramarital y tuvo a su primera hija, Ángela, cuando aún seguía casado con María Luisa Argota, con la que tenía ya dos hijos. En la imagen, una empleada de la Casa Museo Fidel Castro muestra una fotografía de Fidel, Raúl y Ramón Castro. A su lado, un retrato de su madre, Lina Ruz.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Soler
Fidel Castro
Fue primer ministro (1959-1976) y presidente de Cuba (1976 y 2008), y mantuvo el poder como primer secretario del Partido Comunista de Cuba desde 1965 hasta 2011, cuando transfirió todos los poderes de la nación a su hermano Raúl. Tiene 10 hijos conocidos: el mayor, Fidel, fruto de su matrimonio con Mirta Díaz-Balart, 5 con su segunda mujer, Dalia Soto del Valle, y cuatro extramatrimoniales.
Es la segunda mujer de Fidel Castro, con quien se casó en 1980 después de haber tenido cinco hijos. Todos llevan el sello de los hijos reconocidos, empiezan por la letra A: Alexis, Alexander, Antonio, Alejandro y Ángel. Muy discreta, vivió siempre a la sombra del "comandante". En 2015, cuando el presidente francés Hollande visitó a Fidel en La Habana, muchos la confundieron con una asesora.
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Raúl Castro
Aunque empezó a desempeñar el cargo de forma interina dos años antes, es presidente de Cuba desde 2008. Se casó con Vilma Espín en 1959 y tuvo cuatro hijos, dos de ellos muy conocidos: Mariela Castro, una política y conocida sexóloga, es la directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba; su hermano Alejandro Castro ostenta el grado de coronel y es asistente personal del mandatario.
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Vilma Espín
La fallecida mujer de Raúl Castro fue una destacada dirigente política de la Revolución Cubana y miembro del Movimiento 26 de Julio. Estudió ingeniería química y fue miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, desde 1965 hasta su muerte. Se casó con Raúl Castro en 1959 y tuvieron cuatro hijos: Deborah, Mariela, Nilsa y Alejandro. Falleció de cáncer el 18 de junio de 2007.
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Ramón Castro
El hermano mayor de Fidel y Raúl Castro falleció el 23 de febrero de 2016 en La Habana a los 91 años de edad. Nacido el 14 de octubre de 1924, Ramón Castro cooperó con la guerrilla que lideró su hermano Fidel y el Movimiento 26 de Julio. Tras el triunfo de la Revolución, desempeñó diversas actividades en el sector agropecuario.
"La última vez que hablé con mi hermano Raúl fue el 18 de junio de 1964, el día anterior a marcharme". Tras conocer de primera mano excesos de la Revolución, Juanita se exilió en México y Miami, donde en 1965 obtuvo la nacionalidad estadounidense. Muy crítica con la política cubana, reconoció haber colaborado con la CIA en 1963. En 2009 publicó "Fidel y Raúl, mis hermanos: la historia secreta".
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Alina Fernández
Es una hija extramatrimonial, pero reconocida, de Fidel Castro. Pasó su infancia junto a su madre, Natalia Revuelta, llevando el apellido del esposo de ésta. Debido a su creciente disidencia política, abandonó el país en 1993 en contra de la voluntad de su padre. Lo hizo disfrazada de turista. En 1997 escribió un libro llamado "La hija de Castro. Memorias del exilio de Cuba".
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Fidel Ángel Castro Díaz-Balart
Es hijo de Fidel y su primera esposa, Mirta Díaz-Balart (1948-1955). Tras graduarse en la Universidad de Lomonosov en Moscú , estuvo vinculado al Instituto Kurchatov, una institución de energia atómica rusa. En la década de 1980 estuvo muy vinculado al estudio y desarrollo de la energía nuclear en Cuba, donde fundó el Instituto Superior de Ciencias y Tecnología Nucleares de La Habana.
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Alex Castro
Nacido en 1963, es uno de los tres hijos de más trascendencia pública de Fidel Castro. Es artista y el fotógrafo oficial de su padre. Hace unas semanas, en una entrevista, aseguró que entiende las relaciones con EE. UU. como algo lógico. Además, señaló que Fidel "siempre ha estado de acuerdo con el acercamiento", en relación al restablecimiento de relaciones entre ambos países.
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Antonio Castro
El hijo de Fidel Castro y Dalia Soto del Valle es oficialmente cirujano de profesión, médico del equipo nacional de béisbol de Cuba, vicepresidente de la Federación Internacional de Béisbol y presidente de la federación cubana de ese deporte. Ha protagonizado varios escándalos debido a su alto tren de vida.