Una lucha dura y larga se está dando en la ciudad. La batalla también es sangrienta para los civiles. El destino del Estado Islámico en Irak depende de lo que suceda en Mosul, asegura Rainer Hermann, de FAZ.
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En Mosul, el Estado Islámico tiene la soga al cuello, pero el lazo no acaba de cerrarse. La operación para la liberación de la ciudad, la segunda más grande de Irak, comenzó hace cinco meses. Y como se esperaba, el ISIS ofrece una resistencia más decidida cuanto más se acercan las fuerzas especiales del ejército iraquí al centro de la ciudad.
Pero la batalla final aún no ha comenzado. Sin embargo, hay dos buenas noticias en Mosul. Por un lado, el ejército iraquí, instruido por los Estados Unidos, que en 2014 retrocedía ante la ofensiva del ISIS, está haciendo un excelente trabajo. Se puede comprobar en las redes sociales que las milicias del Estado Islámico están arrinconadas. Su cuenta de Twitter está ahora prácticamente inactiva.
Ambas cosas se explican por el firme apoyo estadounidense. Las cuentas del ISIS se identifican con más rapidez y se las cierra. Hace casi cinco meses que no hay mensajes con la palabra "califa del ISIS", lo que debilita la difusión de la milicia terrorista. Al mismo tiempo, el aumento de las fuerzas especiales iraquíes sobre el terreno es acompañado por ataques aéreos estadounidenses que bombardean posiciones estratégicas.
En segundo lugar, hay bombardeos masivos por parte de obuses estadounidenses que parten del sur hasta las inmediaciones de Mosul. El mismo tipo de obús estadounidense se utilizó hace pocos días en Al-Raqa, donde las milicias kurdas, igualmente apoyadas por las unidades americanas, prebaraban un ataque a un segundo bastión del ISIS.
Los generales iraquíes y sus asesores estadounidenses son realistas. Saben que la siguiente etapa es la más difícil. Cerca de mil combatientes permanecen en la parte occidental de la ciudad, donde aún controlan cerca de la mitad del territorio. Allí viven tres cuartos de millón de civiles que son usados como rehenes. Les acucia la falta de alimentos y el agua potable.
Incluso antes de comenzar la batalla por el casco antiguo con sus calles estrechas, los civiles están siendo asesinados con más frecuencia que en batallas previas contra las milicias del Estado Isámico. Representan en Mosul la mitad de las víctimas mortales. Los hombres del ISIS se atrincheran con sus coches bomba, aviones no tripulados y francotiradores, desplazándose mediante un sistema de túneles.
Tres meses duró la liberación de la parte este de Mosul, predominantemente kurda y cristiana. Hace tres semanas comenzó la operación lanzada para liberar la parte árabe del oeste. Esta es la batalla final contra el Estado Islámico en Irak.
La batalla por recuperar Mosul
Tras meses de preparación, el Ejército de Irak y sus numerosos aliados lanzaron la ofensiva para arrebatar Mosul a Estado Islámico. Los kurdos anunciaron ahora una operación similar para liberar Al Raqa.
Imagen: REUTERS/T. Al-Sudaini
Conquista fácil para los yihadistas
La forma en que los combatientes de Estado Islámico tomaron la principal ciudad del norte de Irak, Mosul, en junio de 2014 es llamativa por lo sencilla que resultó la operación para los yihadistas. Un par de miles de milicianos arriba de camionetas bastaron para que el Ejército de Irak huyera en desbandada, dejando atrás sus equipos, precioso botín para los terroristas.
Imagen: Reuters
Obligados a huir
Desprotegidos ante el abandono de la ciudad por parte de los soldados -lo que en la práctica significó la desaparición del Estado-, miles de vecinos de Mosul debieron escapar de la ciudad con lo puesto. Otros no tuvieron la misma suerte y se vieron forzados a vivir sometidos al régimen de terror impuesto por los radicales.
Imagen: Romina Peñate
Un sermón del "califa"
El líder de Estado Islámico y autoproclamado califa, Abu Bakr al Bagdadi, en una de sus raras apariciones. En esta imagen aparece en Mosul, en julio de 2014, dando un sermón a sus seguidores en la mezquita de la ciudad. En la actualidad se sospecha que sigue en Mosul, aunque su paradero específico es desconocido. Recientemente, llamó a sus combatientes a la "guerra total" contra la coalición.
Imagen: picture alliance/dpa
Salvajismo anticultural
En febrero de 2015, Estado Islámico difundió imágenes de sus seguidores destruyendo valiosas esculturas y estatuas asirias pertenecientes a la colección del Museo de Mosul. También arrasaron con la biblioteca central de la urbe. Los radicales sunitas querían demostrar que lo suyo era una lucha contra los "falsos ídolos".
Imagen: Quelle: Islamischer Staat/Internet
Primeras señales de unidad
Combatientes peshmerga, pertenecientes al Kurdistán iraquí, montan guardia en un puesto de control en el norte del país. Los kurdos fueron los primeros en reaccionar ante Estado Islámico y se convirtieron en los enemigos más fieros de los yihadistas. En abril de 2015 anunciaron alianzas con otros grupos para plantar cara a las tropas radicales.
Imagen: picture-alliance/dpa/T. Rassloff
Renace la esperanza
En mayo de 2016, el primer ministro de Irak, Haidar al Abadi, anunció que el Ejército estaba preparando una gran ofensiva para recuperar Mosul. Sus tropas, entrenadas por Estados Unidos, contarían con respaldo aéreo de la coalición internacional en esta misión. Antes, las unidades iraquíes recuperaron otras ciudades que habían caído en manos de los yihadistas, como Faluja.
Imagen: Getty Images/AFP/S. Hamed
El Estado Islámico retrocede
El 16 de octubre de 2016 comenzó la anunciada ofensiva, que cuenta también con la participación de las poderosas unidades kurdas peshmerga y milicias locales, tanto sunitas como chiitas. Rápidamente, gracias a la envergadura de la operación, los iraquíes recuperaron parte del terreno perdido en 2014. Estado Islámico se batió en retirada con la ilusión de resistir en la parte oeste de la ciudad.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Al-Rubaye
Mujeres peshmerga, en el frente de batalla
Las unidades kurdas atacan por el norte. Las fuerzas iraquíes por el sur y por oriente. Por el oeste se suman milicias chiitas. Estado Islámico está rodeado y Mosul debería caer en las próximas semanas. Los peshmerga, junto a otros grupos, anunciaron este 6 de noviembre que lanzarán una operación para liberar también a Al Raqa, en Siria.