Una Jornada Mundial de la Juventud en tiempos de terrorismo global: con su calma, el papa Francisco ha contribuido a que, a pesar de todo, el evento haya tenido éxito, opina Christoph Strack.
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El papamóvil que trasportó a Francisco este domingo, en la trigésima primera versión de la Jornada Mundial de la Juventud, apenas podía verse debido a la gran cantidad de vehículos grandes, llenos de guardaespaldas, que rodeaban en todo momento al Volkswagen Golf que llevaba al sumo pontífice. ¿Y que hizo él? En la parte trasera del auto, giró de la manivela, abrió la ventana, sacó el brazo y disfrutó del viento. Ocasionalmente saludó a sus seguidores. Francisco estaba de tour.
Discutidos en los medios o rumoreados en círculos privados, muchos eran los temores que precedieron la Jornada Mundial de la Juventud. En los pasados meses, ataques sangrientos tuvieron lugar en Paris, Bruselas, Niza, Múnich, entre otros lugares. ¿Y el papa Francisco? Antes de su primer viaje hacia el lugar del evento, donde lo esperaban un millón de personas, decidió ir, saliéndose del plan, a la próxima iglesia, donde rezó por las víctimas del terrorismo, por el fin de la violencia.
Tal vez esto sea ingenuo. El Papa puede hablar bien y rezar… No obstante, Francisco escuchó en Cracovia, como casi ningún político de importancia global, directamente, los conmovedores relatos de jóvenes sirios. Y ellos le preguntaban: “¿Dónde está Dios? Dios, si es que existes…” Pero Francisco respondió con otro mensaje: uno en contra del pánico, del odio. “No queremos vencer al odio con más odio”, dijo.
Uno podría preguntarse que clase de evento en realidad fue el de Cracovia. Al final, el sumo pontífice se dirigió a un público tan grande que podría haber llenado hasta 20 estadios de fútbol. Y todo, a diferencia de la reciente Eurocopa, sin disturbios. La mayoría cantaba, siempre con paciencia. ¡Increíble!
Que el encuentro haya sido tal festejo, en tiempos tan inciertos, hay que agradecérselo a la cordialidad y cariño de los polacos. La ciudad de Cracovia, y regiones aledañas, se pusieron al servicio de este evento de seis días. El tráfico esperaba y daba paso a transeúntes y ciclistas. Y las fuerzas de seguridad polacas mantuvieron de manera general una presencia amigable, mientras aseguraban, a su vez, el nivel de vigilancia que se requiere en eventos de tal magnitud.
Conmoción, pánico, el fin de nuestro estilo de vida, la construcción de nuevos muros y barreras: esta es la primera victoria del terrorismo. Sin embargo, en Cracovia, más de un millón de jóvenes salieron a las calles, mandando un claro mensaje al resto del mundo: el papa Francisco, el viejo defensor mundial de la misericordia, se reune con un mar de jóvenes creyentes que se rehúsan a someterse a los miedos que el terrorismo quiere infundir.
El Papa Francisco en México
En su visita a México, Francisco recorre más de 400 kilómetros. La visita no solo despierta esperanza y alegría, también se espera que denuncie los problemas que aquejan al país. Aquí sus estaciones más importantes.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Méndez
Apostolado y palabras críticas
En su visita a México, Francisco recorre más de 400 kilómetros. La visita no solo despierta esperanza y alegría, también se espera que denuncie los problemas que aquejan al país. Aquí sus estaciones más importantes.
Imagen: Getty Images/AFP/H. Guerrero
Ciudad de México: grandes expectativas
El 12 de febrero, el papa Francisco llegó a México, país que visita por primera vez y que recorrerá hasta el 18 de ese mes. El Sumo Pontífice fue recibido calurosamente por miles de personas. No obstante, la visita papal también genera grandes expectativas: se espera que se pronuncie claramente sobre temas difíciles como la pederastia, el narcotráfico, la desbordante violencia y la corrupción.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Cruz
Palacio Nacional: ¿adiós al laicismo?
No solo se trata del primer viaje del Papa Francisco a México, sino que también es la primera vez que un jerarca católico visita la sede del Poder Ejecutivo de ese país, el Palacio Nacional. Allí Bergoglio fue recibido por el presidente Enrique Peña Nieto y la primera dama. La enorme atención que el mandatario mexicano dio al Papa ha suscitado críticas por falta de laicismo.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Nunez
Misa en la Basílica de Guadalupe
El presidente Peña Nieto también asistió junto a su familia a la misa que Francisco ofició en la Basílica de Guadalupe. El mandatario y su esposa recibieron la comunión durante la misa papal, en la que Francisco oró por los excluidos y las personas que han perdido a algún familiar por violencia criminal. Peña Nieto es el primer político de su partido que acude a una ceremonia religiosa pública.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Guzman
Feminicidios
En la imagen, mujeres protestan frente a la Catedral Metropolitana en la capital mexicana contra la violencia de género. Tras recorrer la Ciudad de México, el Papa se dirigió al estado de México, uno de los más peligrosos para las mujeres en el país. Tan solo en los últimos dos años se han registrado allí más de 600 feminicidios.
Imagen: Reuters/E. Garrido
Misa en Ecatepec: las “tres tentaciones”
En el municipio de Ecatepec, en el estado de México, el Papa celebró una misa multitudinaria en la que condenó la ambición de dinero, fama y poder y advirtió al público no dejarse seducir por esas “tentaciones”. El Papa católico también fue declarado visitante distinguido de Ecatepec, donde recibió las Llaves de la Ciudad.
Imagen: Reuters/H. Romero
Chiapas: misas en lenguas indígenas
Francisco también visitó el estado de Chiapas, uno de los más pobres del país, donde honró a los pueblos indígenas. Ante decenas de miles de integrantes de etnias mexicanas pidió perdón por siglos de maltrato y exclusión. El Papa también autorizó formalmente que se oficien misas en lenguas indígenas.
Imagen: picture-alliance/dpa/U. R. Basurto
El Papa reivindica al “Tatic”
En la Catedral de San Cristóbal de las Casas, Francisco rezó de pie frente a la tumba del obispo Samuel Ruiz. En Chiapas, el defensor de los derechos de los indígenas es apodado cariñosamente “Tatic”, que en lengua tzotzil quiere decir “padre”. Con su homenaje, el Papa reivindicó la memoria de Samuel Ruiz, que en el pasado fue considerado por el Vaticano un peligro para los fieles.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/E. Verdugo
¿Y los 43?
Ya antes de su visita, el Papa anunció que no se reuniría con los padres de los 43 normalistas desaparecidos. Según Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, Francisco quiere tratar por igual a todos los familiares de desaparecidos, sin dar prioridad a algunos. Durante la gira, Lombardi ha criticado intentos de “presionar” al Papa para reunirse con los padres de los estudiantes de Ayotzinapa.
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Víctimas de pederastia clerical
Si bien el Papa ha condenado oficialmente la pederastia, víctimas mexicanas de abusos sexuales por parte del clero católico se han mostrado decepcionadas con la visita de Francisco. Sobre todo les ha indignado la presencia del cardenal Norberto Rivera Carrera (en la imagen), que se ha paseado con el pontífice en el papamóvil. Rivera es acusado de proteger a los pederastas clericales mexicanos.
Imagen: picture-alliance/dpa/Maxppp/D. Giagnor
Morelia: realidad desafiante
En la quinta jornada de su gira, el Papa visita la ciudad de Morelia, capital del estado de Michoacán. Esta región del país vio surgir en 2013 las primeras autodefensas, civiles armados que buscan defenderse ante la fuerte presencia del narcotráfico y la impotencia de las fuerzas de seguridad estatales. Allí, el Papa exhortó a los religiosos a no resignarse ante la realidad desafiante.
Imagen: picture-alliance/dpa/U. R. Basurto
Ciudad Juárez: misa fronteriza
Francisco concluirá su gira con una misa multitudinaria junto al Río Bravo, en la frontera con Estados Unidos. Su estancia en Ciudad Juárez simboliza sobre todo su compromiso con los migrantes. Además, la visita del Papa al penal Cereso 3 cobra especial relevancia tras los trágicos sucesos en la cárcel de Topo Chico que la semana pasada dejaron decenas de muertos.