El Nuevo Acuerdo de Paz se presentará al Parlamento. ¡Bien hecho! Santos le pone así coto a la manipulación política de la paz, ocurrida con el plebiscito del 2 de octubre, dice Astrid Prange de Oliveira.
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Juan Manuel Santos aprendió la lección. Para legitimar el histórico acuerdo con el fin de poner fin a la guerra civil más larga del mundo, prefiere ahora que sea el Parlamento el que lo debata y apruebe.
Santos tiene razón, porque la lección más importante del plebiscito del 2 de octubre, en el que fue derrotado por poco el Acuerdo original de Paz con las FARC, es que la paz, por sí misma, no convence, más sí las incitaciones al miedo y la venganza.
Segunda lección: Para algunos un acuerdo político solo tiene valor cuando es posible instrumentalizarlo para intereses personales o de un partido. Por ello el expresidente Álvaro Uribe fue el ganador de dichos comicios.
"¿No sería más fácil que el Gobierno eligiera otro Pueblo?”
Santos no quiere ir tan lejos como el escritor alemán Bertold Brecht. Después del fallido levantamiento popular del 17 de junio de 1953 en la Alemania comunista, el poeta y director de teatro le preguntaba a los jefes de la dictadura del partido único SED con mordaz crítica que si no les era más fácil disolver al pueblo y elegir otro de su agrado.
No. El Premio Nobel de la paz, Juan Manuel Santos Nobel, no emula al régimen dictatorial comunista. Todo lo contrario: con su decisión de enviar el Nuevo Acuerdo al Congreso evita la instrumentalización populista de un tema de vital importancia para el país. Un punto de vista que está ganando importancia en Europa, debido a que en la Unión Europea demasiados reconocidos políticos han caído en la trampa populista de convocar referendos.
La estrategia de Santos es la correcta, porque al Acuerdo de Paz es un deber frente a millones de víctimas del conflicto armado. Ciudadanos que esperan con impaciencia encontrar finalmente los restos de sus familiares y darles digna sepultura, con la ayuda de las FARC desmovilizadas. La mayoría de las víctimas quiere arrepentimiento, no venganza.
El silencioso llanto de las víctimas
Por ello, la mayoría de los grupos de víctimas apoyo el Acuerdo de Paz del gobierno y los rebeldes, aunque no sea perfecto. La población rural desplazada está mayoritariamente a favor de la paz. Pero, a diferencia de quienes lo rechazan, que viven principalmente en las ciudades, la voz de las víctimas y campesinos es apenas perceptible.
En realidad, todas las partes podrían darse por bien servidas con el resultado del proceso de paz: Santos pasará a la historia como pacificador; las FARC tienen la oportunidad de hacer política sin armas y Uribe sale como ganador político tras el rechazo del plebiscito.
Pero Uribe tiene que aceptar que todas las partes cedieron al máximo. El juego político ha terminado. Colombia necesita la paz, hoy más que nunca. No se vislumbra un mejor Acuerdo de Paz, porque es imposible lograrlo.
Astrid Prange de Oliveira
Los rostros del acuerdo que condujo al Nobel
Un repaso de las personas que participaron en la negociación del acuerdo de paz que condujo a que se le otorgara a Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, el premio Nobel de la Paz.
Imagen: Getty Images/AFP/P. Arboleda
Las víctimas
Las que votaron "sí", las que votaron "no" y las que se abstuvieron. El espíritu último del proceso de paz en Colombia se basa en su sufrimiento y en evitar que haya nuevas víctimas.
Imagen: Getty Images/AFP/P. Arboleda
"No es para mí, es para las víctimas"
"Esta honrosa distinción no es para mí, es para todas las víctimas del conflicto. Juntos ganaremos el premio más importante de todos: LA PAZ". Esa fue la reacción de Juan Manuel Santos al conocer el fallo del comité del Premio Nobel de la Paz.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Vergara
"Ha demostrado un firme deseo de conseguir un acuerdo"
Según el comité que concede el Premio Nobel, "el presidente fue el primero en dar el paso en dar la iniciativa al acuerdo de paz". "Hubo otros intentos, pero en esta ocasión ha puesto todo para conseguirlo, ha demostrado ese firme deseo para conseguirlo".
Imagen: Reuters/A. Kelly
Humberto de la Calle
Abogado y político colombiano, es jefe del equipo negociador del Gobierno en los diálogos de paz de La Habana desde 2012. Fue nombrado por Santos por su prestigiosa trayectoria y por haber participado en la redacción de la Constitución de 1991. Tras la derrota en las urnas en el plebiscito para refrendar el acuerdo el pasado 2 de octubre, De la Calle dimitió, pero Santos no admitió su renuncia.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Joshua Goodman
Frank Pearl y Sergio Jaramillo
Frank Pearl es economista y político. Participó en los procesos de Justicia y Paz del Gobierno de Uribe y fue nombrado negociador por Santos en 2012. Por su parte, Sergio Jaramillo lideró los acercamientos con las FARC en 2010. Dirigió el centro de pensamiento "Ideas para la paz", y junto a Humberto de la Calle, lideró la estrategia conceptual del proceso con las FARC.
Rodrigo Londoño, "Timochenko"
Comandante en jefe de las FARC desde 2011, Timochenko, tras la muerte de Alfonso Cano, asumió las negociaciones secretas con Santos que ya había iniciado Cano. En un principio no formó parte de la delegación de las FARC, pero en septiembre de 2015 pudo salir de las montañas selváticas colombianas y viajar a La Habana.
Imagen: Getty Images/AFP/Y. Lage
Calarcá, Márquez, Catatumbo,Granda y París
Los cinco formaron parte con muy distintas funciones en las FARC. Y los cinco se han sentado en la mesa negociadora del proceso en La Habana que acabó en acuerdo de paz.
Auspiciados por Raúl Castro
En Cuba se iniciaron las primeras reuniones secretas entre el Gobierno de Santos y las FARC. Raúl Castro auspició esos encuentros durante meses hasta que las negociaciones se hicieron oficiales. Ha seguido muy de cerca todo el proceso.
Imagen: picture-alliance/dpa/EPA/A. Ernesto
¿Mediación de Chávez?
Según relata el propio Timochenko, Santos le pidió a Chávez que convenciera a la guerrilla de negociar. Se produjo un encuentro con el fallecido presidente venezolano, del que Timochenko salió “convencido de que teníamos un punto de apoyo que nunca habíamos tenido” para iniciar una negociación.
Imagen: DW/C. Chimoy
Álvaro Uribe: el opositor
A pesar de que Santos aseguró que el propio Uribe negoció con las FARC cuando era presidente de Colombia, Uribe ha hecho lo imposible para dinamitar políticamente el proceso. Ha sido el contrapeso de las negociaciones. “Felicito el Nobel para el presidente Santos, deseo que conduzca a cambiar acuerdos dañinos para la democracia”, escribió hoy en su cuenta de Twitter Uribe.