¿Seguirá en su puesto el jefe de los servicios secretos alemanes? La decisión sobre su futuro se ha pospuesto, señal de que hay desconfianza mutua entre los socios que forman la coalición de Gobierno, opina Jens Thurau.
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Este jueves (13.09.2018) volvió a apoderarse de los ambientes gubernamentales de Berlín una sensación de debacle. El jefe de los servicios secretos alemanes, Hans-Georg Maaßen, ha llevado la contraria públicamente a Angela Merkel en varias ocasiones en el tema de política de refugiados. (¿Qué otro asunto si no iba a ser?). A grandes rasgos, esto es lo sucedido: Maaßen dice que la ley y el orden se encuentran amenazados no tanto por la extrema derecha y los nazis como por la inmigración irregular. Y su jefe, el ministro del Interior, Horst Seehofer, también lo ve así. Pero la canciller no. Ni tampoco el partido socialdemócrata, el SPD, que forma coalición de Gobierno con la democristiana CDU de Merkel. El SPD exige con vehemencia un día entero el despido de Maaßen. Después se celebra una reunión de emergencia en la cancillería y finalmente se pospone el debate sobre Hans-Georg Maaßen hasta el próximo martes (18.09.2018).
¿Dimisión? Poco probable
Pregunta número 1:¿Qué es lo que va a cambiar en cuatro días? El conservador Maaßen ha luchado toda su vida por lo que él entiende que son la ley y el orden. Últimamente lo ha hecho con medios bastante torpes. Al parecer, los partidos que forman la coalición de Gobierno, confían en que Maaßen ceda, dimita y salve de esta manera al Gobierno. Pero eso es poco probable que suceda.
Pregunta número 2: ¿Realmente estamos ante el debate sobre una persona? ¿No se trata más bien de una cuestión medular en este Gobierno? Es decir, que los socios de la actual Gran Coalición no encuentran una línea común en la cuestión central de la política de asilo. No siempre está claro quién defiende qué, pero es obvio que juntos no pueden resolverla. Tanto la CSU, el partido bávaro socio de la CDU de Merkel, como gran parte de la CDU, quieren una política migratoria más dura, porque creen que es la única manera de detener el avance de los populistas de derechas, la Alternativa para Alemania o AfD. Merkel, por su parte, quiere, sencillamente, seguir gobernando. Y el SPD quiere salir cuanto antes del atolladero en el que se encuentra metido, pero no puede, porque todas las encuestas muestran que unas nuevas elecciones llevarían a los socialdemócratas a una catástrofe aún mayor que la de septiembre de 2017.
Subida de la AfD
Todo ello suena a pánico y eso es lo que realmente es. Y la situación se va a agudizar. Próximamente se celebrarán elecciones regionales en los estados federados de Baviera y Hesse. Pronósticos: los partidos tradicionales serán castigados por el electorado, sobre todo los que forman la coalición del Gobierno central: la CDU, la CSU y el SPD. Los populistas de derechas de la AfD ganarán fuerza. El próximo año 2019 habrá elecciones en estados del este de Alemania y, según las encuestas, allí la AfD ya ha sobrepasado a la CDU en intención de voto.
De cuando en cuando esta semana pasada hubo instantes en los debates del Bundestag, el Parlamento alemán, en los que pareció atisbarse una salida a esta situación. Esos momentos se producen cuando algunos ponentes valerosos confrontan a los populistas de derechas de la AfD con su odio a los extranjeros y ponen de manifiesto su compadreo con los extremistas de derechas y los nazis. Y cuando las barreras entre los partidos se superan y los partidos democráticos del Parlamento se mantienen unidos para defender con decisión el Estado de Derecho y la separación de poderes.
Abordar los verdaderos problemas
Estas fuerzas en todos los partidos, también en los de izquierdas, deben estar listas para hablar el mismo idioma en ese punto. Y deben también estar dispuestas a gobernar juntas. Para luchar contra la precariedad de la vivienda, la falta de recursos humanos en el área sanitaria, y para convertir Alemania en un país digital. Es decir, para solucionar los problemas reales. Y sí, también para hablar con los ciudadanos sobre sus miedos relacionados con la inmigración. Pero solo si esos ciudadanos no se manifiestan en las calles con aquellos que hacen el saludo nazi o atacan restaurantes judíos.
Sí, así podrían funcionar las cosas. Pero, de momento, la situación es muy diferente. El próximo martes, la sensación de debacle volverá a apoderarse de los ámbitos gubernamentales de Berlín. O se producirá de nuevo violencia en otro lugar de Alemania y se ampliará la lista que ahora contiene las localidades de Chemnitz y Köthen. La otra alternativa: Alemania toma fuerza y la sociedad pone en claro que no se deja amilanar por los extremistas de derecha ni los xenófobos. Y los partidos demuestran que son capaces de remitirse a aquello fundamental que tienen en común. La esperanza es lo último que se pierde.
Autor: Jens Thurau (MS/ERS)
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Los ministros de Angela Merkel
¿Quiénes son los ministros del nuevo gabinete de Merkel? Los miembros socialdemócratas se dieron a conocer esta semana. Los conservadores de CDU y CSU ya habían anunciado sus cargos.
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El trotamundos
Heiko Maas (51, SPD) cambia del Ministerio de Justicia al de Relaciones Exteriores. Siendo titular de la cartera de Justicia, desató un amplio debate con su ley contra el odio en internet, y también recibió muchas críticas. Como ministro de RR. EE. podría ganar popularidad. Hay especulaciones acerca de que el político socialdemócrata será el próximo candidato a canciller del SPD.
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El nuevo después de Schäuble
Olaf Scholz (59, SPD) es el sucesor de Wolfgang Schäuble como ministro de Finanzas. El exalcalde de Hamburgo seguirá las huellas de Schäuble y buscará evitar contraer nuevas deudas. Así está fijado en el acuerdo de coalición, aunque eso no le guste a muchos socialdemócratas.
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A Hubertus Heil le espera mucho trabajo
El antiguo secretario general del SPD Hubertus Heil, de 45 años, será el nuevo ministro de Trabajo y Asuntos Sociales. Este Ministerio (BMAS) dispone de un presupuesto de más de cien mil millones de euros. En consecuencia, es la cartera con los mayores gastos.
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Jóven y del Este
Franziska Giffey (39, SPD), la actual alcalde del barrio de Neukölln, en el Este de Berlin, se convertirá en ministra de Familia. A Giffey se le conoce como defensora de la Ley y el orden. Con esto se hizo un nombre en el barrio, que tiene fama de ser “un vecindario problemático”.
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De ministra regional a federal
Tiene experiencia como ministra a nivel regional. En el estado federado de Renania del Norte-Westfalia, Svenja Schulze (49, SPD) dirigió hasta 2017 el Ministerio de Investigación. La secretaria general de los socialdemócratas en ese estado, sucede a la saliente ministra de Medio Ambiente, Barbara Hendricks.
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La navaja suiza del SPD
La ministra de Familia Katarina Barley (49, SPD) se encargará de la carera de Justicia, que hereda del socialdemócrata Heiko Maas, quien será el próximo ministro de Relaciones Exteriores. Barley aboga por el fortalecimiento de los derechos de las mujeres, y exige que se fomente la igualdad de género en todo los ministerios.
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El arma secreta de Angela Merkel
Merkel siempre pudo confiar en Peter Altmeier (59, CDU), también durante la crisis de los refugiados. Ahora, el antiguo jefe de la cancillería se ocupará del Ministerio de Economía y Energía. Después de la pérdida del Ministerio de Finanzas a manos del SPD, el nuevo ministerio de Altmeier es considerado particularmente importante para la CDU.
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Muy cerca de la canciller
Helge Braun (45, CDU) también es un hombre en el que Angela Merkel confía, según se cuenta en Berlín. Hasta hace poco era secretario de Estado. Ahora se convierte en el sucesor de Peter Altmeier y ocupa el cargo de jefe de la cancillería. La digitalización es el tema fuerte de Helge Braun.
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Continuidad en la Defensa
Ursula von der Leyen (59, CDU) estuvo bajo presión recientemente por el tema del equipamiento y la preparación operacional del ejército. Von der Leyen, quien anteriormente ya fue ministra de Familia durante el gobierno de Merkel, también se baraja como próxima Secretaria General de la OTAN. Ese puesto quedará libre en dos años. Al menos hasta entonces ella seguirá como ministra de Defensa.
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Joven y experta
Julia Klöckner (45, CDU) proviene de Renania-Palatinado en el suroeste de Alemania, un estado federado con mucha agricultura. La presidente adjunta de la CDU está familiarizada con el tema. En el próximo gobierno ella dirigirá el Ministerio de Agricultura.
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Joven, crítico, ambicioso
Jens Spahn (37, CDU) será el nuevo ministro de Salud. Proviene de Renania del Norte-Westfalia y es considerado un crítico de Merkel. Los medios extranjeros lo ven como un posible sucesor de la canciller.
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Siempre hay una sorpresa
El nombramiento de Anja Karliczek (46, CDU) como jefa del Ministerio de Educación fue una sorpresa. La graduada en administración de empresas ganó dos veces seguidas un mandato directo para el parlamento federal. Desde enero de 2017 es directora administrativa del grupo parlamentario conservador CDU/CSU.
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El caso especial de la cultura
La cultura no tiene su propio ministerio en Alemania ya que tradicionalmente es asunto de los estados federados. El gobierno en Berlín solo tiene a una secretaria de Estado. La Comisionada del Gobierno Federal para la Cultura y los Medios seguirá siendo Monika Grütters (56, CDU).
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Un nuevo hogar para el jefe de la CSU
Horst Seehofer (68, CSU), quien hasta hace poco era el primer ministro de Baviera, se convertirá en el nuevo ministro del Interior. Seehofer pretende impulsar una política migratoria más restrictiva.
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Regresando al Ministerio de Transporte
Andreas Scheuer (43, CSU) fue secretario general de su partido. Anteriormente fue secretario de Estado en el Ministerio de Transporte, Construcción y Desarrollo Urbano. Ahora se convierte en titular de esa cartera, que incluye también el tema de la digitalización.
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Müller se queda
Ningún ministro, excepto el de Relaciones Exteriores, viaja tanto por el mundo como el ministro de Desarrollo. Gerd Müller (62, CSU) seguirá al mando de la cartera. La lucha contra las causas de la migración a través del desarrollo es una de sus principales tareas.
Imagen: picture alliance/dpa/H. Hans
Ella cede, pero se mantiene
"Al menos nos quedamos con la cancillería", bromearon algunos políticos del partido conservador CDU, después de haberse enterado de que la líder del partido, Angela Merkel (63), había entregado el Ministerio de Finanzas al SPD en las negociaciones para formar una gran coalición. De no haberlo hecho, una nueva coalición hubiese sido poco probable.