Cruise es un actor famoso. Va a encarnar a un alemán de la resistencia. Nada espectacular a primera vista. Sin embargo, este famoso, aunque mediocre, actor es un miembro activo de la Iglesia de la Cienciología, una comunidad cuyo sistema incluye estructuras totalitarias y que reivindica la supremacía mundial.

El personaje en cuestión es Claus Schenk Graf von Stauffenberg, quien intentó asesinar a Adolf Hitler y que pasó a la historia como un “símbolo del movimiento de resistencia alemán”, como la personificación de una “Alemania diferente” durante aquellos oscuros años.

Puede que sí, puede que no

Toda esta historia cuenta con los ingredientes que pueden levantar un feroz debate en Alemania. Al fin y al cabo, concierne tanto a la interpretación de la propia historia, como a un grupo en el que, supuestamente, se llevan a cabo lavados de cerebro y que ha sido descrito por los servicios de inteligencia alemanes como “antidemocrático”. La Cienciología es un grupo cuya organización trae a la memoria de algunos alemanes los años más negros de su historia.

Así, mientras que unos se preguntan si es posible que Tom Cruise interprete el papel de un personaje que intentó poner fin a las estructuras totalitarias, en algunos periódicos se habla de “un nuevo choque de culturas”.

Cada uno que crea en lo que quiera

Pero así son siempre las cosas cuando hay un choque cultural de por medio: no hay una línea de división entre opinión y hechos, y entonces el debate se desvía y todo se mezcla. Por supuesto que Cruise puede interpretar a von Stauffenberg, aunque algunos no le consideren apto para el papel, lo cual puede que sea cierto. Lo que sí es incomprensible es que, por ejemplo, el hijo mayor de von Stauffenberg considere a Cruise una imposición para el papel.

¿Prohibir a la gente llevar a cabo su trabajo a causa de sus creencias? Eso sí que es inaceptable, incluso si sucediera lo que Peter Steinbach, director del Memorial de la Resistencia Alemana, ya ha advertido: que la película va a ser percibida como una aventura cienciológica. Los medios a nivel global acabarán abreviando, como siempre, y todo quedará reducido a una ecuación: un activo y prestigioso miembro de la Iglesia de la Cienciología, que acaba de inaugurar una gran sede en medio de Berlín, es igual a un miembro de la resistencia alemana. En otras palabras, Cienciología es igual a resistencia. Así se va entender la película. Y eso es repugnante y peligroso.

Pero eso tampoco es una razón para prohibirle a Cruise interpretar el papel de von Stauffenberg. El artículo IV de la Constitución alemana o “ley básica” reza como sigue: “La libertad de religión y de conciencia y la libertad de profesar cualquier religión o filosofía son inviolables.”

Bendlerblock es un memorial

Así que Cruise puede encarnar a von Stauffenberg. Pero ahora surge otro problema: ¿dónde? Las autoridades alemanas le han prohibido al actor rodar en algunos lugares históricos, por ejemplo, en el lugar donde von Stauffenberg intentó dar un golpe de Estado el 20 de julio de 1944 y donde él, junto con sus compañeros de conspiración, fue ejecutado la misma noche.

“No hay mejor manera de evocar la era nazi que prohibir a un hombre hacer su trabajo debido a sus creencias”, ha escrito un periódico estadounidense. Comentarios como éste hacen que sean muchas las personas en Alemania que temen que la prohibición se traduzca en una mala reputación para su república. Además alegan que hace tres años se rodó una película sobre von Stauffenberg en el Bendlerblock, justo donde Cruise no puede.

Si todavía no ha ocurrido, éste es el momento en el que las cosas se pueden complicar: a Cruise no se le ha prohibido rodar allí por ser cienciólogo, sino porque los trabajadores del memorial ya han vivido otros complejos procesos de rodaje y han aprendido que ese memorial, ese lugar de luto, simplemente no puede convertirse en un set. Cualquier otro equipo hubiera tenido el mismo el problema que los americanos. La única diferencia es que aquí nadie se lo hubiera tomado a mal.

Escenarios originales no son necesarios

El director del memorial en el campo de concentración de Dachau dijo una vez que no se debe hacer un mal uso de estos lugares, que no se debe violar su condición de sagrados. Y dijo también que el comercio y el dinero, que es justamente lo que Hollywood es, no pintan nada allí.

De todas formas, ¿se deben rodar las películas en los escenarios originales? Esta vez no se trata de un documental en el que la autenticidad del lugar donde se rueda sea determinante. Los sets se pueden construir, como hizo Spielberg para “La lista de Schindler”. Los ejemplos son innumerables.

Pero dejemos las cosas claras: Cruise debería interpretar a von Stauffenberg, sólo que no en todas partes. Y tenemos que explicar con exactitud y precisión por qué Cruise no puede rodar en el Bendlerblock: porque sería una profanación. Porque sería insoportable ejecutar a von Stauffenberg de nuevo en el lugar original de los hechos para una audiencia con palomitas de maíz. Ése es el argumento. Y no que Cruise sea miembro de una organización insoportable.