Alemania todavía no tiene un gobierno completamente operativo. En gran parte de Europa, eso no sería drama. Pero cuando se trata de Alemania, no se puede esperar demasiado, opina Beqe Cufaj.
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Un danés, un italiano, un holandés, un francés, un belga y un británico se encuentran y hablan de Alemania. El italiano dice: Pasé toda mi vida con gobiernos que habían estado en el cargo por no más de seis meses. El holandés agrega que su país ha estado sin gobierno durante casi un año y no ha pasado nada porque el Estado está protegido por el monarca de todos modos.
El francés, en un interminable monólogo, reitera la propuesta de su presidente sobre el presupuesto común de la UE y le enseña a los otros cómo mejorar las vidas de cada ciudadano europeo. Y para ello espera la ayuda de los vecinos: los franceses tenemos la visión, pero los alemanes serán quienes la lleven a la práctica. Pero los alemanes deben primero formar un gobierno, dice, vacilando entre la alegría y la desesperación.
Beqe CufajImagen: Jürgen Sieckmeyer
El belga comenta que no nota la diferencia entre su gobierno y el gobierno de Europa. Ambos en Bruselas son incompetentes e invisibles para él. Y el ciudadano de Gran Bretaña, más o menos feliz, se frota las manos, esperanzado en secreto que es mejor no tener un gobierno en Berlín a forzar a Londres a pagar tanto por el "brexit".
Este diálogo imaginario entre representantes de países europeos es solo una variante de lo que piensan los vecinos sobre el estancamiento y dificultades actuales de la política alemana.
Si piensas en la situación en Alemania...
La visión sobre cómo es Alemania depende del enfoque. Los optimistas siempre repiten: nada trágico ha sucedido, no hay razón para el pánico o el miedo. Pasarán meses desde la fecha de las elecciones del 24 de septiembre hasta la formación del próximo gobierno alemán, que sorprenderá y asustará a cualquiera en el extranjero. Especialmente en Europa siempre hay un estancamiento político después de las elecciones. Y esa es la locura política normal.
Pues tal cosa puede suceder cuando se llevan a cabo las elecciones. Como en Escandinavia, donde los gobiernos minoritarios no son poco comunes. O coaliciones que parecen increíbles a primera vista. Tardan meses después de las negociaciones, pero llegan a conclusiones. Como fue el caso en Holanda este año, como lo fue en Bélgica hace tres años o como sucede una y otra vez en otras regiones del continente.
El problema es que los pesimistas están sentados en el interior del motor de Europa. Temen un vacío de poder, especialmente a la luz de la visión de Europa de Macron, ya que el gobierno de Berlín tiene una capacidad limitada para actuar. Luego están los problemas en las negociaciones con los británicos, así como los peligros mundiales como las guerras, los refugiados, los terroristas islamistas y la creciente influencia de la derecha nacionalista en los países europeos. Y en el otoño, las elecciones de la UE son inminentes. Bruselas necesita urgentemente reformas. Y retrasar esto sería malo para todo el continente y también para Alemania.
Actuar, no esperar
El estancamiento político alemán no es comparable a las crisis en los otros países de la UE. El peso del poder económico y político más grande del continente es demasiado para aventurarse a experimentar en tierra desconocida. ¿Quién garantiza a los contribuyentes alemanes y de otros países europeos que su riqueza seguirá siendo segura? En otras palabras, la situación es como si la junta directiva de Daimler detuviera la producción de automóviles para ver si incluso la última de las líneas de producción cumple con los estándares. ¿Puede la política permitirse eso? ¡No la política alemana!
Debe hacerse rápidamente. Alemania es un país fuerte y próspero. ¿Y Europa? Europa no sabe realmente qué está pasando en la política interna alemana. El danés, el italiano, el holandés, el francés, el belga y el británico, así como todos los demás, pueden reírse del teatro político en Berlín. Pero en unos pocos meses puede verse bastante diferente. Cómo exactamente, ni siquiera Berlín lo sepa probablemente. Esperemos que hasta entonces, el alemán también se siente y se ría en esta mesa europea.
El escritor y periodista Beqë Cufaj nació en 1970 en Decan, en el suroeste de Kosovo, y estudió literatura en Pristina. Vive con su esposa y dos hijas en Stuttgart-Degerloch. Entre otras cosas, publica ensayos y columnas en el "Frankfurter Allgemeine Zeitung" y en el "Neue Zürcher Zeitung". Recientemente publicó su novela "projekt@party.
Autor: Beqe Cufaj
Breve historia de las coaliciones de gobierno alemanas
Solo una vez el gobierno federal ha sido liderado por un solo partido con mayoría parlamentaria. Por ello, puede decirse que la norma es que Alemania sea gobernada por coaliciones. Acá revisamos todas las combinaciones.
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CDU/CSU - FDP - DP (1949-1957)
El primer gobierno demócratico que hubo en Alemania Federal tras la Segunda Guerra Mundial fue liderado por el dirigente de la Unión Cristianodemócrata Konrad Adenauer, quien formó alianza con los liberales (FDP) y el desaparecido Partido Alemán (DP, conservador). Cuando la CDU/CSU volvió a ganar las elecciones 4 años más tarde, Adenauer mantuvo los mismos socios de coalición.
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CDU/CSU - FDP (1961-1966)
Luego de gobernar Alemania Federal sin necesidad de forjar alianzas entre 1957 y 1961, la Unión (CDU/CSU) perdió su mayoría en el Bundestag y se vio forzado a formar una alianza nuevamente con los liberales. Adenauer renunció en 1963 en medio del llamado "escándalo Spiegel" y su ministro de Asuntos Económicos, Ludwig Erhard (izq.), fue elegido por el Parlamento para tomar el cargo vacante.
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CDU/CSU - SPD (1966-1969)
La primera "Gran Coalición" no fue producto de una elección. Ludwig Erhard fue reelegido en 1965 y continuó gobernando junto a los liberales. Sin embargo, al año siguiente estos dejaron el gobierno en medio de disputas sobre el presupuesto. Erhard renunció y Kurt Kiesinger (der.) lo reemplazó. Sin los liberales, eligió como socios a los socialdemócratas, liderados por Willy Brandt (izq.).
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SPD - FDP (1969-1982)
Willy Brandt se convirtió en el primer canciller socialdemócrata de la Alemania de posguerra. Pese a obtener menos votos que la Unión, Brandt forjó una alianza con los liberales que le dio una ligera mayoría en el Bundestag. No sería la primera vez que los liberales recibirían acusaciones de falta de lealtad. En 1974, Brandt fue reemplazado por Helmut Schimdt, quien ganó dos elecciones más.
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CDU/CSU - FDP (1982-1998)
La amistad de 13 años entre socialdemócratas y liberales terminó en 1980 cuando las diferencias entre ambos partidos se tornaron irreconciliables. Los liberales cambiaron de bando ese año, dejando la coalición y buscando un acuerdo con los conservadores. Esto provocó el colapso del Gobierno del SPD y abrió las puertas al renacimiento del pacto Unión/Liberales, liderado esta vez por Helmut Kohl.
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CDU - DSU - Despertar Democrático (1990)
Tras la caída del Muro de Berlín, Alemania Oriental celebró sus primeras elecciones. Los cristianodemócratas liderados por Lothar de Maiziere obtuvieron más del 40 por ciento de los votos y formaron alianza con dos pequeños partidos: la Unión Social Alemana (DSU) y Despertar Democrático, entre cuyas filas estaba Angela Merkel. En octubre, el Gobierno firmó la reunificación con Alemania Federal.
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SPD - Verdes (1998-2005)
En 2002, la era de Helmut Kohl llegó a su fin y los socialdemócratas, liderados por Gerhard Schröder, volvieron a la cancillería. El SPD formó alianza con los Verdes, que se convirtieron en partido de Gobierno menos de 20 años después de su fundación. A diferencia del período de Brandt, esta vez el SPD lideró un gobierno de izquierda más que de centroizquierda. La coalición gobernó hasta 2005.
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CDU/CSU - SPD (2005-2009)
Cuando los primeros sondeos se dieron a conocer tras las elecciones, tanto Schröder (der.) como Angela Merkel (izq.) se declararon vencedores. Al final, los conservadores derrotaron al SPD por apenas un 1 por ciento. Tras fallidas negociaciones para formar la "coalición Jamaica" (CDU/CSU, Verdes y liberales), finalmente los dos partidos más grandes acordaron otra vez una "Gran Coalición."
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CDU/CSU - FDP (2009-2013)
La "Gran Coalición" llegó a su fin en 2009, luego de que el SPD alcanzara un decepcionante 23 por ciento en las elecciones federales. Los liberales, en cambio, ganaron 5 puntos y llegaron hasta el 14 por ciento de los votos. Merkel y el liberal Guido Westerwelle (izq.) formaron alianza con relativa facilidad. Fue, después de todo, la undécima vez en que liberales y conservadores formaron Gobierno.
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CDU/CSU - SPD (2013-?)
Tras obtener más del 40 por ciento de los votos, los conservadores seguramente no esperaban tener que negociar con el SPD. Pero cuando sus aliados liberales obtuvieron menos del 5 por ciento, sus opciones se vieron reducidas. Merkel entonces llamó a los socialdemócratas a unirse a ella y "tomar la responsabilidad de constituir un gobierno estable". Cuatro años más tarde, repite el mismo discurso.