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Opinión: Cumbre del Diésel, una ridiculez

3 de agosto de 2017

La "Cumbre del Diésel" del Gobierno y los fabricantes de automóviles, anunciada con bombos y platillos, fue una ridiculez. Mejor hubiera sido no hacerla, opina Dirk Kaufmann.

Deutschland Dieselgipfel in Berlin | Zetsche, Müller, Wissmann & Krüger
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Gambarini

La "Cumbre del Diésel" del Gobierno y los fabricantes de automóviles, anunciada con bombos y platillos,

En realidad, ya antes estaba claro que en esta cumbre no iba a pasar nada. Angela Merkel, la canciller federal, está de vacaciones. Es evidente que no iba a dejar en boca de su ministro de Tránsito el anuncio de una medida revolucionaria. Una cumbre sin Merkel, ¿qué tipo de cumbre puede ser? Y, efectivamente: el resultado no fue más que aire caliente, solo que sin óxidos nítricos. Algo es algo.

El problema no es si se trata de un diésel "limpio" o "sucio". Si en el futuro andamos con coches que solo pueden circular debido a manipulaciones o si andamos con coches algo menos contaminantes, no es lo decisivo.

Ahora está claro, por lo menos, quién paga los costos de la estafa al medio ambiente y los consumidores. También vaya que si tranquiliza que los fabricantes de automóviles, tan importantes para la economía alemana, no tengan que gastar mucho.

Pero en esta cumbre se desperdició la oportunidad de proporcionar impulsos en otra dirección, en la que debemos ir si queremos atacar de raíz nuestros problemas básicos, de los cuales el motor diésel, si bien apesta, es relativamente menor. 

Lo que no se hizo en la cumbre

En la cumbre no se tematizaron las connivencias entre los políticos y los fabricantes de coches; los problemas derivados de que en Alemania, en promedio, cada adulto posea un coche ni las opciones a la movilidad individual motorizada.

Gran Bretaña, Francia e Inglaterra anunciaron no permitir la puesta en circulación de automóviles con motor de combustión interna dentro de 20 años. En dos décadas, ¿no se le ocurriría nada nuevo a los ingenieros alemanes?

Deben desarrollarse opciones a la situación diaria de tráfico: necesitamos un sistema de transporte público urbano mejor, más flexible y más adaptado a las necesidades de la gente. Y una red de ferrocarriles mejor equipada y que cubra las necesidades también en las áreas rurales.

¡Terminar con el diésel barato!

En la cumbre podría haberse acabado de inmediato con el privilegio impositivo para el combustible diésel. Los mayores ingresos así obtenidos por el Estado podrían invertirse en la ampliación de la red de ferrocarriles.

Dirk KaufmannImagen: DW

Los problemas con el diésel son una parte de los problemas de Alemania con la movilidad, que, a su vez, son solo una parte de las a menudo problemáticas condiciones de vida y de trabajo. Alguien tiene que reconocerlo algún día y abordar realmente los problemas. Eso es justamente lo que no sucedió en la Cumbre del Diésel.

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