El excanciller (o su viuda) no quería un funeral de Estado en Alemania. Esta arrogante actitud revela inquietantes perspectivas de la visión de Kohl sobre su propio papel en la unificación alemana, dice Jens Thurau.
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¡Qué tragedia! Reunidos el jueves pasado en el parlamento alemán, el Bundestag, estaban el actual y dos ex presidentes federales, todo el gabinete y casi todos los parlamentarios. Norbert Lammert, presidente del Bundestag, habló de Helmut Kohl en lo que no sólo parecía un homenaje oficial, que lo era, por supuesto, aunque torpe. Lammert elogió el trabajo vital de Kohl, algo que cualquiera con dos dedos de frente debería hacer en ese día. Pero él también fue crítico, suavemente, al hablar del cuestionable comportamiento social del excanciller. Ningún familiar de Kohl estaba presente. Y eso es casi todo lo que el Estado tenía que decir acerca del hombre que es en gran parte responsable de que Alemania volviera a estar unida después de décadas de sufrimiento, todo sin un disparo.
Un acto de Estado europeo evita uno alemán
No importa de quién sea la culpa, si fue la voluntad de Kohl o la de su viuda. El hecho es que el primero de julio se llevará a cabo un acto de Estado en honor a Kohl en Estrasburgo. La Oficina Federal de la Cancillería necesitó mucho esfuerzo y la máxima discreción para que Angela Merkel pudiera hablar en la ceremonia. En otras palabras, Kohl, o su familia, no querían discursos de políticos alemanes en el evento. Y se oponían absolutamente a cualquier ceremonia oficial en suelo alemán. Hoy no hay un solo político alemán que el excanciller no viera como un traidor. En cambio, el presidente húngaro Viktor Orban fue invitado a hablar. Orban es un hombre que ha pisoteado las reglas de la democracia en su propio país, pero también cumplió los criterios primarios de la visión de Helmut Kohl sobre el mundo: nunca expresó ni siquiera el menor indicio de crítica hacia el excanciller.
Norbert Lammert encontró las palabras apropiadas: honrar a Helmut Kohl "no es, con todo el respeto, simplemente una cuestión de familia". Aunque en este caso la palabra "familia" se refiere a una persona: la viuda de Kohl, Maike Kohl-Richter. Actualmente, al hijo mayor de Kohl, Walter, se le ha negado el acceso a la casa de la familia debido a una orden de restricción. ¿Hasta qué punto son profundos los abismos que ahora se abren?
Debe preguntarse si realmente le importa al ciudadano de hoy, unos 27 años después de la reunificación, que el arquitecto de ese acontecimiento histórico no quería tener nada que ver con los actuales representantes del país, ni siquiera tras su muerte. Sin embargo, la situación nos dice mucho sobre la visión del mundo de Helmut Kohl. Rechazaba a aquellos que no lo apoyaron incondicionalmente. Todos los sucesores de Kohl -ya sea en la cancillería o en su partido CDU- rindieron homenaje al importante papel que desempeñó durante la reunificación alemana, y lo hicieron mientras estaba vivo. Pero eso no era suficiente para él; y menos para su viuda.
Ególatra y vanidoso
Esa actitud es egocéntrica y engreída. Helmut Kohl pasará a la historia como el canciller de la reunificación alemana, pero sus mecanismos se pusieron en marcha por la revolución pacífica llevada a cabo por hombres y mujeres valientes en las calles de Alemania Oriental. Y el tratado de unificación está intrínsecamente vinculado al nombre de Wolfgang Schäuble, con quien Kohl posteriormente interrumpió todo contacto. En cualquier caso, debe quedar claro que muchas personas estuvieron involucradas en hacer realidad ese momento de alegría alemana.
Ahora a los alemanes se les negará una conmemoración oficial del estado alemán. Eso es una estupidez. Y arrogante. Y también arroja luz sobre la visión que tenía Kohl de la reunificación y, tal vez, incluso de toda su carrera política: sólo él tenía razón, se tratara de lo que se tratara. Qué patético.
Helmut Kohl: vida y obra del "canciller eterno"
Helmut Kohl gobernó durante 16 años la República Federal de Alemania. La caída del Muro de Berlín y la posterior reunificación de Alemania marcaron el punto culminante de su carrera política.
Imagen: Imago/S. Simon
Récord de gobierno
Helmut Kohl se convirtió en canciller germano federal el 1 de octubre de 1982. Gobernó durante 16 años, superando a todos sus antecesores. La caída del Muro de Berlín y la posterior reunificación de Alemania marcaron el punto culminante de su carrera política. Tras el desastre electoral que sufrió su partido en 1998, renunció también a su jefatura, que había ostentado por más de 25 años.
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Ascenso político en la era de Adenauer
Helmut Kohl se afilió a la Unión Cristianodemócrata (CDU) en 1947 y fue cofundador de la organización juvenil del partido. En 1950 comenzó sus estudios, primero de derecho y luego de historia y ciencias políticas. Rápidamente ascendió y a partir de 1966 formó parte de la directiva federal de la CDU.
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Un joven primer ministro
En 1966, Helmut Kohl fue elegido presidente de la CDU de Renania Palatinado. En mayo de 1969 se convirtió en primer ministro de ese estado federado. Dos años más tarde obtuvo otro triunfo: bajo su conducción, la CDU ganó la mayoría absoluta en las elecciones parlamentarias regionales de 1971 en Renania Palatinado.
Imagen: AP
Idilio engañoso
Sobre todo en las vacaciones, Helmut Kohl intentaba transmitir la imagen de una familia feliz. Pero su mujer Hannelore y sus hijos, Walter y Peter, padecían las largas ausencias del político y el interés de la opinión pública por sus vidas.
Imagen: imago/Sven Simon
Un cuarto de siglo al mando de la CDU
En junio de 1973, Helmut Kohl fue elegido jefe de la CDU a nivel federal, cargo en el que se mantendría por 25 años. Con una radiante sonrisa se muestra aquí junto al también recién electo secretario general del partido, Kurt Biedenkopf, en el congreso extraordinario de la CDU, en Bonn.
Imagen: picture-alliance/dpa
En la cúspide
En 1982 se produjeron tensiones entre los socialdemócratas y los liberales, que formaban coalición de gobierno con el canciller Helmut Schmidt a la cabeza. Los liberales decidieron aliarse con la CDU y, juntos, derribaron el gobierno con una moción de censura. Helmut Kohl se convirtió así en el nuevo jefe de gobierno. En la foto, Helmut Schmidt lo felicita por su elección.
Imagen: picture-alliance/dpa
Gesto de reconciliación
La imagen de dos estadistas tomados de la mano, François Mitterrand y Helmut Kohl, dio la vuelta al mundo. Fue captada en una ceremonia de reconciliación germano-francesa, celebrada en 1984 en un cementerio de soldados de Verdún. Alemanes y franceses libraron allí sangrientas batallas en 1916. Durante la ceremonia, ambos mandatarios se tomaron sorpresivamente de la mano. Un gran gesto simbólico.
Imagen: MARCEL MOCHET/AFP/Getty Images
La reunificación
Tras la caída del Muro de Berlín en 1989, Helmut Kohl consiguió por medio de negociaciones internacionales consumar la reunificación de Alemania. El 3 de octubre de 1990, la República Democrática Alemana (RDA) se adhirió a la República Federal. En el cenit de su carrera, el canciller Kohl saluda en esta imagen a la gente desde el edificio del Reichstag, en Berlín.
Imagen: picture alliance/dpa
La promesa de prosperidad
A comienzos de la década del 90, el canciller Helmut Kohl era aplaudido eufóricamente en los estados alemanes recién incorporados a la República Federal, por haber logrado la reunificación. Su legendaria promesa de un futuro con “paisajes florecientes” en el este fue muy criticada en años posteriores.
Imagen: picture alliance/dpa
Mentor de la primera canciller
Sin Helmut Kohl es difícil imaginar el ascenso de la actual canciller, Angela Merkel. Él fue su mentor. En los años 90 la puso al frente del Ministerio de la Familia y luego de la cartera del Medio Ambiente.
Imagen: picture alliance / dpa
Derrota tras 16 años de gobierno
En septiembre de 1998, la CDU perdió las elecciones parlamentarias. Se abría así el camino al primer gobierno de coalición de socialdemócratas y verdes, dirigido por Gerhard Schröder. En octubre de 1998, el ejército ofreció una ceremonia de despedida a Helmut Kohl. Con 16 años de gobierno, fue el canciller que por más tiempo dirigió los destinos de Alemania.
Imagen: picture-alliance/dpa
El escándalo de las donaciones
En el año 2000, un escándalo de donaciones ilegales recibidas por la CDU afectó seriamente a Helmut Kohl. Por falsa rendición de cuentas, el partido fue condenado a una multa de más de 40 millones de marcos. Dentro de la cúpula de la CDU se produjo un quiebre. Kohl renunció a la presidencia honoraria.
Imagen: picture-alliance/dpa
Dolorosa pérdida
En julio de 2001, Hannelore Kohl se suicidó. Padecía una severa alergia a la luz. Ella y su marido tenían 41 años de matrimonio. En la foto se ve también a sus dos hijos, Walter y Peter Kohl.
Imagen: AP
Nueva pareja
Cuatro años después de la muerte de su mujer, Helmut Kohl rehizo su vida sentimental con la economista Maike Richter, 34 años menor. Ambos contrajeron matrimonio en 2008.
Imagen: AP
Audiencia con el Papa
Durante la visita que realizó a Alemania en septiembre de 2012, el Papa Benedicto XVI quiso reunirse a toda costa con una persona: Helmut Kohl, el “canciller de la reunificación”. Ambos conversaron durante 25 minutos.
Imagen: dapd
Homenaje postal
Doce centímetros cuadrados en su honor: por sus méritos en favor de Alemania y Europa, la República Federal homenajeó a Kohl con una estampilla especial, en 2012. Muy pocas personalidades son distinguidas en vida con semejante honor.
Autor: Günther Birkenstock