Hay movimiento en Berlín. A cada hora hay nuevas sorpresas. La canciller Merkel finalmente le arrebató el sí a un socio. Pero tanto ella como la CDU pagan un precio muy alto, dice Kathrina Kroll.
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Este fue un día de emociones, uno como aquellos que los políticos rara vez viven. La larga espera por el acuerdo de la coalición hizo temblar a todos. Incluso a los adictos a la política.
Y luego esto: el SPD regresa al ruedo y muestra de qué está hecho. El partido que en la elección federal bajó a un histórico 20,5 por ciento de los votos se asegura los ministerios clave de Finanzas, Trabajo y Asuntos Sociales, y Relaciones Exteriores. Fue una negociación exitosa, pues quien pueda abrir y cerrar el grifo del dinero controla por completo la política del Gobierno Federal. Cualquiera que se siente en el ministerio de Asuntos Exteriores, juega un rol en el escenario mundial y cosecha aplausos en Alemania. Los ministros de Exteriores son casi siempre los políticos más populares en el país. Y el SPD puede necesitar líderes populares en este momento. El Ministerio del Trabajo y Asuntos Sociales significa para el SPD que pueden dar forma a políticas concretas para la justicia social, que es algo importante para su electorado.
La CDU tiene a la canciller, ¿y qué más?
¿Y con qué se queda la Unión Cristianodemócrata?, puede preguntarse uno. La CDU se queda con la canciller, pero después de eso no hay nada. No tiene ninguno de los ministerios principales. Además, no existe un gran proyecto conjunto de la Unión. Sí, Angela Merkel ha logrado que finalmente haya un acuerdo de coalición, actúo por el interés y estabilidad del país. Eso se aprecia en el extranjero, pero no se ve como ganadora dentro de Alemania.
Angela Merkel –respetada como maestra en las mesas negociadoras del mundo– tuvo que liderar estas conversaciones de coalición desde una posición estratégica extremadamente desfavorable. El intento de alianza con el FDP (liberales) y Los Verdes ya había fracasado a fines de noviembre. Ahora el tiempo apremiaba. En el plano internacional, Alemania puede actuar de forma limitada y la larga espera por un nuevo Gobierno irrita a la población. Además, hubo boicot y ataques desde las propias filas del Gobierno, donde incluso se especuló con sucesores de Merkel. El SPD fue la última salvación de la canciller, y por ello tenía la sartén por el mango y disponía de potencial de chantaje. No es un buen punto de partida para el éxito total de la líder de la CDU.
Para colmo, Angela Merkel definitivamente está frente a su último mandato y debe usarlo para organizar su sucesión. ¿Pero el representante de qué ministerio debería perfilarse como sucesor?
El SPD obtiene un nuevo comienzo
El caso del SPD es completamente diferente. Martin Schulz lo entendió. Lo más probable es que dimita como presidente del partido, porque se afectó su credibilidad y cometió demasiados errores. Su partido quiere un nuevo comienzo y lo consiguió. Una fuerte señal para los socialdemócratas escépticos.
Pero el propio Martin Schulz se aseguró el Ministerio de Asuntos Exteriores. Ese es el trabajo que siempre tuvo en mente. Él es un político europeo de principio a fin, su norte es la política exterior. Conoce a los más grandes del mundo, conoce los conflictos internacionales, tiene experiencia en el elevado arte de la diplomacia. Cuando Martin Schulz habla de Europa, se puede sentir su pasión, algo que frecuentemente no se replicaba en la política interna. Su campaña electoral mostró eso.
Ahora los miembros del SPD tienen que aceptar el acuerdo de coalición. Eso significa esperar cuatro semanas más. Los negociadores del SPD, y especialmente Martin Schulz, han hecho que el consentimiento sea más probable. Angela Merkel se ha acercado un paso más a su cuarta cancillería, pero también a su despedida.
Autora: Kathrina Kroll (MN/ERS)
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Breve historia de las coaliciones de gobierno alemanas
Solo una vez el gobierno federal ha sido liderado por un solo partido con mayoría parlamentaria. Por ello, puede decirse que la norma es que Alemania sea gobernada por coaliciones. Acá revisamos todas las combinaciones.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Gambarini
CDU/CSU - FDP - DP (1949-1957)
El primer gobierno demócratico que hubo en Alemania Federal tras la Segunda Guerra Mundial fue liderado por el dirigente de la Unión Cristianodemócrata Konrad Adenauer, quien formó alianza con los liberales (FDP) y el desaparecido Partido Alemán (DP, conservador). Cuando la CDU/CSU volvió a ganar las elecciones 4 años más tarde, Adenauer mantuvo los mismos socios de coalición.
Imagen: picture-alliance/Vack
CDU/CSU - FDP (1961-1966)
Luego de gobernar Alemania Federal sin necesidad de forjar alianzas entre 1957 y 1961, la Unión (CDU/CSU) perdió su mayoría en el Bundestag y se vio forzado a formar una alianza nuevamente con los liberales. Adenauer renunció en 1963 en medio del llamado "escándalo Spiegel" y su ministro de Asuntos Económicos, Ludwig Erhard (izq.), fue elegido por el Parlamento para tomar el cargo vacante.
Imagen: picture-alliance/dpa
CDU/CSU - SPD (1966-1969)
La primera "Gran Coalición" no fue producto de una elección. Ludwig Erhard fue reelegido en 1965 y continuó gobernando junto a los liberales. Sin embargo, al año siguiente estos dejaron el gobierno en medio de disputas sobre el presupuesto. Erhard renunció y Kurt Kiesinger (der.) lo reemplazó. Sin los liberales, eligió como socios a los socialdemócratas, liderados por Willy Brandt (izq.).
Imagen: dpa
SPD - FDP (1969-1982)
Willy Brandt se convirtió en el primer canciller socialdemócrata de la Alemania de posguerra. Pese a obtener menos votos que la Unión, Brandt forjó una alianza con los liberales que le dio una ligera mayoría en el Bundestag. No sería la primera vez que los liberales recibirían acusaciones de falta de lealtad. En 1974, Brandt fue reemplazado por Helmut Schimdt, quien ganó dos elecciones más.
Imagen: picture-alliance/akg-images
CDU/CSU - FDP (1982-1998)
La amistad de 13 años entre socialdemócratas y liberales terminó en 1980 cuando las diferencias entre ambos partidos se tornaron irreconciliables. Los liberales cambiaron de bando ese año, dejando la coalición y buscando un acuerdo con los conservadores. Esto provocó el colapso del Gobierno del SPD y abrió las puertas al renacimiento del pacto Unión/Liberales, liderado esta vez por Helmut Kohl.
Imagen: AP
CDU - DSU - Despertar Democrático (1990)
Tras la caída del Muro de Berlín, Alemania Oriental celebró sus primeras elecciones. Los cristianodemócratas liderados por Lothar de Maiziere obtuvieron más del 40 por ciento de los votos y formaron alianza con dos pequeños partidos: la Unión Social Alemana (DSU) y Despertar Democrático, entre cuyas filas estaba Angela Merkel. En octubre, el Gobierno firmó la reunificación con Alemania Federal.
Imagen: picture-alliance/dpa/Wolfgang Kumm
SPD - Verdes (1998-2005)
En 2002, la era de Helmut Kohl llegó a su fin y los socialdemócratas, liderados por Gerhard Schröder, volvieron a la cancillería. El SPD formó alianza con los Verdes, que se convirtieron en partido de Gobierno menos de 20 años después de su fundación. A diferencia del período de Brandt, esta vez el SPD lideró un gobierno de izquierda más que de centroizquierda. La coalición gobernó hasta 2005.
Imagen: picture alliance/dpa/W. Baum
CDU/CSU - SPD (2005-2009)
Cuando los primeros sondeos se dieron a conocer tras las elecciones, tanto Schröder (der.) como Angela Merkel (izq.) se declararon vencedores. Al final, los conservadores derrotaron al SPD por apenas un 1 por ciento. Tras fallidas negociaciones para formar la "coalición Jamaica" (CDU/CSU, Verdes y liberales), finalmente los dos partidos más grandes acordaron otra vez una "Gran Coalición."
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Bensch
CDU/CSU - FDP (2009-2013)
La "Gran Coalición" llegó a su fin en 2009, luego de que el SPD alcanzara un decepcionante 23 por ciento en las elecciones federales. Los liberales, en cambio, ganaron 5 puntos y llegaron hasta el 14 por ciento de los votos. Merkel y el liberal Guido Westerwelle (izq.) formaron alianza con relativa facilidad. Fue, después de todo, la undécima vez en que liberales y conservadores formaron Gobierno.
Imagen: Getty Images/A. Rentz
CDU/CSU - SPD (2013-?)
Tras obtener más del 40 por ciento de los votos, los conservadores seguramente no esperaban tener que negociar con el SPD. Pero cuando sus aliados liberales obtuvieron menos del 5 por ciento, sus opciones se vieron reducidas. Merkel entonces llamó a los socialdemócratas a unirse a ella y "tomar la responsabilidad de constituir un gobierno estable". Cuatro años más tarde, repite el mismo discurso.