Opinión: El ayatolá Sharoudi es un huésped no deseado
Hermann Rainer
12 de enero de 2018
Enfermos de todo el mundo vienen a curarse a Alemania, pero el país no tiene por qué tolerar a criminales. Aunque uno de ellos haya podido irse sin problemas, dice Rainer Hermann, del "Frankfurter Allgemeine Zeitung".
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Dice mucho del sistema de salud alemán que tantos pacientes extranjeros confíen en los hospitales y doctores alemanes. En ciudades como Wiesbaden, Múnich y Hannover, el turismo sanitario es, desde hace tiempo, una industria floreciente. Por ese motivo, resultó poco sorprendente saber que uno de los líderes prominentes de la Republica Islámica de Irán fue internado en una clínica privada de Hannover dirigida por un famoso doctor iraní.
Pacientes de Arabia Saudita vuelan habitualmente a Estados Unidos para llevar a cabo sus tratamientos allá, pero los iraníes no pueden hacer lo mismo, ya que no está permitido su ingreso al país. Por ello, los iraníes siempre van para Alemania, donde nunca han tenido problemas.
Pero el caso del ayatolá Mahmud Hashemi Sharoudi es diferente. El clérigo estuvo a cargo de la Justicia de Irán entre 1999 y 2009, período durante el cual más de dos mil personas fueron ejecutadas. Está acusado de graves violaciones de los derechos humanos, como, por ejemplo, la ejecución de niños y adolecentes. El ayatolá estuvo en Hannover para tratar un tumor en el cerebro. Se trata de una posibilidad que, en principio, también debe estar abierta para él.
Volker Beck, político del partido Los Verdes, denunció que Alemania no debe convertirse en un "sanatorio" para aquellos que hayan cometido crímenes contra la humanidad y cuyas manos están manchadas de sangre. Ese es el caso de Sharoudi. Durante su mandato, nunca tuvo piedad y se hizo fuerte en su cargo gracias a sentencias arcaicas como la lapidación y el lanzamiento de personas desde las alturas.
Decenas de miles de manifestantes protestaban en las calles de Irán contra de las condiciones de vida de la República Islámica mientras Sharoudi recibía tratamiento en Alemania. Cuando Sharoudi esperaba en Hamburgo su vuelo de vuelta a Irán, Sigmar Gabriel, el ministro de Exteriores alemán, se encontraba reunido con Mohamad Zarif, su homólogo iraní.
En los últimos días, llegaron a la Fiscalía general de Alemania tres denuncias contra el clérigo iraní. Estas no solo permitieron la salida de Sharoudi del país, sino que tal vez incluso aceleraron su marcha. Tal vez los líderes de Irán ya se hayan percatado de que no podrán seguir enviando sin riesgos a sus políticos a Alemania para recibir tratamiento médico. Quienes critican que Alemania sigue siendo demasiado tolerante con Irán, ven confirmada su opinión.
Autor: Rainer Hermann (JCG/MS)
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Irán: negocios después de las sanciones
Con sus ataques contra el acuerdo atómico con Irán, Donald Trump parece, sorprendentemente, no tener en cuenta los factores económicos: grupos internacionales hace tiempo que comenzaron a hacer negocios con los iraníes.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Stoffel
Industria petrolera: Total
El grupo francés Total recibió en noviembre de 2016 el primer encargo de Irán a una gran empresa occidental desde el levantamiento de las sanciones: el desarrollo del mayor yacimiento de gas del mundo, South Pars.
Imagen: Irib
Industria petrolera: Shell
El grupo energético británico Shell firmó en diciembre de 2016 un contrato provisional de prospección en los campos petrolíferos y de gas iraníes de South Azadegan, Yadavaran y Kish.
Imagen: FARS
Industria petrolera: Gazprom & OMV
El grupo austriaco OMV y Gazprom Neft planean explorar campos petroleros en Irán junto con el consorcio iraní NIOC.
Imagen: Getty Images/AFP/Y. Kadobnov
Industria aeronáutica: Airbus
La aerolínea iraní IranAir encargó 100 aviones Airbus. El primero fue entregado ya en enero de 2017. Además, Airbus firmó declaraciones de intención con las aerolíneas iraníes Airtour y Zagros Airlines para la venta de 45 y 28 aviones respectivamente.
Imagen: FARS
Industria aeronáutica: Boeing
Boeing, competidora de Airbus, recibió de IranAir un encargo por 80 aviones. Aseman Airlines, la tercera aerolínea del país, encargó en junio 30 aviones a Boeing, el primer negocio entre Boeing e Irán desde que Donald Trump asumió la presidencia.
Imagen: picture-alliance/dpa/Stringer
Transporte ferroviario: Siemens
Siemens firmó en octubre de 2016 un contrato para la modernización de la red ferroviaria de Irán. Además le venderá al país componentes para 50 locomotoras diésel-eléctricas.
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Transporte ferroviario: Alstom
Alstom, rival francés con el que Siemens planea fusionarse, fundó en Irán una empresa conjunta para la construcción de trenes metropolitanos y regionales.
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Transporte ferroviario: CMC
El grupo chino CMC proveerá el equipamiento eléctrico para un tramo ferroviario de alta velocidad entre Teherán y Mashad, ciudad en el noreste de Irán.
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Industria automotriz: Volkswagen
Volkswagen vuelve a Irán luego de 17 años de y exporta al país en un comienzo los modelos Tiguan y Passat.
Imagen: VW
Industria automotriz: Daimler
Daimler distribuye camiones de la marca Fuso a través de su socio iraní Mammut Khodro.
Imagen: MEHR
Industria automotriz: Renault
Renault fundó una empresa conjunta en Irán para desarrollar una planta para la producción de 150.000 vehículos por año.
Imagen: ILNA
Industria automotriz: Peugeot
Antes de las sanciones, Peugeot era el fabricante de autos con mayores ventas en Irán. Desde 2016 ha fundado varias empresas conjuntas para la producción y desarrollo de nuevos modelos junto con socios iraníes.
Imagen: Tasnim
Mundo de las finanzas
El banco austriaco Oberbank firmó en septiembre un acuerdo financiero con Irán, el primero en su tipo desde el levantamiento de las sanciones.