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Opinión: “Caso Colonia” empeora crisis de refugiados en UE

Bernd Riegert9 de enero de 2016

Los actos de violencia en la noche de Año Nuevo le caen como anillo al dedo a quienes en la UE se oponen a la acogida de refugiados. El rechazo a la política de Angela Merkel crecerá en Bruselas, cree Bernd Riegert.

Bernd Riegert.
Bernd Riegert.

Hasta la llegada del Año Nuevo era muy poco probable lograr un acuerdo en la política europea de refugiados. Ahora, después de los masivos ataques, donde participaron muchos refugiados, y el evidente fracaso de la policía local, será imposible ponerse de acuerdo sobre una distribución equitativa de los refugiados en la UE.

Los ataques sexistas en Colonia han generado una dura reacción en varios países del este europeo. Conclusión: según los Gobiernos de Polonia, República Checa, Hungría y Eslovaquia, “los refugiados, en particular musulmanes, son peligrosos. Siempre lo hemos dicho, pero la canciller Angela Merkel no había querido escucharlo”, es el mensaje.

Eslovaquia, punta de lanza contra Merkel

Así que la canciller puede olvidarse de su intención de regular el reasentamiento y la distribución de los refugiados en Europa de forma permanente, y no sólo voluntariamente. El primer ministro eslovaco, Robert Fico, no quiere admitir a refugiados musulmanes en su país y quiere luchar, con todos los medios posibles, contra una distribución forzada de los refugiados y solicitantes de asilo. Ya presentó un recurso ante el Tribunal Europeo de Justicia. Los ataques sexistas en Colonia, Hamburgo, Stuttgart y Helsinki dan a populistas como Fico todos los argumentos necesarios.

El presidente checo, el nuevo gobierno ultra-conservador polaco, el primer ministro húngaro y otros países de Europa oriental y meridional respaldarán a Fico. Y no sólo estos. El xenófobo Gert Wilders en Holanda condena toda la política europea de asilo. Mark Rutte, el primer ministro holandés, cuyo país ocupa la presidencia rotativa de la UE, está bajo presión. En muchos otros países hay una situación similar: en Dinamarca, Suecia y Finlandia, pero también en Alemania, crece la presión de los radicales sobre los gobiernos.

Hasta el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, el xenófobo Donald Trump, ha utilizado los hechos de Colonia para su campaña. "Alemania está siendo fuertemente atacada por los mismos migrantes que ha dejado entrar", trinó Trump, que ha propuesto cerrar las fronteras de EE.UU.

Presión política sobre Merkel

El populista partido de derecha "Alternativa para Alemania" (AfD) y los grupos xenófobos contra la islamización tienen ahora más que nunca las de ganar. En Alemania nunca había habido un número tan alto de ataques xenófobos contra albergues de asilo. Así, la canciller ha quedado bajo una intensa presión. Ahora, tras los hechos de Colonia, la política común de refugiados en Europa fracasará definitivamente.

Para hacer frente a la gran afluencia de peticionarios de asilo de Siria, Afganistán, Irak, Eritrea y el norte de África es crucial su distribución entre los Estados miembro del espacio Schengen. Sin una distribución controlada, Grecia e Italia, países custodios de las fronteras exteriores de la UE, seguirán dejando pasar a los peticionarios de asilo. Ningún país de la ruta de los Balcanes los detendrá o recibirá. Y ellos seguirán llegando a Alemania. Así no será posible reducir “significativamente” el número de refugiados, como lo prometió la canciller al partido bávaro CSU. Merkel ya no podrá contar con ninguna solidaridad europea.

Mayoría de la UE contra Merkel

Por lo menos, hasta marzo, el eslovaco Robert Fico no va a cambiar ni un ápice su línea dura. En esa fecha tienen lugar elecciones nacionales en las que espera ser reelegido como jefe de gobierno. Y como si fuera poco, durante el segundo semestre de 2016 Fico mismo será el presidente del Consejo Europeo. En ese cargo rotativo, Fico tendrá que buscar un compromiso en la política europea de refugiados y la protección de las fronteras.

Algo que será improbable, toda vez que Eslovaquia se enfrenta en el Tribunal Europeo al resto de los países de la UE, precisamente por la política europea de refugiados. Entretanto, muchos líderes consideran que la gestión de la canciller alemana en la crisis de refugiados es equivocada. Merkel tendrá que corregir su rumbo o irse.

Los perturbadores acontecimientos de Colonia han empeorado aún más la situación que en la UE ya era difícil. Este podría ser el principio del fin para la - otrora- muy poderosa Angela Merkel.


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