Opinión: El chavismo ata de manos a sus opositores
26 de enero de 2018
La mayor alianza de partidos opositores venezolanos tiene prohibido lanzar un candidato cuando se celebren comicios presidenciales; pero si los antichavistas se pusieran de acuerdo podrían evitar la reelección de Maduro.
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A estas alturas, el ademán totalitario del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) es tan explícito que raya en lo pornográfico. Este jueves (25.1.2018), por orden del hombre fuerte de Caracas, Nicolás Maduro, el Tribunal Supremo de Justicia le ordenó al Consejo Nacional Electoral hacer aún más difícil que las formaciones antichavistas presenten a un candidato unitario de cara a los comicios presidenciales, pautados originalmente para diciembre, pero adelantados ilegalmente por la Asamblea Nacional Constituyente con miras a aprovechar las flaquezas de la oposición: sus pugnas internas y la desconfianza que su dispersión ha sembrado entre sus seguidores. Este martes (23.1.2018) se decidió convocar a las urnas antes del 30 de abril.
Elecciones a la medida
Concretamente, el Consejo Nacional Electoral excluyó a la mayor alianza opositora -la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)- del proceso de revalidación de partidos, alegando que, si admitiera su participación, algunos de sus miembros incurrirían en el delito de doble militancia. El argumento parece razonable, pero nadie olvida la inconsistencia y el oportunismo con que el Poder Judicial y el Poder Electoral -controlados por el Poder Ejecutivo- interpretan y aplican las leyes. Por sí sola, la revalidación de partidos es un capricho del oficialismo cuya función es castigar a los grupos políticos que boicotearon los comicios municipales del pasado 10 de diciembre para protestar contra los fraudes cometidos en la elección de gobernadores del 15 de octubre.
Las instituciones estatales cooptadas por el PSUV posponen elecciones cuando el partido de Gobierno tiene las de perder porque su arsenal de trampas no siempre garantiza el triunfo. En cambio, cuando llamar a votar no entraña riesgos serios para la élite cívico-militar chavista, ésta organiza los comicios con sospechosa rapidez o los anticipa, asegurándose previamente de neutralizar a sus rivales más robustos. Leopoldo López, líder de Voluntad Popular, y Henrique Capriles Radonski, dirigente de Primero Justicia, podrían dejar a Maduro fuera de combate en las urnas, pero a ellos se les prohibió ejercer cargos públicos por quince años. De ahí el dejo fanfarrón con que el sucesor de Hugo Chávez insta a los contrincantes que quedan a dar la pelea.
Uno o ninguno contra Maduro
Cabe advertir, sin embargo, que el envalentonamiento de Maduro luce fingido, que su aire de perdonavidas puede ocultar su temor a quedarse solo en el ring. Este mismo jueves (25.1.2018), en un mitin celebrado en el corazón de Caracas, Maduro denunció que los Gobiernos de Estados Unidos, España y Colombia le habían ordenado a la oposición venezolana abandonar el proceso electoral para evitar una derrota bochornosa; luego le pidió a los antichavistas que "cumplieran su palabra” y no retiraran sus candidaturas. Algunos piensan que dar un paso atrás es la única opción que la oposición tiene a la mano para frenar las arbitrariedades del PSUV. Después de todo, ¿qué legitimidad tendrían unas elecciones presidenciales con Maduro como único aspirante?
Quienes opinan lo contrario cifran sus esperanzas en un candidato opositor unitario, pese a que Henry Ramos Allup, del partido Acción Democrática, y Henri Falcón, de Avanzada Progresista, ya se lanzaron al ruedo sin consultar al resto de las formaciones antichavistas. El lema de ambos parece ser "estamos preparados para cualquier escenario hasta el final”, pero eso está por verse. De momento, nadie sabe ni siquiera si, como los comicios, también la fecha de inicio del nuevo mandato será adelantada. Si Maduro pierde y el cambio de Ejecutivo no se anticipa, el presidente electo podría verse obligado a convivir con el saliente durante nueves meses. Y en ese tiempo, es mucho lo que el PSUV puede tramar para no soltar el timón.
Evan Romero-Castillo (VT)
Venezuela: ¿quién es quién en la oposición?
La oposición venezolana trasciende la alianza denominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Esta galería presenta a los adversarios más prominentes –chavistas y no chavistas– de Maduro y el partido de Gobierno, PSUV.
Imagen: UCAB
Leopoldo López
Internacionalmente conocido por su gestión como alcalde del municipio caraqueño de Chacao (2000-2008). Es considerado el principal dirigente de la oposición; se le atribuye una lucha por el liderazgo con Henrique Capriles Radonski. Desde 2014 es el preso político más célebre. López fundó Primero Justicia en 1992, junto a Capriles Radonski y Julio Borges. En 2009, López fundó Voluntad Popular.
Imagen: Getty Images/AFP/J. Hernandez
Henrique Capriles Radonski
Líder de Primero Justicia, gobernador del estado Miranda (centro) y candidato de la MUD en las elecciones presidenciales de 2012 y 2013. Argumentando fraude de cara a los últimos comicios –que lo enfrentaron con Maduro–, le pidió a instancias nacionales e internacionales que no reconocieran sus resultados. En abril de 2017 fue inhabilitado políticamente por el régimen por un lapso de quince años.
Imagen: AP
Julio Borges
Presidente del Parlamento (2017-2018) y jefe de bancada de la MUD. Coordinador político de Primero Justicia, uno de los partidos opositores con más presencia en el país. Lo fundó en 1992 y ya para en 2000 participó en sus primeras elecciones. En agosto de 2017 se reunió con chavistas disidentes del PSUV y llamó a crear un frente amplio con miras a rescatar el Estado de derecho en Venezuela.
Imagen: Getty Images/AFP/F. Parra
Freddy Guevara
El primer vicepresidente del Parlamento (2017-2018) es periodista. Adquirió relevancia política en el seno del movimiento estudiantil que en 2007 hizo campaña contra la reforma constitucional promovida por el difunto Hugo Chávez. Tras el encarcelamiento de Leopoldo López y la huida de Carlos Vecchio, actualmente en el exilio, Guevara se convirtió en el timonel del partido Voluntad Popular.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Cubillos
Luisa Ortega Díaz
Como fiscal general, la chavista apoyó al régimen, incluso tras los excesos cometidos durante la represión de las protestas antigubernamentales de 2014, pero denunció la ruptura del hilo constitucional cuando Maduro le ordenó al Tribunal Supremo de Justicia despojar al Parlamento de sus facultades en marzo de 2017. Ella fue destituida por la Asamblea Nacional Constituyente el 5 de agosto de 2017.
Imagen: Getty Images/AFP/F. Parra
Henry Ramos Allup
Los simpatizantes del expresidente del Parlamento (2016) valoran su experiencia, adquirida durante décadas en las filas del partido socialdemócrata Acción Democrática (AD). Ramos Allup es secretario general de AD, que compartió el poder alternativamente con el socialcristiano COPEI entre 1959 y 1994. Sus detractores desconfían de él precisamente por pertenecer a la vieja guardia.
Imagen: Imago/Agencia EFE
Antonio Ledezma
El Alcalde Metropolitano de Caracas es uno de los presos políticos más prominentes del país. Según Maduro, Ledezma participó en un frustrado plan de magnicidio junto a Leopoldo López y María Corina Machado. Oficialmente se alega que la prueba del crimen es un documento en el que los tres opositores –tachados de antichavistas radicales– claman por la formación de un Gobierno de transición.
Imagen: Imago/Zumapress/El Nacional/E. Morgado
María Corina Machado
María Corina Machado, líder de la asociación Vente Venezuela, fue incluida en mayo de 2015 en la lista de candidatos de la MUD para las elecciones parlamentarias de diciembre (Machado era la diputada que más votos había obtenido a escala nacional en los comicios legislativos de 2010). El contralor general, Manuel Galindo, la inhabilitó políticamente, impidiendo su participación en los comicios.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Gutierrez
Henri Falcón
El gobernador del estado Lara (centro-occidente) es abogado y sub oficial retirado del Ejército. Ingresó a la política con el Movimiento Quinta República del difunto Hugo Chávez y fue miembro del PSUV hasta 2008, cuando se separó de sus filas. Aunque se ha mostrado crítico de cara al régimen de Maduro y tachó de fraude su Asamblea Nacional Constituyente, un sector del antichavismo desconfía de él.
Imagen: picture-alliance/Demotix/S. Alvarez
Manuel Rosales
El fundador del partido Un Nuevo Tiempo, Manuel Rosales, fue alcalde de Maracaibo, gobernador del estado occidental de Zulia y candidato presidencial –el principal opositor de Hugo Chávez en 2006– antes de solicitar asilo político en Perú. En mayo de 2015 fue postulado por la MUD para los comicios legislativos de ese año. Un mes más tarde se le inhabilitó políticamente por siete años y medio.
Imagen: picture-alliance/dpa/S.Suarez
Eustoquio Contreras
El abogado chavista fue designado vicecanciller de la República (2004) y elegido miembro del Parlamento (2005-2010; 2016-2021). En enero de 2017 dio por imposible el diálogo oposición-Gobierno; pero en agosto, en representación del Bloque Parlamentario Socialista del Parlamento, se reunió con líderes de la MUD (foto) y llamó a crear un frente amplio con miras a rescatar el Estado de derecho.
Imagen: UCAB
Nicmer Evans
El politólogo chavista se dio a conocer como vocero de Marea Socialista, un grupo político que surgió dentro del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), pero asumiendo una posición crítica de cara a la gestión de Maduro. El CNE se negó a aprobar su inscripción como partido cuando Marea Socialista se separó del PSUV. Hoy, Evans es portavoz del Movimiento Democracia e Inclusión.
Imagen: Martha Cambero
Germán Ferrer
Obtuvo un escaño en el Parlamento en las elecciones legislativas del 6 de diciembre de 2015, en las que participó en representación del Gran Polo Patriótico, la alianza de formaciones que apoyan al régimen de Maduro. El abogado es esposo de Luisa Ortega, quien desconoció la decisión de la Asamblea Nacional Constituyente de destituirla como Fiscal General de la República el 5 de agosto de 2017.
Imagen: Getty Images/AFP/F. Parra
Gabriela Ramírez
La chavista fue diputada uninominal por los municipios Baruta y El Hatillo (2005-2010) y llegó a estar al frente de la Defensoría del Pueblo antes de convertirse en acérrima crítica de Maduro. Tras las protestas antigubernamentales de 2014, su nombre figuró en la lista de funcionarios venezolanos a los que el senador estadounidense Marco Rubio recomendó sancionar por violar derechos humanos.
Imagen: Imago/Agencia EFE/M. Gutierrez
Miguel Rodríguez Torres
El militar participó en la intentona golpista del 4 de febrero de 1992 y dirigió la reestructuración de la Dirección Nacional de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), transformándola en el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN). Fue ministro del Interior hasta 2014. Se distanció de Maduro en 2016. Propuso elecciones generales para solucionar la severa crisis nacional.