Los alemanes están cansados de contactos previos entre partidos y creen que Merkel debe formar gobierno rápido. Pero las últimas encuestas también dejan claro que la era Merkel está llegando a su fin, dice Jens Thurau.
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El entusiasmo tiene otro aspecto: sólo el 45 por ciento de las personas que fueron entrevistadas por el instituto de investigación de opinión Infratest-dimap a principios de año piensan que es bueno que ahora la CDU, la CSU y el SPD se reúnan de nuevo y continúen gobernando. Eso es bastante menos que hace cuatro años y en aquel entonces también se criticaba la forma de gobierno de los dos principales partidos en Alemania.
Sin embargo, Angela Merkel todavía cuenta con el apoyo de la gente: el 65 por ciento de los encuestados dice que la líder de la CDU es una buena canciller. Eso es algo con lo que muchos jefes de gobierno de las democracias parlamentarias del mundo actual, bajo la presión de la turbo-globalización y el nacionalismo, sólo pueden soñar.
Y más de un 70 por ciento piensa que la canciller representa la estabilidad en Alemania. Este es el crédito más grande que Merkel lleva años explotando: la gente nunca la ha visto como una reformista enérgica, ni como una visionaria. Pero sí como ancla en la incertidumbre, como personalidad que simplemente contiene sus nervios en tiempos turbulentos. Eso no suena emocionante, pero describe las expectativas: no hay nada que los alemanes teman más que la ingobernabilidad.
La era Merkel llega a su fin
Pero, al mismo tiempo, la gente siente que la era de Merkel está llegando a su fin. Nada menos que un 75 por ciento está a favor de una renovación de su partido, el democristiano CDU. Y el 67 por ciento piensa que el mejor momento de Merkel como jefa de Gobierno ya pasó. El hecho de que casi la mitad de los encuestados dice no saber exactamente qué defiende exactamente la canciller nos revela cuál su estilo político, que durante muchos años ha sido su receta para el éxito. Pero cuando la sociedad se separa y disminuyen la cohesión y la seguridad, la táctica de mano firme y de evitar temas controvertidos de Merkel se vuelve cada vez menos atractiva. El 45 por ciento de los encuestados podría, incluso, aceptar la idea de que Merkel entregue el poder a otra persona dentro de los próximos cuatro años.
¿Gobierno de minorías? Mejor no
Solo una minoría de los consultados piensa que es bueno que continúe el Gobierno de la Gran Coalición. Y, si esa posibilidad no funciona, entonces la gente está a favor de nuevas elecciones, con una clara mayoría del 54 por ciento. En diciembre, la gente todavía podía imaginar un Gobierno de Merkel en minoría, pero ahora ya no lo ve así. Un claro indicador de que la confianza en la eterna canciller también está disminuyendo. La gente cree que la Gran Coalición puede funcionar una vez más. Pero después ya no.
Los alemanes ya no confían en Merkel como líder de un experimento político con un Gobierno sin mayoría, que debe explicar una y otra vez lo que planea y quiere, y que continuamente debe buscar mayorías. Tampoco ella misma se ve en una situación así, como siempre ha dejado claro. Merkel sabe bien lo que la gente le confía y lo que no.
¡Siéntense y háganlo!
¿Qué significa todo esto para los próximos "sondeos", como se denomina en la terminología berlinesa a la primera fase de las negociaciones, y luego para las posibles negociaciones? La formación de gobierno debería ir rápido, la gente está cansada de contactos previos, de tácticas y de teatrales apariciones de posibles socios del gobierno. En resumen, el mensaje de la tendencia que muestran las encuestas en enero es: siéntense, acuerden, concéntrense en lo esencial. Al parecer, la CDU, la CSU y el SPD están entendiendo finalmente el mensaje. Ahora quieren terminar los contactos previos rápidamente y prescindir en lo posible de fatuas apariciones en los medios. Veamos cuánto duran las buenas intenciones.
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Autor: Jens Thurau (CT/MS)
Breve historia de las coaliciones de gobierno alemanas
Solo una vez el gobierno federal ha sido liderado por un solo partido con mayoría parlamentaria. Por ello, puede decirse que la norma es que Alemania sea gobernada por coaliciones. Acá revisamos todas las combinaciones.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Gambarini
CDU/CSU - FDP - DP (1949-1957)
El primer gobierno demócratico que hubo en Alemania Federal tras la Segunda Guerra Mundial fue liderado por el dirigente de la Unión Cristianodemócrata Konrad Adenauer, quien formó alianza con los liberales (FDP) y el desaparecido Partido Alemán (DP, conservador). Cuando la CDU/CSU volvió a ganar las elecciones 4 años más tarde, Adenauer mantuvo los mismos socios de coalición.
Imagen: picture-alliance/Vack
CDU/CSU - FDP (1961-1966)
Luego de gobernar Alemania Federal sin necesidad de forjar alianzas entre 1957 y 1961, la Unión (CDU/CSU) perdió su mayoría en el Bundestag y se vio forzado a formar una alianza nuevamente con los liberales. Adenauer renunció en 1963 en medio del llamado "escándalo Spiegel" y su ministro de Asuntos Económicos, Ludwig Erhard (izq.), fue elegido por el Parlamento para tomar el cargo vacante.
Imagen: picture-alliance/dpa
CDU/CSU - SPD (1966-1969)
La primera "Gran Coalición" no fue producto de una elección. Ludwig Erhard fue reelegido en 1965 y continuó gobernando junto a los liberales. Sin embargo, al año siguiente estos dejaron el gobierno en medio de disputas sobre el presupuesto. Erhard renunció y Kurt Kiesinger (der.) lo reemplazó. Sin los liberales, eligió como socios a los socialdemócratas, liderados por Willy Brandt (izq.).
Imagen: dpa
SPD - FDP (1969-1982)
Willy Brandt se convirtió en el primer canciller socialdemócrata de la Alemania de posguerra. Pese a obtener menos votos que la Unión, Brandt forjó una alianza con los liberales que le dio una ligera mayoría en el Bundestag. No sería la primera vez que los liberales recibirían acusaciones de falta de lealtad. En 1974, Brandt fue reemplazado por Helmut Schimdt, quien ganó dos elecciones más.
Imagen: picture-alliance/akg-images
CDU/CSU - FDP (1982-1998)
La amistad de 13 años entre socialdemócratas y liberales terminó en 1980 cuando las diferencias entre ambos partidos se tornaron irreconciliables. Los liberales cambiaron de bando ese año, dejando la coalición y buscando un acuerdo con los conservadores. Esto provocó el colapso del Gobierno del SPD y abrió las puertas al renacimiento del pacto Unión/Liberales, liderado esta vez por Helmut Kohl.
Imagen: AP
CDU - DSU - Despertar Democrático (1990)
Tras la caída del Muro de Berlín, Alemania Oriental celebró sus primeras elecciones. Los cristianodemócratas liderados por Lothar de Maiziere obtuvieron más del 40 por ciento de los votos y formaron alianza con dos pequeños partidos: la Unión Social Alemana (DSU) y Despertar Democrático, entre cuyas filas estaba Angela Merkel. En octubre, el Gobierno firmó la reunificación con Alemania Federal.
Imagen: picture-alliance/dpa/Wolfgang Kumm
SPD - Verdes (1998-2005)
En 2002, la era de Helmut Kohl llegó a su fin y los socialdemócratas, liderados por Gerhard Schröder, volvieron a la cancillería. El SPD formó alianza con los Verdes, que se convirtieron en partido de Gobierno menos de 20 años después de su fundación. A diferencia del período de Brandt, esta vez el SPD lideró un gobierno de izquierda más que de centroizquierda. La coalición gobernó hasta 2005.
Imagen: picture alliance/dpa/W. Baum
CDU/CSU - SPD (2005-2009)
Cuando los primeros sondeos se dieron a conocer tras las elecciones, tanto Schröder (der.) como Angela Merkel (izq.) se declararon vencedores. Al final, los conservadores derrotaron al SPD por apenas un 1 por ciento. Tras fallidas negociaciones para formar la "coalición Jamaica" (CDU/CSU, Verdes y liberales), finalmente los dos partidos más grandes acordaron otra vez una "Gran Coalición."
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Bensch
CDU/CSU - FDP (2009-2013)
La "Gran Coalición" llegó a su fin en 2009, luego de que el SPD alcanzara un decepcionante 23 por ciento en las elecciones federales. Los liberales, en cambio, ganaron 5 puntos y llegaron hasta el 14 por ciento de los votos. Merkel y el liberal Guido Westerwelle (izq.) formaron alianza con relativa facilidad. Fue, después de todo, la undécima vez en que liberales y conservadores formaron Gobierno.
Imagen: Getty Images/A. Rentz
CDU/CSU - SPD (2013-?)
Tras obtener más del 40 por ciento de los votos, los conservadores seguramente no esperaban tener que negociar con el SPD. Pero cuando sus aliados liberales obtuvieron menos del 5 por ciento, sus opciones se vieron reducidas. Merkel entonces llamó a los socialdemócratas a unirse a ella y "tomar la responsabilidad de constituir un gobierno estable". Cuatro años más tarde, repite el mismo discurso.