El Kremlin controla todos los procesos políticos en Rusia, y es precisamente en este espectáculo que no dejó nada al azar. Por lo mismo, más del 70 por ciento de los votos que dicen obtuvo Putin, son difíciles de objetar.

Ciertamente, muchos rusos lo eligieron. También es indudable su popularidad en la población, pero esto se debe a que el Kremlin ha impedido durante años que otros políticos ocupen espacio y se hagan conocidos en los medios de comunicación, que también son centralmente controlados. Esto no sólo se aplica a la oposición política oprimida, como es el caso del conocido Alexei Navalny, sino también a las fuerzas de oposición en conformidad con el sistema, e incluso a los seguidores de Putin, como el jefe de Gobierno Dmitri Medvédev. Además de la represión de los órganos de seguridad, la representación de Putin en los medios como única alternativa es una importante fuente de poder para Putin.

Sin competencia política en Rusia

Mientras no haya una competencia política real en Rusia, los resultados de tales pseudovotos carecen de sentido. Se juega e imita una competencia política. Los otros candidatos elegibles no tenían ninguna posibilidad real de ganar. Fueron parte del plan desde el principio, actuaron como candidatos y ya cumplieron su tarea.

Conociendo esta debilidad, el Kremlin se había propuesto la tarea de organizar no sólo la confirmación formal de Vladimir Putin como presidente, sino también de darle una tasa de aprobación del 70 por ciento y más, con una amplia participación electoral como respaldo. Este 70 por ciento de votos se presenta como un resultado impresionante que busca disipar las posibles dudas sobre su legitimidad. Pero sólo los ingenuos están impresionados con estos números. Los estrategas políticos en el Kremlin lo saben bien, pues es allí donde los trucos, manipulaciones y falsificaciones de han ideado para obtener el resultado deseado.

El peligroso curso de Putin

¿A dónde liderará Putin a Rusia en los próximos años? En Occidente se le teme a la política exterior impredecible y agresiva de Rusia, tal como lo explicó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. El envenenamiento del exespía ruso Serguei Skripal en Inglaterra con una neurotoxina militar ha dejado claro que Putin está listo para intensificar aún más el enfrentamiento con Occidente.

Con su política exterior expansionista y agresiva, el Kremlin también quiere distraer la atención de su propia miseria. Durante los últimos seis años, el país se ha retrasado en todos los aspectos; el producto interno bruto ha aumentado moderadamente. La distancia económica y tecnológica con respecto a las economías mundiales se ha incrementado, especialmente con China, pero también en comparación con Estados Unidos, Japón y la Unión Europea.

Los rusos sienten la caída de los ingresos reales en sus bolsillos. Sin embargo, la máquina de propaganda controlada por el Kremlin ahoga las causas internas del estancamiento económico y social con la retorica antioccidental y el fanfarroneo militar.

Autor: Ingo Mannteufel (MN/RRR).

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