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Opinión: silencio a los 100 años de la revolución rusa

Karl Schlögel
6 de noviembre de 2017

Alguna vez el 7 de noviembre, el aniversario de la "Gran Revolución Socialista de octubre", fue la fiesta más importante en el calendario soviético. Pero ahora reina la apatía, dice el comentarista invitado Karl Schlögel

Bildergalerie Oktoberrevolution Denkmäler Litauen
Imagen: Reuters/I. Kalnins

Alguna vez el 7 de noviembre, el aniversario de la "Gran Revolución Socialista de Octubre", fue la fiesta más importante en el calendario soviético. Incluso más que que el 1 de mayo, o el 9 de mayo, el día de la victoria contra los nazis. Desfiles, coros, fuegos artificiales. Pero ahora, en el centenario, reina la apatía.

Mientras que en muchos países habrá exposiciones y conferencias sobre el "evento del siglo", en Rusia hay más bien impotencia y desinterés. La idea de recrear la "toma del Palacio de Invierno" en San Petersburgo fue rechazada.

Cada época con su propia perspectiva

Uno se pregunta qué significa el actual silencio ante los 100 años de un hecho que marcó el nacimiento de la Unión Soviética y un quiebre en la historia mundial. Y por qué, desde 2005, una nueva fiesta ocupa el lugar de la memoria revolucionaria. Se conmemora el "Día de la Unidad Popular" el 4 de noviembre, en honor a la expulsión de los polacos de Moscú en 1612 y, por lo tanto, el final del "Período Tumultuoso" y el comienzo de la dinastía Romanov.

Una perspectiva respecto de los aniversarios muestra que cada época tuvo su propia visión del "Octubre Rojo". En 1927, en el décimo aniversario, Sergej Eisenstein produjo las imágenes de la toma del Palacio de Invierno y uno de los héroes del mes de aquellos días -León Trotsky- fue ya víctima de la manipulación histórica.

En 1937 los festejos cayeron junto con el "Gran Terror" desatado por Stalin, en el que murieron mentes prominentes de la "vieja guardia" de los revolucionarios. Legendario fue el desfile del aniversario en la Plaza Roja en 1941, porque demostró que Moscú resistiría el ataque alemán.

En 1957 -después del 20 Congreso del Partido, que había condenado el culto a la personalidad de Stalin- ya no se hablaba del rol de Stalin en octubre, sino que se volvió al "verdadero leninismo". Para el 50° aniversario, en 1967, llegaron numerosas celebridades, especialmente de los países del Tercer Mundo. A partir de entonces, el aniversario se convirtió cada vez más en una fiesta no laborable con carácter de festival popular, más allá de la gran política.

Y en 1987, después del comienzo de la Glasnost y la Perestroika, comenzó una discusión sobre una reevaluación radical de la Revolución Rusa y su destino: personajes que habían sido tabú, como Nikolai Bukharin, reaparecieron y los escritos que habían sido prohibidos por décadas, fueron impresos en ediciones masivas.

En la década de 1990 las personas estaban más preocupadas por lidiar con los problemas cotidianos de la sociedad postsoviética que con las "ideas de octubre".

El historiador y editorialista Karl SchlögelImagen: DW/S.Peschel

La doctrina de Putin sobre el fracaso del imperio zarista

¿Y hoy? La creciente desigualdad social, la violencia y la creciente inestabilidad, también a nivel global, sugieren que se deben considerar las razones de estas tensiones y las reformas pendientes.

Y es en este sentido exactamente que la Rusia postsoviética actual no ofrece ninguna perspectiva. La evocación a la unidad contra el enemigo externo y sus agentes en el país no pudo salvar al Imperio zarista, que colapsó durante la Primera Guerra Mundial.  

Todos saben que los obstáculos para modernizar el país están adentro. La restauración del imperio en 1922 bajo la forma de la URSS obligó a Rusia una vez más a cargar con la responsabilidad de un imperio multinacional bloqueando así su desarrollo como una nación de ciudadanos modernos y seguros de sí mismos durante décadas.

La política de Putin solo ha aprendido una cosa del fracaso del imperio zarista: miedo al cambio y mantenimiento del orden a casi cualquier precio. Pero eso no es suficiente en momentos en que la modernización del país solo puede hacerse con los ciudadanos y no sin ellos o en contra de ellos y las instituciones necesarias.

Karl Schlögel (DG/DZC)

 

Karl Schlögel, nacido en 1948 en Alemania, es un editorialista e historiador especializado en Europa del este. Estudia la historia del modernismo ruso y del estalinismo. Hasta su retiro en 2013, fue profesor de Historia de Europa del Este en la Universidad Europea Viadrina en Fráncfort del Óder.

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