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Opinión: El “Sistema Blatter” implica a más gente

Martin Muno (JC)3 de junio de 2015

El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, ha anunciado que deja el cargo. El mundo del fútbol respira. Aunque según Martin Muno, hay que ser un poco ingenuo para pensar que aquí acaba la cosa. Hacen falta reformas.

Schweiz FIFA Präsident Blatter tritt zurück
Imagen: picture-alliance/dpa/E. Leanza

Los grandes jugadores de ajedrez son aquellos capaces de dejar boquiabiertos a sus rivales y espectadores cuando se encuentran en una situación desesperada. Uno de ellos es Joseph Blatter. El martes (02.06.2015) anunció que dimitirá a su cargo y convocará un congreso extraordinario para elegir a su sucesor. El diario sensacionalista alemán “Bild” anunciaba de esta forma la noticia: “Blatter se escapa”. Aunque de nuevo se equivoca. Blatter no se va. Y es que durante su comparecencia, añadió que pretende ejercer sus “funciones como presidente de la FIFA hasta las elecciones”. Asimismo anunció “un cambio profundo”.

“Voy a tener éxito”

El hecho es que Blatter continúa en el cargo. Su sucesor será elegido antes de que termine el año, o como tarde en marzo de 2016. Y en su comparecencia dejó claro que quiere utilizar el tiempo que le queda para hacer cumplir las reformas que pretendía implantar, y que anteriormente fueron bloqueadas por sus opositores. “Y esta vez voy a tener éxito”, agregó. Lo que suena casi como una amenaza para sus adversarios. Parece que Blatter utilizará este tiempo para encontrar un sucesor aceptable.

Lo que está claro es que Blatter tiene problemas. Las espectaculares detenciones realizadas en el marco del Congreso de la FIFA celebrado hace una semana, y su ajustada victoria en la elección del nuevo secretario general de la organización restaron credibilidad al actual mandatario. La policía federal de Estados Unidos (FBI) le está investigando. La justicia de suiza, por su parte, analiza las controvertidas elecciones de Rusia y Catar como sedes de los próximos mundiales de fútbol. La presión sobre Blatter (79 años) es inmensa, y quizá por ello haya decidido renunciar, antes de acabar esposado ante la sede de la FIFA.

El redactor de DW, Martin Muno.Imagen: DW

Embarrado

A pesar de lo incómodo de su situación, Blatter está empeñado en cambiar el rumbo de la FIFA durante los últimos meses de su mandato. El nuevo hombre fuerte de la FIFA, Domenico Scala, está demasiado implicado en los casos de corrupción recién destapados, por lo que no es de extrañar que Blatter busque un nuevo rumbo. Al igual que el suizo, Scala cree que los recientes escándalos son “casos aislados”. Anuncios como su intención de introducir un límite a los mandatos como jefe de la FIFA son bienvenidos, pero insuficientes por el momento.

Lo que necesita el fútbol mundial es nada menos que una refundación, lo que implica cambiar el personal del Comité Ejecutivo y la Administración de la FIFA y, por supuesto, exige investigar la elección de las sedes de Rusia y Catar para albergar los Mundiales de 2018 y 2022. Además, estas reformas deben continuar en las federaciones continentales. En el caso de la UEFA, por ejemplo, Michel Platini se benefició directamente de la escandalosa adjudicación de la Copa del Mundo de 2022 a Catar. Y es que pocas semanas después de que Platini otorgase su voto a Catar, su hijo se convirtió en gerente de una sucursal del fondo soberano catarí.

Sobornos, una práctica habitual

Lo que tiene que cambiar por encima de todo es el modo de elección dentro de la FIFA. Que cada país miembro (Argentina, Alemania, Brasil, Aruba o Islas Caimán) tenga los mismos derechos de voto es síntoma de una mala administración, que debe ser detenida. El principio “un país, un voto” es una práctica sólo superficialmente democrática, y hace que el sistema se alimente a base de sobornos. Blatter como persona desaparecerá, pero abolir su sistema será una tarea mucho más difícil.

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