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Opinión: En la UE, Merkel sigue siendo Merkel

Barbara Wesel
29 de septiembre de 2017

Los vecinos europeos ven con tranquilidad las consecuencias de las elecciones alemanas y esperan que Angela Merkel siga siendo la gran negociadora. La confianza en su habilidad no mermó, opina Barbara Wesel.

De dcha. a izqda.: Angela Merkel, con Stefan Lofven y Bokyo Borisov.
De dcha. a izqda.: Angela Merkel, con Stefan Lofven y Bokyo Borisov.Imagen: Getty Images/AFP/V. Mayo

La presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite, expresa a menudo lo que muchos piensan en Europa: "Merkel es constante. Ella lo logrará”, responde a los periodistas que le preguntan si en la Unión Europea hay incertidumbre acerca de los difíciles diálogos de coalición en Berlín. "Elecciones hay en todas partes en la UE”, añade.

Naturalmente, la canciller alemana no es una figura política cualquiera. Durante doce años fue la roca en la tormenta, desde la crisis del euro hasta la de los refugiados. En su segunda legislatura, además, ya gobernó en una alianza con los liberales del FDP. Los europeos lo recuerdan bien, como también recuerdan que en ese momento se llegó a los acuerdos necesarios.

Barbara Wesel, corresponsal de DW en Bruselas.

Y si el hecho de que Merkel, hasta ahora la más fuerte e invulnerable de los jefes de gobierno, sufrió un revés provocara sorna, nadie dejaría que se note. Mark Rutte, primer ministro de Holanda, sigue con el bricolaje de una nueva coalición de cinco partidos; Gentiloni, en Italia, se encuentra ante unos comicios difíciles, y Kern, en Austria, seguramente perderá en los comicios de su país. Theresa May sigue en su cargo, a pesar de que los votantes la castigaron. ¿Quién habría entonces de reir?

En los largos años en el cargo, los colegas de Merkel en la UE aprendieron que la canciller es la más astuta, experimentada y tenaz de todos ellos. Ninguno olvidó la concentración de Angela Merkel durante la cumbre de la UE, celebrada luego de las conversaciones de paz para Ucrania en Minsk, mientras François Hollande casi se dormía de pie. Por eso, se necesita más que un percance electoral para destruir su aura.

Difíciles tiempos de coalición

La fase más complicada para la canciller alemana es la de formar coalición.Si llegan a Bruselas rumores de apariciones dramáticas de algunos miembros de Los Verdes, o de portazos de otros del FDP o demostraciones de fuerza de Baviera, parecerá debilitada. Pero la agenda está a su favor: en octubre no habrá progresos en el "brexit”; en noviembre se tratarán temas sociales; en diciembre, el interminable asunto de la seguridad europea, y hasta ese momento se acordará un plan de trabajo sobre cómo continuar con las reformas en la UE.

Cuadriga - Tras la elecciones: ¿Qué hará Merkel?

42:30

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"Vayamos paso a paso”, es el lema de Bruselas. Ningún país miembro está en condiciones de avanzar de golpe en la integración o en la reforma de la eurozona. España e Italia tienen sus propios problemas. Los europeos del Este están peleados. Gran Bretaña está políticamente muerta. Angela Merkel podrá seguir jugando su papel sensato, como siempre. Primero verificamos; luego buscamos consenso, y al final se decide. Eso deja tiempo suficiente como para formar una coalición de gobierno en Alemania. Y cuando esta esté lista, también disminuirá el peligro de que en el escenario europeo las cosas se trastoquen, sea por los bávaros o por el FDP. La canciller será, como siempre, la jefa de Gobierno. A no ser que uno de los pequeños socios de coalición cometa suicidio político por arrogancia. Pero eso sería un golpe casi inevitable del destino.

Macron necesita más que nadie a Merkel

Solo para Emmanuel Macron esta fase de transición, con una canciller relativamente debilitada, representa un problema. Con sus grandes planes para Europa, Macron prometió demasiado y ahora se encuentra bajo presión para cumplir rápidamente. Y Angela Merkel sabe que lo tiene que ayudar. Pero el cúmulo de reformas de la UE contiene suficiente material como para llenar el vacío durante algunos meses. Mientras tanto, la canciller debe cocinar a fuego lento las "interesantes” propuestas del presidente francés y darle ánimo sin prometer nada concreto. Y eso, ella siempre lo supo hacer bien.

Nadie tirará la primera piedra

Actualmente, ningún otro país importante de la UE quiere quitarle el liderazgo informal a Alemania. Eso sería incómodo y costaría mucho esfuerzo. Si bien muchos se quejan, en verdad todos sacan provecho de que Berlín se sienta responsable de un proyecto europeo. En caso de que alguien quiera tirar la primera piedra contra Angela Merkel, seguramente no lo hará uno de sus colegas europeos.

Autora: Barbara Wesel (CP/ ERS)

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