Donald Trump da la espalda al acuerdo de París contra el cambio climático, contraviniendo toda sensatez. Los demás países seguirán adelante sin EE.UU. y Alemania tendrá un papel relevante, a juicio de Jens Thurau.
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Ha sucedido lo que se esperaba: pese a que en el entorno del presidente estadounidense hay a todas luces personas que le aconsejaron atenerse al acuerdo de París contra el cambio climático, Donald Trump decidió otra cosa. Estados Unidos da la espalda al acuerdo de París, contraviniendo los consejos de muchos expertos en economía y, desde luego, de los ambientalistas (aunque al mismo tiempo se refirió a una posible renegociación del acuerdo, en "términos favorables para los estadounidenses"). A todas luces Trump no ha comprendido (o no le importa) cuán aislado está en la materia. La canciller alemana lo recalcó tras la frustrante cumbre del G7 en Italia: en lo que respecta al clima, hubo 6 contra 1. Ese uno es Estados Unidos.
A diferencia de antaño, el bloqueo estadounidense en el tema de la lucha contra el calentamiento global lleva a los demás países a cerrar filas. Antes, en cambio, ocurría que si Estados Unidos no participaba, tampoco participaba China, ni India. Ahora, en cambio, ambos países asiáticos quieren más que nunca lograr progresos en la reducción de los gases de efecto invernadero. Y resulta simbólico que en la semana de la decisión estadounidense contra la defensa del medio ambiente, tanto China como India se hagan presente en Berlín. Ellos deberán ahora seguir empujando el carro en conjunto con los europeos.
El consenso de las naciones en cuanto a atenerse al acuerdo de París, aun sin Estados Unidos, es una buena noticia para la defensa del medio ambiente. No obstante, la ignorancia del fatuo inquilino de la Casa Blanca es un duro golpe para la protección del clima: en primer lugar, porque los científicos advierten que habrá que lograr avances decisivos en la reducción de gases de efecto invernadero en los próximos años. Y, segundo, porque aunque en muchos países ya se ha iniciado un cambio positivo hacia las energías renovables –incluyendo a Estados Unidos- todavía se utiliza demasiado carbón y petróleo. Para poder despegar realmente hacia la era solar, hay que seguir desplazando a las energías fósiles. Y eso ya no ocurrirá con tanta rapidez, por lo menos en Estados Unidos. Ningún industrial sensato apostará a futuro por el carbón, tampoco en ese país. Pero su reemplazo por energías más afines con el medio ambiente se volverá más lento.
Seguir adelante
Tomar las riendas del destino en las propias manos, no seguir confiando en Estados Unidos: esa fue la moraleja que se llevó Merkel del último encuentro con Donald Trump. Y puede aplicarla ahora con rapidez, en materia de protección ambiental, colaborando estrechamente con Francia en Europa, y también con Gran Bretaña, porque en este tema tienen mucho en común. Hay que acercarse a África y Asia, generar confianza, respaldar proyectos para la protección del clima, ofrecer know how. Y no hay que olvidar a las ciudades, regiones y Estados de EE.UU., sino mantener el contacto.
Hablar de nuevo acerca del clima con Donald Trump no tiene mucho sentido. El no quiere. Con esa actitud perjudica a su país. Pero la lucha internacional en resguardo del clima sobrevivirá.
10 maravillas en peligro
En diversas partes del mundo hay tesoros amenazados por el cambio climático, la contaminación ambiental o la codicia humana. Una visita a lugares impresionantes... antes de que sea demasiado tarde.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Mohr
El arco desaparecido
Ya no es posible admirar en vivo la famosa "Ventana Azul". Este arco fue derribado por una tormenta que provocó un fuerte oleaje. Ya el año pasado se había desprendido una parte de la formación rocosa, que era uno de los principales atractivos naturales de Malta.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Mohr
Peligro de derrumbe
Esta formación rocosa conocida como "Ana la Larga", símbolo de la isla de Helgoland, también se ve amenazada. La columna de arenisca porosa, de 47 metros de altura, ya se ha adelgazado considerablemente por efectos del viento y otros factores climáticos. Expertos predicen que se desplomará. Tomar medidas para protegerla costaría sumas millonarias.
Imagen: DW/ G.Hofmann
Mundo submarino en aprietos
La Gran Barrera de Coral es un paraíso para el buceo. Biólogos marinos estiman que la mitad del coral del arrecife ha muerto o está muriendo. La causa: el calentamiento global. La excesiva calidez de las aguas hace que los corales se calcifiquen y mueran. En 2015, la UNESCO instó a Australia a cuidar mejor de este importante ecosistema.
Imagen: Getty Images/AFP/W. West
Las apariencias engañan
En 2012, el Global Nature Fund declaró al Titicaca "Lago amenazado del año". Allí fluyen desagües y la basura se acumula en sus orillas. En muchas partes, el lago Titicaca ya no luce tan hermoso como en los folletos turísticos.
Imagen: AP
Demasiados turistas
Machu Picchu es el principal destino turístico del Perú. Y ese es precisamente el problema: cerca de 4.000 visitantes recorren diariamente las ruinas de la ciudad en la que, en tiempos de los incas, vivían a lo sumo 300 personas. Las pisadas de los turistas hacen estremecer los muros y se producen grietas en las que entra el agua. Este mágico lugar también está en peligro.
Imagen: picture-alliance/Okapia/F. Bruemmer
Destrución en nombre de la economía
La Amazonía, con 5,5 miliones de kilómetros cuadrados, es la mayor selva tropical del mundo. Pero su superficie se reduce continuamente debido a la tala de árboles. De acuerdo con el WWF, en 2014 desaparecía una superficie de selva equivalente a 2,5 canchas de fútbol... cada minuto.
Imagen: picture-alliance/dpa/M.Sayao
No hay nieve en el Kilimanjaro
La cumbre nevada es la característica de la montaña más alta de África. Pero la nieve retrocede en el Kilimanjaro, de 5895 metros de altura. En el siglo XX, la superficie helada se redujo un 85 por ciento. Ambientalistas temen que desaparezca por completo hasta el 2033. Para ver el Kilimajaro vestido de blanco, hay que apurarse en viajar a Tanzania.
Imagen: Roberto Schmidt/AFP/Getty Images
El mar moribundo
Los países ribereños sacan agua de su principal afluente, el Jordán. Y alguna empresas evaporan las aguas del Mar Muerto en busca de acceso a valiosos minerales. El Mar Muerto, con el que lindan Israel, Jordania y la Cisjordania, se está secando. El nivel de sus aguas baja aproximadamente un metro al año.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Kahana
Los cerezos palidecen
Un espectáculo color de rosa: al llegar la primavera, los japoneses celebran con diversos festivales el florecimiento de los cerezos. Pero también a ellos les echa a perder la fiesta el cambio climático. En algunas regiones, el clima se ha vuelto demasiado caluroso para estos árboles. Los cerezos florecen cada vez más prematuramente y las flores se vuelven más pálidas.
Imagen: picture alliance/abaca
Para derretirse
Se considera que un viaje a la Antártida es una de las últimas grandes aventuras que se puede emprender en nuestros días. Pero no se sabe por cuánto tiempo será posible navegar entre los majestuosos témpanos de hielo. La superficie cubierta de hielo se reduce. El continente helado se derrite.