La independencia de Cataluña parece inevitable. Y Mariano Rajoy pasará a la historia como el primer ministro que permitió la desintegración de España. Aquí, Jan D. Walter se atreve a hacer un pronóstico.
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Dado el clima reinante en el país, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, no va a privar de su poder al Gobierno de la Comunidad Autónoma de Cataluña. No lo hizo el lunes, con su primer "ultimátum", y tampoco lo hará el jueves, cuando vence el segundo "ultimátum". Hasta la mañana de este jueves, el jefe del Gobierno catalán, Carles Puigdemont, tenía plazo para revocar su "suspendida" Declaración de Independencia del 10 de octubre. De lo contrario, se vería como una violación de la Constitución, y Madrid podría deponer al gobierno catalán de acuerdo con el artículo 155 de la Constitución española.
Sin embargo, dado el clima caldeado en Barcelona y la determinación de los separatistas, Rajoy correría el riesgo de una guerra civil. Y no se atreverá. Sobre todo porque, hasta ahora, hay pocas pruebas de que Rajoy tenga un mayor interés en preservar la unidad nacional.
Hasta hace unas semanas, cuando envió la Guardia Civil a Barcelona para confiscar papeletas y urnas, insinuaba que la independencia ni siquiera estaba en discusión. Fiel al lema: lo que no puede ser, no debe ser.
El letargo de Rajoy
Desde la década de 1990, los separatistas han ido ganando terreno, sobre todo porque enseñan el nacionalismo en las escuelas completamente autónomas. El predecesor de Rajoy, el socialdemócrata José Luis Rodríguez Zapatero, también dio un nuevo impulso con una enmienda nacionalista a la constitución regional en 2006, que fue considerada ilegal por el Tribunal Constitucional de 2010 en varios artículos. Con esta decisión, el separatismo comenzó a despegar.
A finales de 2011, Mariano Rajoy asumió el poder. Pero en lugar de hacer atractivas concesiones a los catalanes, es decir, "hacer política", concedió a Barcelona más de 40.000 millones de euros en préstamos entre 2012 y 2016 . Con esto, los separatistas financiaron también su movimiento independentista. Y por el contrario, la región de Madrid, con el mismo producto interno bruto que Cataluña, recibió menos de € 0.7 mil millones de préstamos del Estado español durante el mismo período.
A pesar de todo esto, a Rajoy ni siquiera le sirvió el dinero para concientizar a la población catalana de la unidad española. No podía impedir que los separatistas mantuvieran su posición de que Cataluña estaría mejor financieramente sin Madrid.
La victoria de Puigdemont
Ahora es demasiado tarde para todo esto. La supuesta verdad de los separatistas catalanes se ha establecido. El regreso a un debate sobrio se ha vuelto impensable. Emocionalmente, Madrid no tiene nada más que ofrecer.
Al principal independentista catalán, Puigdemont, no le quedaría otra que declarar tranquilamente la independencia. Una alternativa sería, como sugirió Rajoy, convocar a nuevas elecciones. Pero lo más probable es que, con el clima actual, gane en las urnas y podría interpretarlo, con más énfasis, como una revalidación más para la independencia
De cualquier forma, Puigdemont tiene a Rajoy entre la espada y la pared. Y éste, por lo tanto, le podría otorgar concesiones tan trascendentales que Cataluña, aunque aún no formalmente, pronto será prácticamente independiente de Madrid.
La desintegración
Los opositores catalanes a la independencia no serían los únicos afectados, porque la economía catalana ya está debilitada. Todos los españoles tendrían que pagar si la creciente economía se desplomara de nuevo y Cataluña no pudiera pagar sus deudas.
Esto, a su vez, podría motivar a los separatistas de otras regiones como el País Vasco, Valencia y Galicia, la patria de Rajoy, a independizarse de la administración central.
Tarde o temprano, el futuro dependerá probablemente de la UE y de las perspectivas de adhesión de una Cataluña independiente, es probable que este impulso desarrolle fuerzas que ni Rajoy ni sus sucesores podrán contrarrestar. Y, así, el estado multicultural centenario de España se desintegraría.
Cataluña: las imágenes del referéndum
El domingo 1 de octubre de 2017, Cataluña llevó adelante una votación sobre la independencia de la región. El referéndum es considerado ilegal por el Gobierno y la Justicia españolas, que intentaron impedir la votación.
Imagen: Getty Images/D. Ramos
Policías en la mira por insubordinación
Seis juzgados de Cataluña –los de Barcelona, El Vendrell (Tarragona), La Seu d'Urgell (Lleida), Lleida, Cerdanyola del Vallès (Barcelona) y Santa Coloma de Gramenet (Barcelona)– han abierto diligencias para investigar a los Mossos d'Esquadra que no impidieron la votación, como ordenaba el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Imagen: picture-alliance/Zumapress/M. Oesterle
Los teatros cancelan sus funciones
Los teatros de Cataluña han anunciado que suspenden las funciones programadas para hoy "en condena por la indigna situación que vive nuestro país". El comunicado de las empresas de teatro privado, las compañías de teatro privado y los teatros públicos de Cataluña se ha difundido mediante las redes sociales y también se ha colgado en las puertas de los teatros catalanes.
Imagen: picture-alliance Dumont Bildarchiv
Estado de excepción en el estadio
El partido entre el FC Barcelona y la UD Las Palmas, correspondiente a la séptima jornada de la Liga española de fútbol, se jugará finalmente a puerta cerrada debido a la “excepcionalidad” de los incidentes ocurridos durante el referéndum independentista en Cataluña, según comunicó el club azulgrana.
Imagen: Reuters/A. Gea
Por la fuerza
El grupo antimotines de la Policía española dispara balas de goma contra una muchedumbre que intenta llegar a un colegio habilitado como centro de votación.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/E. Morenatti
Clavel para un guardia civil
Este manifestante ofrece un clavel a un guardia civil en la localidad de Sant Julia de Ramis.
Imagen: Getty Images/AFP/L. Gene
Madrid, atenta
En la capital de España, centenares de personas se reunieron para pedir la unidad del país.
Imagen: Getty Images/AFP/J. Soriano
El voto de Carles Puigdemont
De forma discreta, el presidente de la Generalitat emite su voto en un local de votación distinto al que inicialmente estaba previsto.
Imagen: Reuters/Handout Catalan Government
Tensión y lluvia
La jornada del 1 de octubre resultó aguada en Barcelona. Eso no amilanó a la gente, que siguió apostada frente a los centros de votación para tratar de introducir su papeleta en la urna.
Imagen: Getty Images/D. Kitwood
Una anciana, retirada por las fuerzas de seguridad
La intervención en el local de votación donde estaba previsto el voto del presidente catalán, Carles Puigdemont, dejó imágenes como esta.
Imagen: Getty Images/D. Ramos
Escudo para impedir el voto
Un policía empuja con su escudo a una mujer que trata de votar.
Imagen: Getty Images/AFP/P. Barrena
Primeros disturbios
Medio centenar de antidisturbios de Policía Nacional y Guardia Civil han intervenido pasadas las 9.00 horas contra más de un centenar de personas concentradas en el pabellón de Sant Julià de Ramis, en la ciudad de Gerona, donde está previsto que vote el presidente catalán, Carles Puigdemont.
Imagen: Getty Images/AFP/L. Gene
Mossos D'Esquadra en un centro de votación
La Policía autonómica catalana se presenta en un centro de votación en la localidad de Figueras.
Imagen: Getty Images/AFP/C. Manso
Cargado de papeletas
Aunque a última hora los organizadores anunciaron que los votantes podrán traerse las papeletas de casa, la ANC y Omnium Cultural han repartido en Barcelona este domingo un millón de papeletas oficiales.
Imagen: Reuters/Y. Herman
Papeletas de votación
"¿Quiere que Cataluña sea un Estado independiente en forma de república?" Es la pregunta formulada en las papeletas, que los votantes podrán traerse impresas de casa.
Imagen: Reuters/S. Vera
Urnas de cinco euros
Este es el aspecto de las urnas de plástico, compradas a Alibaba por cinco euros, que los organizadores de la convocatoria tratan de llenar de papeletas.
Imagen: Reuters/S. Vera
Colas para ejercer derecho al voto
Una fila frente a la escuela de secundaria Miquel Tarradel para tratar de votar en cuanto abran los centros de votación.
Imagen: Reuters/E. Alonso
Ocupación frente a local de votación
Las fuerzas de seguridad pasean junto a la gente que duerme frente al colegio de primaria Reina Violant. La gente trata de asegurarse la posibilidad de votar.