Opinión: Europa necesita una ley común de asilo
6 de septiembre de 2015 La gran ayuda y solidaridad de los alemanes en la recepción de los miles de peticionarios de asilo este fin de semana es prueba de que ésta es una sociedad civilizada. La empatía de los cientos de socorristas voluntarios y las autoridades con los refugiados es expresión de lo que la canciller Angela Merkel dijo recientemente cuando se refirió a los "los valores civiles universales de Europa". Podemos estar orgullosos de este país y su gente.
Un “cultura de beinvenida”, sin peros…
No hay duda: la alta afluencia de refugiados será un reto económico y social para Alemania durante los próximos años, o décadas. La historia de la inmigración a Alemania, sin embargo, muestra que este país es capaz de lograr la integración de los nuevos ciudadanos desplazados de sus lugares de origen.
Alemania logró, exitosamente, integrar a millones de personas desplazadas del Este europeo, así como a los connacionales migrantes internos tras la reunificación. Tampoco se puede olvidar que Alemania recibió a cientos de miles de refugiados de las guerras civiles de Yugoslava y les brindó protección y seguridad.
A pesar de estos impresionantes resultados y la fortaleza económica de Alemania, por supuesto que hay que hablar sobre los límites de las administraciones de ciudades y pueblos para enfrentar el nuevo reto. También debemos hablar sobre cómo los refugiados de África, Cercano y Medio Oriente van a cambiar nuestro país a largo plazo.
Pero desafortunadamente, a la hora de articular las legítimas preocupaciones por los posibles efectos de la inmigración masiva, no siempre se guarda la distancia necesaria de la agitación de resentimientos xenófobos. Esto es problemático porque el debate sobre la inmigración en este país podría ser desviado, generando temores y alarmismo irracionales. Algo que, en última instancia, le puede hacer el juego a los populistas de derecha.
Por cierto, hay que señalar que nuestro Estado de derecho es lo suficientemente fuerte como para castigar también a los refugiados que cometen crímenes.
Alemania es pionero
Y como la crisis de los refugiados es también una crisis de la Unión Europea, por estos días la política alemana tiene la oportunidad de revivir el legado humanitario de Europa. Pero meros llamados a la solidaridad europea no son suficientes. Para ayudar realmente a quienes escapan de guerras, persecución y el terrorismo, se requiere de normas comunes en toda Europa para el trato de peticionarios de asilo y de empleo. Sin una ley de asilo común en Europa, sin un sistema de inmigración legal al mercado europeo de trabajo, ningún país de la UE puede hacer frente a la crisis de los refugiados.
Y como la solución sólo puede europea, lo lógico y coherente es que Alemania convoque los "valores universales y civiles de Europa" y lidere la creación de una ley de asilo humana para toda la UE.